sábado, 22 de agosto de 2009

Moteros tranquilos, toros salvajes


Moteros tranquilos, toros salvajes
La generación que cambió Hollywood
Biskind, Peter
ISBN 978-84-339-2562-6. PVP con IVA 13,00 €. Nº de páginas 672. Colección Crónicas
Año de edición:2004
Editorial Anagrama.

Un retrato subjetivo del Nuevo Hollywood, una generación de cineastas que surgieron apoyándose en el nuevo cinema europeo sobre el viejo Hollywood, sobre las cenizas de los grandes estudios.

Surgieron con una fuerza y aceleración desmesurada, sin control, para lo bueno y para lo malo, sea lo que sea lo bueno y lo malo. Un momento especial, de inflexión, simplemente paso, un puñado de personas que por allí pululaban lo vieron, creyeron en ello y se lanzaron, unos hacia arriba otros no.

Cada uno con su estilo, con sus ideas, sus limitaciones, actitudes y aptitudes crearon una corriente creativa decisiva, una corriente de imaginación, estilo, drogas, sexo, arte, iniciativa, éxitos, fracasos, miedos y apuestas arriesgadas.

Estamos hablando de un periodo, finales de los sesenta y los setenta, donde emergieron Warren Beatty, Friedkin, Spielberg, Coppola, Scorsese, Altman, Lucas, Pau y Leonard Schrader, Bogdanovich, Cimino, Dennis Hopper, Evans, Rafelson, Hal Ashby… ¿Películas?, Toro Salvaje, Tiburón, La guerra de las galaxias, Apocalypse Now, El exorcista, Malas calles, The last picture, Mash, Bonny &Clyde, Chinatown, El padrino, Easy Rider… Los primeros pasos de Robert de Niro, Al Pacino, Jack Nicholson… .¡Palabras mayores en la historia del cine, casi nada!

El libro nos habla de los directores, películas, guionistas, actores … pero sobre todo del ambiente que los rodeo, cinematográfico, social, político, cultural y que hizo posible esta época de contrastes, éxitos rotundos o fracasos rotundos, pero siempre a tope. Un lapsus de tiempo , un lapsus de cine, sin continuidad definida pero que sirvió de base al cine actual y supuso un cambio en la forma de entender la creación y distribución del cine. Estrenos, reestrenos, la producción de películas cambió, cambió mucho.

El libro es explosivo, una tormenta de datos, un lenguaje directo, aparentemente documentado, intentando que el lector sea espectador privilegiado de los diálogos, testigo directo de reflexiones, sensaciones y sentimientos que se vivían a un ritmo rápido, rapidísimo…. demasiada velocidad.

El libro engancha, son películas que todos hemos visto, personajes que todos conocemos, anécdotas curiosas cuando menos, lenguaje entretenidísimo, apoyado por una historia que lo respalda. Quizás lo entretenido sean los personajes, su historia, da igual, engancha.

La historia de cómo se generan las películas cumbre del periodo no dejan indiferente, imposible, es casi imposible que se hayan podido crear, casi imposible que se hayan podido empezar y no digamos terminar.

Al final queda un poco de regustillo amargo, muchos lucharon por ser ellos mismos, cine de autor, algunos ¿sucumbieron? al comercio, ¿donde están sus primeros ideales?, la libertad, la creatividad, se sugiere una respuesta…. están en el banco, lujos o enterrados bajo una sobredosis de la droga que sea o de una borrachera de éxito y resaca de fracaso.

Cuando uno lee este libro, se palpa un ambiente, el entorno, unos personajes peculiares cuando menos ....
Milius lo llevó a una tienda de deportes y armería en Beverly Hills, a buscar una pistola.El dependiente le enseñó una 38; fría acerada, dura, a Paul le gustó. Vió a una chica junto a las raquetas de tenis, apuntó el cañón a su cabeza y la siguió por toda la tienda , apretando el gatillo unas cuantas veces. Si alguna vez hubo un sicópata al que no había que venderle nunca un revólver, ese era Paul dice Milius. Le conté esta historia a Scorsese y la puso en Taxi Driver.

Y las preocupaciones por lo que les rodea .....
Puede que los asesinatos de Charles Manson fueran una señal, pero la mayoría la desoyó: todos estaban demasiado ocupados filmando, drogándose, follando y gastando dinero.

Cuando Warner vende su participación a Seven Arts (tv), el pez chico se come al grande, Eliot Hyman como nuevo presidente nombra a su hijo Kenny Hyman jefe de producción y una de las premisas que se marca era ….
Su intención era ganarse la benevolencia de los directores cediéndoles más control artístico , y contrató a Sam Peckinpah para dos películas –Grupo salvaje y La balada de Cable Hogue-, después de que a Peckinpah le hicieran virtualmente el vacio por su alcoholismo, su falta de respeto y otros delitos contra el sistema de los estudios.

Sobre William (Billy) Friedkin, El exorcista y su relación con los actores, nos encontramos más detalles que forjaron su fama...:

Le gustaba disparar al aire para asustar a los actores. O poner cintas a toda pastilla, cualquier cosa, hasta la banda sonora de psicosis….Era despiadado y hacía cualquier cosa con tal de salirse con la suya. Al final de la película, cuando el padre Karras está a punto de morir, un cura le da la extremaunción. El director contrató a un auténtico cura, el padre William O´Malley. O´malley hizo toma tras toma. No satisfecho, Friedkin dijo al final:
- Bill, no lo estás haciendo como Dios manda
.
- Billy, le he dado los últimos sacramentos a mi mejor amigo quince veces; ya son las dos y media de la mañana.
- Ya lo sé. ¿confías en mí?
- Por supuesto que confío en ti, replicó O´Malley.

