Svankmajer, según Arcimboldo |
Hace un tiempo ya que en este espacio le dedicamos una entrada al genio checo. Y es bien sabido que en nuestras cocinas, las técnicas del stop-motion nos son muy queridas. Pues bien, siguiendo con los hermanos Quay, a la que hace dos días le dedicamos una primera entrada, hoy os traigo una muestra de su obra. Se trata de un homenaje a Svankmajer titulada El gabinete de Jan Svankmajer (The Cabinet of Jan Svankmajer, 1987), de los hermanos Quay. En él, vemos una figuración de Svankmajer -transfiguración de El bibliotecario, de Arcimboldo-, que se mueve a placer por la estancia repleta de objetos. Un muñeco, supongo que la figuración de un aprendiz -los propios Quay, me aventuro a pensar- asiste al repertorio iconográfico que el bibliotecario le muestra. Estructurado en nueve capítulos de azarosa disposición y con el valor transgresor de un humor radical, entraremos en un panteón surrealista donde Breton, Carroll, Lautreamont, Kafka, Poe o Arcimboldo decoran el taller de Svankmajer (que se simultanea en los siglos XVI y XX). De la mano de este muñeco visitante, jugaremos con el objetuario (perdón por el palabro) que los adictos a Svankmajer reconocemos al instante: los cajones (acuérdense de Alice), los huesos, los mapas, las piedras... ¡Que lo disfruten!
>
No sé si conocéis este blog: http://www.nplus2.com.ar/ que publica bastante material de este tipo. Saludos
ResponderEliminarPues me temo que no lo conocía. Gracias por el enlace, Ricar2, husmearé un ratito por allí, parece un blog muy interesante.
ResponderEliminarSaludos
Hola Gourmet
ResponderEliminarFeliz año! y feliz post.
La contracultura si así podemos definir la obra de animación de los hermanos Quay o de su inspirador Svankmajer, me resulta indudablemente interesante, pero reconozco que estéticamente no me llega.El cine de otros directores que tambien la han utilizado como Tim Burton me llega más, sintonizo mucho mejor.
Un saludo
Feliz año, Cristina.
ResponderEliminarLa estética, claro está que utilizan estos autores dista mucho de la de Tim Burton, aunque empleen técnicas parecidas. Pero, además, su temática es radicalmente opuesta: Burton no es surrealista ni, digamoslo así, "raro". Su lenguaje es sofisticado y al servicio de una historia coherente.
Gracias por pasarte y comentar.
Saludos