miércoles, 19 de septiembre de 2012

CINEFÓRUM DE SOBREMESA (porque el cine nos alimenta...)
Hoy: Cuatro acercamientos del cine francés al aula ,('La piel dura', 'Hoy empieza todo', 'Ser y tener', 'La clase' )

Ya estamos a mediados de septiembre. Hace nada que ha empezado la vuelta a clase. Un regreso que se prevé difícil debido a los recortes impuestos al sector educativo. Desde aquí queremos dedicar esta entrada a todas las personas que se dejan la piel en las aulas, a esas personas con verdadera vocación que sé de buena tinta que lo están pasando muy mal. Porque no sólo sufren por si cobran más o menos, o por los cambios en su situación laboral, que también, sino sobre todo porque ven cómo pueden afectar los tijeretazos a la calidad en la educación. Porque con eso no se debe jugar.

Aunque en este cinefórum vamos a hablar de películas francesas, la temática es extrapolable a otros países, incluido el nuestro.

De los títulos elegidos sólo uno ('Ser y tener') es un documental propiamente dicho. Las otras tres películas afrontan el tema desde la ficción, pero tienen algo en común: cada una en su estilo, son ficciones con un punto de vista marcadamente documental. Utilizan algunos actores no profesionales, parten de situaciones y anécdotas reales, el tipo de planos que utilizan y la forma de rodar se acerca a métodos propios del documental...

Solamente 'La clase' se desarrolla íntegramente en el centro educativo. Las otras tres salen del aula para acercarnos al entorno en que viven los chavales. Pero en todas ellas queda claro que, aunque el aula es un lugar diferenciado y diferenciable, forma parte de la realidad; y ésta, con sus problemas, entra en la escuela inevitablemente. ¿Cómo debe afrontar este hecho el maestro? ¿Se debe limitar a dar los contenidos establecidos?

Los cuatro profesores protagonistas de estas películas parece que lo tienen claro: la educación tiene que afrontar los problemas sociales, la realidad que rodea a los alumnos. La educación debe ser un todo que no solamente incluya el programa de estudios marcado, sino también otros aspectos que puedan surgir y que puedan afectar al desarrollo de los chavales. La escuela no está aislada del exterior y, por tanto, no debe actuarse como si lo estuviera.

Otro punto en común en los cuatro filmes es que se nos presenta a los profesores como personas normales y corrientes, no como un ser idealizado superior. Por ejemplo, en 'La piel dura' vemos al profesor Richet en el barrio como uno más, va al cine, convive con sus vecinos, en definitiva, es un vecino más. Respecto al profesor y director de escuela de 'Hoy empieza todo', vemos que comete errores, sus problemas familiares, etc.  En 'Ser y tener', Georges Lopez habla sobre su vida, trata con sus alumnos el tema de su jubilación... Por su parte, en 'La clase' se nos presenta a Bégaudeau como alguien que puede equivocarse.

Pero bueno, de estos y otros asuntos podemos ir hablando en los comentarios si os apetece. De momento, os dejo un comentario de cada película, más centrado en aspectos de la producción. En conjunto es un poco largo, pero al estar cada película por separado es fácil ir por partes. Recordad que podéis hablar de una de las pelis, de dos, de tres, de las cuatro, sacar algún tema al respecto que os parezca interesante... No os cortéis :-)


'LA PIEL DURA (L'ARGENT DE POCHE (FRANÇOIS TRUFFAUT, 1976)'

"La piel dura quisiera plantear esta pregunta: ¿Por qué se olvida tan frecuentemente a los niños en las luchas que em- prenden los hombres?" (François Truffaut)

Truffaut tuvo una infancia complicada. Esta circunstancia influyó en su cine. Así, en diversas ocasiones aprovechó para acercarse -y acercarnos- al mundo de la infancia; para mostrarnos con su sensibilidad el mundo de los niños. Baste nombrar su película debut, 'Los cuatrocientos golpes', o la estupenda 'El pequeño salvaje'.

