Mañana es el "gran martes", ese martes en que se decide quien va mandar en el mundo los próximos cuatro años, y como a pesar de que nos afecta, no nos van a dejar votar, creo que es un buen momento de repasar alguna peli que trate sobre la política norteamericana.
"El candidato", película escrita por Jeremy Larner, dirigida por Michael Ritchie en 1972 e interpretada por Robert Redford y Peter Boyle y Melvin Douglas, narra los entresijos e interioridades de la campaña de un aspirante a Senador por el partido demócrata.
La película comienza con la derrota del candidato demócrata en unas elecciones. Nada mas asumir la derrota, la maquinaria del partido se vuelve a poner en marcha para ganar las siguientes. Después de un minucioso examen de los candidatos, la maquinaria escoge a un joven e idealista abogado Bill McKay (Robert Redford), que ejerce en un pueblo perdido de California, hijo de un politico retirado y le embauca convence para que se presente aún a sabiendas de que no tiene nada que hacer contra el candidato republicano. La carrera hacia el senado ha comenzado. A partir de este momento la maquinaria del partido se pone en marcha para lograr la victoria. A lo largo de la película se muestran los métodos y argucias de las que se vale la maquinaria, encarnada por Peter Boyle, para alcanzar esa victoria, como es la preparación de sus apariciones en televisión, la negociación de apoyos con otros agentes sociales, como los sindicatos, la elaboración de un programa electoral, etc. También queda perfectamente retratada la evolución del joven McKay a lo largo de la campaña. Cómo pasa de ser un idealista a ser un animal mediático, que busca el rédito electoral en cualquier aparición pública.
Habrá quien tome la película desde un punto de vista propagandístico y se quede simplemente en la difrencia de posiciones políticas entre el joven candidato demócrata y el "perro viejo" de la política del senador republicano. En este sentido, es cierto que la película parece un documental sobre las distintas posiciones políticas entre demócratas y republicanos, pero la frase final resulta totalmente demoledora: "Ya soy senador ¿y ahora que?"
lunes, 5 de noviembre de 2012
El candidato
Denominación de origen:
Críticas de cine,
Michael Ritchie,
Robert Redford
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pues ahora, a seguir mamando del bote (o del voto).
ResponderEliminarSaludos
¿Ha leído usted alguna historia de los EEUU?
ResponderEliminar¿De Grant Y Wilson?
¿De los trust y de todas aquellas almas?
No me diga que solo le interesa el cine.
Hola, Gourmet. Qué oportuna esta peli ahora que hay elecciones en USA :-D Bueno, yo en este caso no creo que nos afecte demasiado ya que las políticas económicas de Obama son parecidas a las de los republicanos y ahora mismo el centro de la tormenta está en la zona Euro, con Alemania ahí marcando el ritmo y la política. Creo que es más determinante lo que pasa aquí que lo que pueda suceder allá. En este caso, y relacionado con los demócratas y republicanos en los Estados Unidos, sería como aquí el PP y el PSOE… toman medidas parecidas que favorecen sobre todo al capital y a los bancos, aunque las de unos sean más suaves que las de los otros.
ResponderEliminarLa peli la tengo olvidada, pero tengo la sensación de que me había gustado. Buen momento para volverla a ver; la verdad es que me apetece. A ver si la tengo por aquí.
Un saludo, Gourmet. Buena reseña.
La política americana se parece poco a la española. Tenemos mucho que aprender de ellos. Por ejemplo, además de votar presidente, congreso y parte del senado, se suele aprovechar para consultas populares muy variadas (En estas elecciones, más de 150). ¿Cuántas consultas populares hemos vivido en España desde 1976? Dos.
ResponderEliminarLos niveles de transparencia, de responsabilidad y de contacto entre los representantes y los representados están a años luz de los nuestros.
De las cosas malas y horribles hablaremos otro día, claro.
Bueno gourmet, dices, y con razón, que no podemos votar, pero creo que te equivocas cuando comentas que hoy se decide quién va a mandar en el mundo. Eso no está sujeto a votación, los que mandan no se presentan a elecciones ni a procesos democráticos de ningún tipo, de modo que el voto de los estadounidenses es casi tan inútil como nuestro no voto.
ResponderEliminarBásicamente les (nos) den a elegir si queremos un caramelo de menta o de fresa, pero ni de coña tenemos capacidad de elección sobre quién y cómo se producen los caramelos.
Y hablando de pelis y elecciones americanas, muy recomendable "Los idus de marzo", de George Clooney. Una mirada despiadada sobre el mercado del poder.
Pelicula muy apropiada para este día!!
ResponderEliminarUna de las últimas películas que más me han gustado últimamente ha sido Los idus de marzo.
Saludos.
Pues ya podríamos hacer un post sobre películas y política, o mejor, unas votaciones democráticas sobre las mejores del subsubgénero. ¿Habéis visto Power, de Lumet? No era demasiado buena, pero sí trata un tema que a mí me interesa bastante: el poder de los especialistas en imagen pública.
ResponderEliminarUna película muy apropiada para estas fechas y que me gustó mucho.
ResponderEliminarCoincido con Ricar2 en que la política americana es muy distinta a la nuestra. Tengo la sensación de que allí el partido es menos importante que los candidatos, al contrario de lo que ocurre aquí y una vez elegido el candidato, se le suelen exigir mas responsabilidades en su gestión y de una forma mas directa. En cambio, es un sistema que fomenta el bipartidismo.
Los idus de marzo se me han escapado, pero siguiendo la recomendación de Eduardo y Manderly, habrá que poner remedio.