Ayer, 29 de Septiembre,a la edad de 85, años nos dejaba Tony Curtis.
Su nombre real era Bernard Schwartz y era hijo de emigrantes judios de origen húngaro. Sirvió en la marina al final de la segunda guerra mundial e inicia su carrera cinematográfica en 1948 en la que ha permanecido activo hasta prácticamente su muerte.
Trabajó en más de un centenar de películas y nos deja joyas como "Con faldas y a lo loco", considerada por Instituto Americano del Cine como la película mas divertida de todos los tiempos. Sin embargo, sólo estuvo nominado al Oscar en una ocasión, en 1958 por la película "Fugitivos" de Stanley Kramer.
Estuvo casado media docena de veces. De su primer matrimonio con Janet Leigh nacieron su dos hijas, Kelly y Jamie Lee Curtis, ambas actrices.
Su última esposa, Jill Vandenberg, era 45 años menor que el. Mujeriego incurable, le gustaba bromear, "la única de todas mis co-protagonistas con la que no tuve una relación fue Jack Lemmon".
Además de actor, también ejerció la pintura y las artes plásticas.
La mejor forma de rendirle nuestro pequeño homenaje es utilizar las palabras de su hija Jamie Lee Curtis: "Mi padre deja un legado de grandes actuaciones en películas, junto a sus cuadros y obras de arte. Deja hijos y sus respectivas familias que le amaban y respetaban, además de una esposa y parientes que estaban dedicados a él. También deja admiradores por todo el mundo".
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