'La piel dura' se rodó durante en el verano de 1975. Truffaut quería hacer algo que le ayudara a relajarse tras el desgaste que le supuso 'Diario íntimo de Adela H.' Porque, en palabras de Truffat: "Finalmente -y ésta es evidentemente la razón de ser de 'La piel dura'- yo no me canso de rodar con niños."

El director desarolló el argumento original junto con Suzanne Schiffman, una de sus colaboradoras habituales, a partir de una noticia aparecida en la nota roja de los periódicos parisinos, la cual denunciaba el maltrato físico y psicológico al que fue sometido un muchacho. A esta historia unieron unas cuantas anécdotas más para conformar el guión.


Se nos ofrece un mosaico compuesto por varias situaciones protagonizadas por unos cuantos chavales del mismo barrio en Thiers. Uno de los puntos donde confluyen varios de ellos es la escuela. Se intercalan escenas en el colegio con otras en las calles del barrio, en el cine, en las casas de algunos de ellos, etc. Al final, las diversas piezas nos ofrecen una imagen global de la infancia, desde el primer biberón al primer beso.

Es una película coral, pero hay algunos personajes cuyos papeles destacan. Entre los niños, tienen especial relevancia Patrick Desmouceaux, interpretado por George Desmonceaux, y Julien Leclou, el niño maltrado interpretado por Philippe Goldmann. Entre los adultos destaca el empático profesor Richet, encarnado por Jean-François Stévenin.


Sobre 'La piel dura', escribió Truffaut: "Yo he tenido una infancia penosa, pero menos trágica que ésta de Julien, menos desamparada, y recuerdo que estaba impaciente por llegar a adulto, me parecía que los adultos tienen todos los derechos, que pueden dirigir su vida como quieren... Quiero decir también que guardo un mal recuerdo de mi juventud, y que no me gusta la forma en que suele tratarse a los niños. Si no hubiera elegido este oficio sería instructor. (...) Siempre estamos influidos por las cosas de la infancia, porque nos devuelven a nuestros orígenes y a los orígenes de la vida. Todo lo que hace un niño en la pantalla parece que lo hace por primera vez y es precisamente eso lo que convierte tan valiosa la película dedicada a filmar jóvenes rostros en transformación... El niño inventa la vida, se golpea, pero desarrolla al mismo tiempo todas las facultades de resistencia. Estas ideas generales han guiado la elección de episodios auténticos o imaginarios que constituyen la trama de 'La piel dura'. (...) La infancia es el mundo que mejor conozco. Me siento mejor con un niño que con un adulto. Las personas están demasiado impresionadas por un papel social para ser verdaderamente sinceras. No puedo tener una conversación con ellas más que cuando hablamos de cine. Con los niños, por el contrario, puedo hablar de todo."

El director dedicó mucho tiempo y esfuerzo a estudiar y analizar a los muchachos durante el rodaje con la intención de utilizar sus comportamientos para construir la historia. Quiso que improvisaran ante la cámara, que fueran naturales, que los propios actores participaran de la construcción de sus personajes para lograr un retrato genuino y certero. Muchos de los personajes están interpretados por no profesionales.


El acercamiento del cineasta a la infancia en esta película es más amable en su conjunto que en anteriores trabajos. Hay un momento en el que se salta los límites de lo creíble, cuando un niño se salva de una muerte segura. La conversación que sigue entre el profesor y su esposa hace que integremos la escena con el resto sin problema,  quedando como una metáfora de esa época de la vida.

Este es uno de esos casos en que no se respetó para nada el título original a la horade traducirlo. El título en España, 'La piel dura',  se puso a partir de otra película del director, 'La piel suave', suponemos que para atraer al público a las salas porque estas películas no tienen nada que ver. La traducción literal del título francés sería algo así como "Dinero de bolsillo", es decir, la calderilla, monedas sueltas.

Como las otras tres películas de las que vamos a hablar, también obtuvo varios premios en su momento.

