viernes, 3 de julio de 2009

Australia: demasiado continente


Película en la que todo quiere ser grande: épica en su carácter aventuresco, sello de que quiere emular los clásicos de aventuras; romántica hasta la desesperación, aunque en muchas ocasiones cae en lo caricaturesco; pretenciosa en el metraje, aunque para ello deba recurrir a dos o tres historias superpuestas (y de las que yo me quedo con la primera, la del traslado del ganado); comprometida, aunque caiga en lo sensiblero; enamorada del paisaje de Australia, aunque lo disfrace con multitud de filtros que le dan un tono videoclipero, especialmente a las escenas bélicas.

Es una gran película, de esas que aspiran a muchos Oscar, pero no es una buena película.

Lo que la salva es que puede resultar entretenida, a pesar de su acumulación desesperada de minutos. La Kidman está bien en la primera parte, en la segunda es demasiado madraza. Jackman es una completa caricatura: cumple con su papel, pero es que su papel está muy visto (el gag en el que una asombrada Sarah Ashley (N. Kidman) lo ve por la noche echándose agua como si se tratara del anuncio de la Coca-Cola es ciertamente ridículo, y alguien le tendría que haber dicho al señor Luhrmann que esto no era Moulin Rouge donde sí podía haber tenido cabida).

El elenco de personajes es también pura caricatura: todos son en apariencia muy duros, pero con un corazón muy tierno: el viejo borracho del principio, el dueño del bar, el cuñado negro de Drover (Jackman), el capitán del ejército... a excepción del malo, que es muy malo.

Vamos, que no la recomiendo, a pesar de que las circunstancias pueden obligar a que la tengamos que ver algún día.

Un 6 puede ser una nota más que generosa a tamaña empresa.

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