Billy le dio una bofetada en la cara con el dorso de la mano. Puede que no fuera una técnica propia de Stanilavski y, naturalmente, escandalizó a los católicos presentes, pero funcionó.

-Cuando hice la toma siguiente, la mano me temblaba
, dice O´Malley. Pura adrenalina.

Tiburón, una de las maquetas al fondo del mar, Spielberg, Lucas y Coppola de visita en el estudio metiéndose en la boca del tiburón y se atasca la mandíbula,…. Y como apenas había dinero, pues entonces que salga menos el tiburón y por supuesto nada de tomas de tiburones vivos, simplemente que salga menos, al fin y al cabo así se crea más suspense … como recordaban de la película El enigma del otro mundo, donde la criatura no aparece hasta el final. Un acierto.


Algunas notas de la contraportada y algunos comentarios :

El espectacular éxito de Easy Rider en 1969, una película de moteros de escaso presupuesto, marcó el inicio de una nueva era en Hollywood. Una generación de jóvenes directores, Scorsese, Coppola y Spielberg entre otros, comenzaron a filmar con actores aún poco conocidos, como Robert De Niro, Al Pacino y Jack Nicholson, y en pocos años se convirtieron en los nuevos y poderosos señores de Hollywood, artífices de clásicos modernos como El padrino, China-town, Taxi Driver y Tiburón. Basado en cientos de entrevistas con los propios directores, pero también con productores, estrellas, agentes, guionistas, ejecutivos de los estudios, esposas y ex esposas, el libro de Peter Biskind narra día a día la epopeya de los jóvenes lobos de Hollywood, la génesis de sus películas y sus luchas contra el establishment. Moteros tranquilos, toros salvajes es la espléndida crónica de ese viaje alucinante que fue Hollywood en los años setenta, la historia apasionante y verídica de la última gran edad de oro del cine americano, una exaltada celebración de la creatividad y la experimentación, pero también del sexo, las drogas y el rock and roll.

«Un libro apasionante y una verdadera rareza, pone todos los entresijos de Hollywood al descubierto, y lo leemos boquiabiertos, engullendo un escándalo tras otro a tal velocidad que corremos el riesgo de ahogarnos. Pero también es una crónica excepcional, escrita con notable inteligencia, llena de información y que va más allá de los escándalos...» (San Francisco Chronicle).

«La última edad dorada del cine creativo de Hollywood en una crónica imprescindible» (Diego Manrique, El País);

«Morboso, duro, documentado e imprescindible» (Carlos Boyero);

«¡Qué maravilla!» (Manuel Hidalgo, El Mundo).

«Indiscutiblemente, el mejor libro sobre el tema» (Tim Appelo).

«Un libro que equivale al mejor Robert Altman» (Mark Steyn).

«El retrato salvaje de la última época de oro de Hollywood» (Festival del Film Norteamericano de Deauville, 2002).

Peter Biskind ha sido jefe de redacción de la revista Premíete y director de American Film. Sus artículos han aparecido en The New York Times, Los Ángeles Times, The Washington Post y Rolling Stone, entre otras publicaciones.

4 comentarios:

  1. Soberbio artículo, mi enhorabuena, dan unas ganas enormes de leer el libro. Y si encima es cierto lo de «Un libro que equivale al mejor Robert Altman», ya ni te cuento.

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  2. Gracias por tu comentario Eduardo.
    Hay un capítulo que se centra en Altman y empieza con el pique de Mash con Mike Nichols y Trampa 22, de hecho Altman tenía una pancarta en su despacho que ponía "entrampado 22", mas luego el pique con Beaty , sus comienzos ...

    y una anécdota, cuando menos, curiosa y que también se cuenta en el libro:

    A Altman le gustaba el juego y solía ir a Las Vegas, un día fue con un amiguete y su chica.

    El amigo entró en su habitación y vió al director retozando entre billetes de cien dólares desparramados por la alfombra.

    - "te doy uno de éstos por tu chica" le dijo Altman.
    - "¿qué coños está diciendo?¡A mi chica tú no la tocas!"
    - "¡Te doy dos!"

    En algunos casos Peter Biskind presenta dos puntos de vista de distintas situaciones, en otros no. Todo todo quizás no sea literalmente así como lo cuenta, pero es divertido.

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  3. Yo lo tengo pendiente, pero he leído su otra obra Sexo, mentiras y Hollywood que parece ser una continuación de esta pero hablando básicamente de Miramax y los Weinstein.

    Lo que no me gustó fue la traducción. No sé si es por cómo está escrito, pero me pareció que no ayudaba mucho.

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  4. Pues leí tu comentario sobre Sexo, mentiras y Hollywood, en mi caso era el que tenía pendiente, me gustó mucho, por eso me desanimó un poco la conclusión. Leí el comentario al terminar de leer el libro de Moteros tranquilos y me apetecía seguir con la historia.

    Supongo que en este caso, con una visión más amplia, la época, películas y personajes tienen un peso suficientemente mayor como para, en mi caso, obviar la traducción y disfrutar de la lectura. No me molestó la traducción, sí algún salto en la historia que me lió un poco pero la lectura me resultó entretenida. Lo del título del libro es caso aparte.

    Aunque soy algo escéptico en cuanto a algunas aseveraciones que se realizan en el libro y a la literalidad de algunas expresiones, el peso de la historia que cuenta me pudo. Demasiadas películas y sentimientos que me impactaron me impiden ser objetivo y me impiden ser demasiado crítico.

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