'HOY EMPIEZA TODO (CA COMMENCE AUJOURD'HUI (BERTRAND TAVERNIER, 1999)'

“Yo he querido contar en esta película la vida de los educadores, que son los auténticos héroes modernos y no los futbolistas que ganan millones y encima están dopados. Mis convicciones se reflejan enla pantalla, pero no trato de imponer un mensaje concreto al público. No trato de demostrar nada ni atacar a las instituciones sistemáticamente. Primeroy principalmente estoy interesado en los personajes que amo, en acercarlos al espectador con susdefectos y virtudes. Denunciar problemas e injusticias o criticar el mal funcionamiento del sistema es inevitable cuando estás tratando con personajes luchadores que son capaces de mover el mundo. Me interesan más los personajes que batallan contra estos disfuncio- namientos, escándalos e injusticias que el motivo de su lucha. Más bien si me emociono con su lucha es por ellos y no al revés. Por supuesto que comparto la mayoría de sus convicciones e indignaciones, si no, no podría estar  siempre a su lado y dotarlos de razón. O si no quiero saber de antemano quien está equivocado y quien no. Es algo que descubro durante el rodaje y me reservo el derecho de modificar mi visión. El cine es una forma de arte que mezcla emoción con luz. Cuando utilizas la luz, también ‘iluminas’ las cosas que no funcionan. Pero es verdad que me siento atraído por personajes comprometidos que rechazan tirar la toalla.” (Bertrand Tavernier)

Con gran parte de la comunidad educativa en pie de guerra contra el entonces Ministro de Educación Claude Allègre, Bertrand Tavernier decidió que era buen momento para rodar una película en torno a una escuela de educación infantil.

Escribió el guión junto con su hija Tiffany Tavernier y el marido de ésta, el maestro y escritor Dominique Sampiero. Extrajeron ideas del libro de Colette Duquesne "Journal d'une assistante sociale", así como de diversos testimonios de profesores y asistentes sociales. Sampiero también aportó su experiencia durante más de veinte años en las aulas de Hernaing.


La historia se ambienta en un pueblo del norte de Francia. Se rodó en el barrio de Dutemple (Valenciennes), contando con la colaboración de sus habitantes. La película nos sumerge en un lugar sumido en la miseria, con más del 30% de su población en paro tras el cierre de las minas y diversas fábricas.

Utiliza algunos actores profesionales, como por ejemplo el protagonista, Daniel Lefebvre, interpretado por Philippe Torreton, o Maria Pitarresi, que hace el papel de Valeria, su pareja. Pero también se vale de no actores, como por ejemplo algunas profesoras, algunas madres y padres y los niños, todos ellos del mismo parvulario donde se rodó, Derrière les Haies.

Tavernier nos presenta una historia de ficción pero con un estilo muy próximo al documental, aparte de por el ya comentado recurso de actores no profesionales, también por el manejo de la cámara, como por ejemplo el seguimiento de personajes cámara en mano.

Dice Adrián Massanet en una crítica: "La forma en que la cámara se introduce en las clases, moviéndose entre decenas de niños, y sin perder jamás el punto de vista ni desorientar al espectador, es un prodigio que quizá los seguidores de un cine más mecánico y espectacular deberían empezar a comprender y apreciar como una forma de representación insuperable, pues su base, sus cimientos, son las personas, la gente real, y nada puede superar la poesía de una mirada que sabe extraer de la realidad tanta esperanza. En ocasiones los actores se dirigen a la cámara y hablan de sus experiencias (pues algunos son profesores auténticos y no actores profesionales), y esto en lugar de romper el continuo secuencial, su poder hipnótico, lo enriquece con la invitación a lo que no es ficción."


No estamos ante una película alegre. La dureza de las situaciones que viven los personajes se ve reforzada por la fotografía de Alain Cloquart: triste, fría, apagada. 

