Este mes hemos tenido la oportunidad de pasar unos días tranquilos en un monasterio, y del reposo y la meditación ha surgido un menú lleno de espiritualidad. Hemos querido desnudarnos de supuestas sabidurías culinarias, de habilidades y de perejiles, para ir a la esencia de los alimentos sencillos, que no simples, con elaboraciones mínimas pero precisas, poniendo la máxima atención en cada detalle. Los platos que os serviremos serán frugales, como corresponde, pero en pocas ocasiones habréis tenido la oportunidad de comer nada más real. Quizás de primero os encontréis solo una zanahoria, pero no es una zanahoria cualquiera, es La Zanahoria.
Una frase del maestro Bresson será la mejor explicación de lo que os vais a encontrar:
"Quiero ser mucho más realista de lo que es posible, eso es lo que en definitiva deseo, usando tan sólo el material en bruto obtenido de la filmación de la vida real. Pero siempre termino con un realismo final que no es simplemente realismo. La superficie realista no es más que eso, una superficie, y el material sin tratar de la vida real es el material puro de lo trascendente"
Una frase del maestro Bresson será la mejor explicación de lo que os vais a encontrar:
"Quiero ser mucho más realista de lo que es posible, eso es lo que en definitiva deseo, usando tan sólo el material en bruto obtenido de la filmación de la vida real. Pero siempre termino con un realismo final que no es simplemente realismo. La superficie realista no es más que eso, una superficie, y el material sin tratar de la vida real es el material puro de lo trascendente"

Biografía:
Robert Bresson, (Francia, 25 de septiembre de 1901 - 18 de diciembre de 1999), cineasta, autor de una serie de películas en las que desarrolló un discurso en busca del total y absoluto ascetismo, aspirando a captar aquello que escapa a la mirada ordinaria.
Tras abandonar la pintura y la fotografía, fue en 1943, después de un año de cautiverio en Alemania cuando realizaría su primera película Los ángeles del pecado (Les anges du péché).
La mayoría de los admiradores de Bresson coinciden en considerar Pickpocket (1959), como su obra más pura y más perfecta. Pero esta película es la culminación de un proceso característico de depuración y abstracción. Las dos primeras de este realizador, Los ángeles del pecado (1943) y Les dames du Bois de Boulogne (1945), presentan todavía elementos estéticos y dramáticos dominantes en la producción francesa de la época: actores profesionales (la mayoría de los cuales son también actores de teatro), recurso a diálogos literarios (de Jean Giraudaux en la primera y de Jean Cocteau en la segunda), imágenes muy elaboradas y muy dramáticas gracias a una iluminación hábil (en ambos casos se debe a Philippe Agostini, un gran especialista de la fotografía estética). El cambio llega con El diario de un cura de campaña (Le journal d'un curé de campagne, 1951): se constata una ruptura completa con la literatura, ya que la novela de Bernanos se concibe de nuevo en función del "cinematógrafo". Los diálogos, que se deben al propio realizador, obedecen al principio de neutralidad dramática y tonal que será a partir de entonces su regla de oro en cuanto a las imágenes, marcadas todavía por una cierta dramatización (son obra de Léonce Henri Burel, antiguo cámara de Gance ) evolucionan hacia el ideal de Bresson en esta materia: "planas" e "insignificantes no significantes". El giro es definitivo en Un condenado a muerte se ha escapado (un condamné a mort s'est échappé, 1956), en la que la palabra (el sonido) y la imagen se equilibran en una misma neutralidad estética y dramática. Otra señal de esta ruptura definitiva es el hecho de que así como la música de sus tres primeras películas fue escrita por un compositor contemporáneo (Jean Jacques Grunenwald) y está marcada por un cierto lirismo, la de esta última es de Mozart y se utiliza con parsimonia con la perspectiva de contribuir a la desdramatización plástica y tonal de la obra.
Robert Bresson ocupa en el cine francés un lugar completamente aparte: es inclasificable, y no se le puede asociar a ninguna escuela ni movimiento. Es un artista solitario, silencioso, secreto. Hacia el final de su etapa de director, en 1975, publicó el libro Notes sur le cinématographe (Notes sobre el cinematógrafo), una colección de aforismos a través de los que expone sus principios artísticos con acierto y total sinceridad. Es un perfeccionista tanto en la expresión verbal como en los métodos de trabajo; continuamente designa al Séptimo Arte con el término "cinematógrafo", puesto que el cine para él es únicamente "teatro fotografiado". Hay, según Bresson, "dos tipos de películas: aquellas que emplean medios teatrales (actores, puesta en escena, etc) y se sirven de las cámaras para reproducir, y aquellas que emplean los medios del cinematógrafo y se sirven de las cámaras para crear". A él se debe también esta definición en la que encontramos un eco de la fórmula de Abel Gance, otro artista único: "el cinematógrafo es escritura con imágenes en movimiento y sonidos".
En 1995, la totalidad de su obra, compuesta de un total de 13 largometrajes (cantidad relativamente baja) fue distinguida por la Académie française du cinema con el Premio René Clair.
Filmografía seleccionada
Las damas del bosque de Bolonia (Les Dames du bois de Boulogne, 1945)

Los ángeles del pecado (Les Anges du péché, 1943)

Diario de un cura rural (Journal d'un curé de campagne, 1950)

Un condenado a muerte se ha escapado (Un condamné à mort s'est échappé, 1956)

El carterista (Pickpocket, 1959)

El proceso de Juana de Arco (Procès de Jeanne d'Arc, 1962)

Al azar de Baltasar (Au hasard Balthazar, 1966)

Mouchette (Mouchette, 1967)

Una mujer dulce (Une femme douce, 1969)

Cuatro noches de un soñador (Quatre nuits d'un rêveur, 1971)

Lancelot du Lac (Lancelot du Lac, 1974)

El diablo probablemente (Le Diable probablement, 1977)

El dinero (L'Argent, 1983)

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