Los mejores besos

Quién de vosotros podría sentir o entender la historia del cine sin las escenas de los besos, todos tenemos nuestras películas favoritas y cómo no, dentro de las pelis nuestros besos favoritos. Los besos en la gran pantalla históricamente siempre han ido bien para todos, espectadores, distribuidores y productores. El primer éxito fue en 1896, un cortometraje que se tradujo al español precisamente con ese título “El beso” (The May IrvinKiss), en el que se veía un primer plano de un hombre bigotudo besando a una oronda mujer.

Con el tiempo el beso cinematográfico ha ido cambiando su factura, desde los besos más exagerados de la Dama de las Camelias de Francesca Bertini o Rodolfo Valentino en Sangre y arena, hasta los más apasionados como los de Clark Gable y Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó. Pero hay besos que nunca se olvidan como el de Burt Lancaster y Deborah Kerr en De Aquí a la Eternidad o el de John Wayne y Maureen O´Hara en El hombre tranquilo.

El cine negro clásico también nos dejó grandes besos. Basta recordar los de Gilda, El cartero siempre llama dos veces o Tener y no Tener, entre otros muchos. Pero el beso no entiende de géneros y ha aparecido con igual intensidad en un Western como Duelo al sol que en una comedia como Con faldas y a lo loco.

En los últimos tiempos se ha impuesto un tipo de beso menos afectado y teatral pero mucho mas eróticos, como los que se pueden ver en Sin aliento, Fuego en el cuerpo,

Instinto Básico o Drácula.

Hoy os proponemos que nos digáis que tipo de beso os gusta más y por supuesto qué beso cinematográfico no olvidaréis nunca. Espero vuestros comentarios…