Pero 'Hoy empieza todo' deja que asome un rayo de esperanza. Y es que no hay que darse por vencido. Hay que intentar seguir adelante. Con valentía, con solidaridad, luchando juntos contra las injusticias, para conseguir que nuestras grises vidas vuelvan a tener color, un color que nadie nos pueda quitar.   

Su posición respecto a los mandamases de las comunidades políticas y educativas, la excesiva burocracia de los servicios públicos, la conexión entre problemas escolares y sociedad, el papel que debe jugar el maestro y hasta dónde debe llegar su responsabilidad... Con temas como estos, no es de extrañar que provocara un amplio debate entre quienes la defendieron y quienes estaban en contra de la película. Al gobierno francés no le hizo mucha gracia.

Obtuvo diversos premios y nominaciones, entre ellos el Premio de la Crítica Internacional del Festival de Berlín y Premio del Público en el Festival de San Sebastián. Cabe destacar que obtuvo diversos premios de sindicatos de enseñanza

'SER Y TENER (ÊTRE ET AVOIR (NICOLAS PHILIBERT, 2002)'

 «Hay una falta de solidaridad en el mundo actual que se rige bajo el signo del dinero. Por eso propongo una vuelta a la sociedad anterior a la televisión y la violencia, en la que impere el razonamiento y el debate» (Nicolas Philibert)

Encuadrado en el género documental, 'Ser y tener (Être et avoir)' nos invita a pasar unos meses en una escuela rural de un pueblo francés. Esta multipremiada cinta de 2002, está dirigida por Nicolas Philibert.

La primera idea del Philibert no se centraba en la escuela, sino que según cuenta el director: "En la primavera del 2000 empecé a imaginar un proyecto sobre el mundo rural y me fui a la búsqueda y al encuentro de agricultores al borde de la ruina... Pero durante el período de mis investigaciones, la idea de una película sobre una escuela de pueblo se adueñó de mí poco a poco, sin saber muy bien el porqué. Es cierto que, desde hacía tiempo, tenía ganas de hacer algo sobre el aprendizaje de la lectura, pero esta idea quedó en bruto, como todas las cosas que guardamos en el fondo de uno mismo esperando que salgan a flote."

Una vez decidido el tema, comenzó la búsqueda de la escuela donde rodar. Una elección nada fácil. Philibert tenía claros varios aspectos. Quería un paisaje montañoso de aspecto agrícola. No deseaba un número elevado de niños, un máximo de diez o doce para que los espectadores los identificaran fácil y rápidamente y para que cada niño pudiera convertirse en protagonista. Además, buscaba una clase en la que el rango de edad del alumnado fuera lo más amplio posible. Desde niños muy pequeños a chavales a punto de terminar la educación primaria. Además, el aula debía ser lo suficientemente grande como para poder rodar allí sin problemas, y luminosa, de forma que no hubiera que añadir luces. Según el director, lo único que hicieron fue cambiar los fluorescentes. Lo demás daba más igual: profesora o profesor, al principio o al final de su carrera...


Tras cinco meses de búsqueda, tras visitar más de cien escuelas, encontró el lugar en el que rodar su película. La atmósfera que se respiraba en la clase cautivó a Philibert. Cuenta: "Me quedé sorprendido por la paz y el silencio, por la habilidad del maestro para escuchar. Todos estos detalles fueron determinantes. Cuando entré en la clase, pensé: Ésta es."

Y así, comenzó el rodaje; una aventura que llevó diez semanas repartidas entre diciembre del año 2000 y junio del 2001 y que generó unas 60 horas de metraje. El primer paso fue hacer un acercamiento, integrarse en la clase, conseguir que los niños y el maestro se habituaran a la presencia del equipo de rodaje. El primer día les explicaron lo que iban a hacer y quién haría cada cosa dentro del equipo. Les enseñaron el material y dejaron que miraran a través del objetivo de la cámara y que se pusieron los cascos. Como es normal, los primeros días se mostraban sorprendidos, pero rápidamente se acostumbraron.

Philibert y su equipo intentaron actuar siempre con el máximo respeto para con los niños. Si veían que se sentían incómodos, evitaba grabarlos. Eso explica, según comentaría el director, que algunos alumnos salgan más que otros.

Aunque la mayoría de las escenas se grabaron de forma espontánea, otras se planificaron más. En algunos casos, el director sugirío algunas situaciones. Por ejemplo, cuando el profesor habla de su jubilación con los mayores. O cuando plantea a Jojo el tema del infinito.


'Ser y tener' no solamente nos enseña el aula. Vemos también a algunos de los niños en sus casa, con sus familias. Nos inmiscuímos en un par de conversaciones íntimas de alumnos con el profesor. Y no podemos olvidar la aparición del paisaje, esa naturaleza tan hermosa como difícil en ocasiones... Como la educación.

Al final la cosa no acabó de buen rollo: Georges Lopez, el profesor,  llevó a juicio a Nicolas Philibert. Tras el éxito en taquilla, decidió reclamar por vía judicial el pago de parte de la recaudación en concepto de derechos de imagen a los productores. Según el profesor: "Fuimos engañados. La productora nos dijo a mí y a las familias de los niños que iban a hacer un pequeño documental sobre el fenómeno de la escuela rural con un solo maestro y que la película iba a ser utilizado principalmente con fines educativos. Dijeron que su proyección sería restringida, y nunca se habló de que fuera a tener fines comerciales... No teníamos ni idea de que estaría en los cines de todo el país, se editaría en DVD o se distribuiría en el extranjero." Los medios de comunicación franceses se mostraron críticos con López. Por ejemplo, un periódico tituló: "Ser y tener: el profesor preferiría tener". Sin embargo, Lopez dijo que el dinero nunca fue su motivación: "Simplemente estoy intentando que la compañía cinematográfica reconozca mis derechos". Las familias de la mayoría de sus antiguos alumnos apoyaron al maestro. Algunas declararon que también demandarían a la productora. Finalmente, el tribunal dictaminó que la asistencia de Lopez al festival de cine de Cannes, donde acudió con algunos de los chavales, y sus repetidas declaraciones públicas mostrando satisfacción con su éxito, constituía su aceptación tácita de la utilización de su imagen.

'LA CLASE (ENTRE LES MURS (LAURENT CANTET, 2008)'

"Los profesores son personas formidables con una función social muy importante, pero también son seres humanos que cometen errores. Fue importante trabajar estas ambivalencias. El profesor como personaje ejemplar que hemos visto tantas veces en el cine no me interesaba. Muchos profesores se han reconocido en el personaje, aunque muchos me repro- chan que muestre esas debilidades." (Laurent Cantet)

Ya antes de rodar 'Hacia el sur', Laurent Cantet daba vueltas a la idea de realizar una película que transcurriera en un instituto. "[...] quería demostrar que los institutos son como una caja de resonancia; un lugar que se hace eco de los acontecimientos; un microcosmos donde entran en juego cuestiones de igualdad o desigualdad de oportunidades, de trabajo y de poder, de integración cultural y social, de exclusión. Incluso había desarrollado una escena con un consejo disciplinario que era como una especie de “caja negra” del instituto." La idea no acababa de germinar, hasta descubrió 'Entre les murs', libro escrito por François Bégaudeau. Tras leer el libro sintió que aportaba dos cosas a su proyecto inicial: una especie de marco documental del que carecía y que pensaba suplir pasando unas semanas en un instituto y el desarrollo del personaje de François y la relación con sus alumnos, condensando y encarnando las diferentes facetas de los profesores que Cantet había imaginado.

Bégaudeau describía un año escolar y sus experiencias cotidianas. Laurent Cantet y su coguionista Robin Campillo entresacaron lo que les interesaba de las diferentes anécdotas y situaciones que componían el libro. Con ese material base perfilaron los personajes. Bégaudeau controló que el guión se mantuviera siempre cercano a la realidad, que las situaciones descritas no parecieran improbables. El guión no era cerrado, sino que se trataba más bien de una especie de columna vertebral que se podría ir modificando. Los chavales, por ejemplo, no leyeron nunca el guión. Se les pedía que desarrollaran cierta situación, que la improvisaran, y ellos mismos encontraban sus palabras, sus expresiones.


Cantet intenta acercarse lo más posible a la realidad que describe. Es por esto que habitualmente utiliza actores no profesionales y evita la utilización de artificios que nos alejen de la "realidad" que se nos describe. Respecto a los actores, el protagonista de 'La clase' es François Bégaudeau, el autor del libro, basado en su experiencia real como profesor. ¿Quién mejor que él para el papel de profesor?

Para los alumnos y el resto de profesores también evitó a los actores profesionales. En el Instituto Françoise Dolto, en el distrito XX de París, encontraron a las personas que necesitaban. Trabajaron con un grupo de chavales desde noviembre de 2006 hasta el final del curso escolar. Organizaban talleres abiertos un par de días a la semana en los que podía participar quien quisiera. Se acercaron unos cincuenta alumnos. Unos solamente fueron un día, otros acudieron a todas las sesiones. La clase de la película se conformó casi en su totalidad por los que asistieron durante todo el año. François Bégaudeau también participó en todos los talleres. Así, entre todos, se fueron conociendo y descubriendo lo que podían aportar a los esqueletos de los personajes que les proponían. Según el director: "Los personajes del guión inicial, que solo existían en la medida de las situaciones que podían provocar, empezaron a tomar forma."


Durante el rodaje quiso mantener la misma libertad que había existido durante la preparación. Así, alternaba largos ensayos con mucha improvisación en el set. Decidió filmar en vídeo de alta definición para reducir costes y poder permitirse rodar de seguido durante largo tiempo buscando el momento mágico. Utilizaron tres cámaras. Una enfocaba permanentemente al profesor, otra al alumno que llevase el peso de la escena y la tercera se encargaba de otras cosas que podían pasar en clase. En el lateral de aula prepararon un pasillo técnico de dos o tres metros donde estaban las tres cámaras; siempre en el mismo lado y con la misma orientación: el profesor a la izquierda, los alumnos a la derecha. Cuenta Cantet: "Muy pocas veces se filmaron miradas. La idea era filmar la clase como un partido de tenis. El modo en que François guiaba la escena desde el interior, después de haber hablado de los pormenores, exigía una complicidad que pocas veces se consigue entre un actor y un director. En general, el actor hace lo que le pide el realizador. 'La clase' es diferente de todas mis anteriores películas porque ha nacido de una responsabilidad totalmente compartida."

'La clase' se estrenó en mayo de 2008 en la sección oficial del Festival de Cannes, donde se llevó la Palma de Oro. Aparte de este premio, ha obtenido numerosos galardones y nominaciones.

Pero también ha habido sectores críticos con el filme. La contestación a éstos es clara: "Se me ha acusado de pretender hacer un gran discurso sobre la escuela, cuando yo nunca he querido generalizar o ejemplarizar lo que cuento. Solo muestro momentos particulares en una escuela particular en un único curso escolar. Los sectores más reaccionarios me han dicho que la escuela está para aprender reglas gramaticales y no para discutir sobre la vida. Pero para mí la escuela debe ser un lugar de debate, un sitio donde pensar y ponerse en duda a uno mismo."


7 comentarios:

  1. Acertadísimo post, venero las cuatro películas, los franceses siempre se han acercado a las aulas, desde Pagnol hasta Malle o Truffaut, quizás por destacar alguna, quizás porque la vi en el cine, me quedaría con "Ça commence aujord'doui". Repito, enhorabuena por lo oportuno, estupenda reseña.

    Saludos
    Roy

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    1. Gracias, Roy Bean.

      La verdad es que cuando nos planteamos retomar el cinefórum la idea de dedicar el primero a alguna película relacionada con el mundo de la educación surgió casi de inmediato. Hay temas de los que hay que hablar, aunque sea en este caso poniendo la excusa del cine, que es de lo que trata este blog. Y, además, la fecha cuadraba de lujo :-)

      Nos decantamos por el cine francés precisamente porque, como dices, es de las cinematografías que más veces, y a mi entender mejor, se han acercado a las aulas. De hecho, ya hemos tratado en este blog otras películas francesas sobre educación. Que recuerde ahora mismo, 'Cero en conducta' y 'El pequeño salvaje'.

      De estas cuatro no sabría con cuál quedarme, la verdad. De ahí que en el cinefórum hablemos de las cuatro :-)

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  2. Un instructivo post, muy bueno, digno de las cuatro estupendísimas e instructivas películas de las que hablas.
    Aunque he sufrido una ligera desilusión por lo de la reclamación de Georges Lopez (desconocía el asunto), parece como que se cae un poco la cuasi idílica imagen de entrañable maestro rural, ¿no?, tendré que investigar un poco más sobre el tema.

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    1. Muchas gracias, Mr. Lombreeze.

      El tema de Georges Lopez lo escuché en su momento, hace ya unos años. Y sí, choca mucho con la imagen que te haces de él. Por si te interesa, en la página de la película en la wikipedia (en la versión en inglés) vienen un par de enlaces sobre este asunto (en inglés también).

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  3. Para empezar, enhorabuena por el post, y en un doble sentido: por su calidad por la prolija cantidad de datos que nos ofrecéis; y por centrar el debate sobre un sector que me toca de lleno, y que está pasando por malos, peores, momentos.

    De las películas, a excepción de Ser y tener que no he visto, las demás me parecen estupendas. Truffaut siempre mostró su interés por la educación y considero que es el director que mejor ha trabajado con niños. La película de Tavernier la recuerdo poco, pero bien. Más reciente tengo La clase, película de la que me esperaba poco y que consiguió engancharme.

    Y ahora, permítanme que me retire un momento y prometo esta noche dar un punto de vista sobre "lo que esta ocurriendo".

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    1. Gracias, Enrique. Me imaginaba que como profe te interesaría el cinefórum.

      Cuando puedas, intenta ver 'Ser y tener', que creo que te puede gustar.

      Esperamos tu punto de vista sobre "lo que está ocurriendo" :-)

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  4. Pues para empezar, parto del análisis de la última película citada. El Instituto, ese infierno cruel de nuestra enseñanza reglada. En cualquier caso, el debate que se abrió en Francia fue más intenso que el generado aquí en España, y eso se debió, creo, a un par de circunstancias:

    - Por un lado, en Francia se sorprendían, en ciertas esferas, de que los alumnos fueran realmente "tan así". El profesor de a pie sí se reconocía en este retrato, para bien o para mal, tan alejado del arquetípico profesor heroico. Sin embargo, en España tenemos más asumido este papel de antihéroe que todo docente representa y asumido más bien el de bienintencionado vocacional. No obstante, al menos así me lo hicieron constar todos los profesores con los que hablé, el alumnado que a los franceses les parecía tan terrible a nosotros nos parecía bastante normalito.

    - La segunda circunstancia se debe al propio sistema educativo francés, que dota de una mayor salida profesional a su alumnado. La educación en España brilla en sus universidades generalmente, pero tropieza con la formación profesional. Esta desesperación del alumnado español con respecto a su futuro profesional no es tan patente en el alumnado francés (desgraciadamente, en este sentido no me refiero únicamente a las profesiones técnicas, sino también a las universitarias).

    En cualquier caso, y volviendo a la película, es de destacar el punto de partida: un profesor con un tropiezo, enfrentado a un claustro de profesores anclados en la rutina, dirigidos por un joven director que más parece un alto ejecutivo que un docente (en este sentido, la dirección de centros en Europa es muy diferente a la española; en gran cantidad de análisis comparativos se alaba este modelo europeo; yo, desde mi ignorancia, recelo de su efectividad absoluta).

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