Sergei Mijáilovich Eisenstein |
Resulta que como podéis ver aquí a la derecha, el cinefórum de la próxima semana está dedicado a 'Cantando bajo la lluvia', película que como todos sabéis, sitúa la acción en ese mágico y controvertido momento en el que se produjo la transición del cine mudo al sonoro. Así que hemos pensado que sería una buena idea aprovechar esta semana previa para recordar cómo se vivió aquel cambio.
Empezamos con el "Manifiesto del contrapunto sonoro", firmado a principios de la década de los 30 por los tres principales directores/montadores del cine soviético revolucionario, Sergei Eisenstein, Vsévolod Pudovkin y Grigori Alexandrov.
Muy a menudo se dice que estos tres cineastas, como otros, se posicionaron en contra del sonoro, pero no es cierto. Más bien lo veían como una oportunidad de perfeccionar el arte del montaje, espectacularmente desarrollado durante la época del cine mudo. Lo que sí percibían era un peligro en la posibilidad de que la nueva técnica convirtiera al cine en mero teatro hablado y proyectado, en lugar de desarrollar tecnologías que permitieran experimentar con el inmenso potencial artístico y narrativo del nuevo lenguaje audio-visual. Es por ello por lo que escribieron el manifiesto, en el que definen las bases teóricas de lo que para ellos debería ser la utilización del sonido en el lenguaje audiovisual.
Su radicalidad formal quizá fue poco desarrollada en el cine posterior, pero parece indudable que la nueva combinación de imagen y sonido dio lugar a un arte rico y complejo.
Os dejamos con el texto.
MANIFIESTO DEL CONTRAPUNTO SONORO
El sueño largo tiempo acariciado del cine sonoro es una realidad. Los norteamericanos han inventado la técnica del film hablado y lo han llevado a su primer grado de utilización práctica.
Alemania, asimismo, trabaja muy seriamente en idéntico sentido. En todas partes del mundo se habla de esta cosa muda que finalmente ha encontrado su voz.
Nosotros, que trabajamos en la Unión Soviética, somos plenamente conscientes de que nuestros recursos técnicos carecen de la envergadura suficiente para permitirnos esperar un éxito práctico y rápido en este camino. Pero ello no impide que consideremos interesante enumerar un cierto número de consideraciones preliminares de naturaleza teórica, teniendo en cuenta, además, que si no estamos mal informados parece que este nuevo progreso tiende a orientarse por un mal camino.
Porque una concepción falsa de las posibilidades de este descubrimiento técnico no sólo puede estorbar el desarrollo del cine-arte, sino que también puede aniquilar su auténtica riqueza de expresión actual.
Vsévolod Ilariónovich Pudovkin |
El cine contemporáneo, al actuar como lo hace por medio de imágenes visuales, produce una fuerte impresión en el espectador y ha sabido conquistar un lugar de primer orden entre las artes.
Como sabemos, el medio fundamental -y por añadidura, único- mediante el cual el cine ha sido capaz de alcanzar tan alto grado de eficacia es el montaje.
El perfeccionamiento del montaje, en tanto que medio esencial de producir un efecto, es el axioma indiscutible sobre el que se ha basado el desarrollo del cine. El éxito universal de los filmes soviéticos se debe en gran parte a un cierto número de principios del montaje, que fueron los primeros en descubrir y desarrollar.
1.- Así pues, los únicos factores importantes para el desarrollo futuro del cine son aquellos que se calculen con el fin de reforzar y desarrollar sus invenciones de montaje para producir un efecto sobre el espectador. Al examinar cada descubrimiento, situándose en esta perspectiva, es fácil demostrar el escaso interés que ofrece el cine en color y en relieve en comparación con la gran significación del sonido.
2.- El film sonoro es una arma de dos filos, y es muy probable que sea utilizado de acuerdo con la ley del mínimo esfuerzo, es decir, limitándose a satisfacer la curiosidad del público. En los primeros tiempos asistiremos a la explotación comercial de la mercancía más fácil de fabricar y de vender: el film hablado, en el cual la grabación de la palabra coincidirá de la manera más exacta y más realista con el movimiento de los labios en la pantalla, y donde el público apreciará la ilusión de oír realmente a un actor, una bocina de coche, un instrumento musical, etc. Este primer periodo sensacional no perjudicará el desarrollo del nuevo arte, pero llegará un segundo periodo que resultará terrible. Aparecerá con la decadencia de la primera realización de las posibilidades prácticas, en el momento en que se intente sustituirlas con dramas de "gran literatura" y otros intentos de invasión del teatro en la pantalla. Utilizado de esta manera, el sonido destruirá el arte del montaje, pues toda incorporación de sonido a estas fracciones de montaje las intensificará en igual medida y enriquecerá su significación intrínseca, y eso redundará inevitablemente en detrimento del montaje, que no produce su efecto fragmento a fragmento sino -por encima de todo- mediante la reunión completa de ellos.
Grigori Alexandrov |
3.- Sólo la utilización del sonido a modo de contrapunto respecto a un fragmento de montaje visual ofrece nuevas posibilidades de desarrollar y perfeccionar el montaje. Las primeras experiencias con el sonido deben ir dirigidas hacia su no coincidencia con las imágenes visuales. Sólo este método de ataque producirá la sensación buscada que, con el tiempo, llevará a la creación de un nuevo contrapunto orquestal de imágenes-visiones e imágenes-sonidos.
4.- El nuevo descubrimiento técnico no es un factor casual en la historia del film, sino una desembocadura natural para la vanguardia de la cultura cinematográfica, y gracias a la cual es posible escapar de gran número de callejones que realmente carecen de salida; el primero es el subtítulo, pese a los innumerables intentos realizados para incorporarlo al movimiento o a las imágenes del film; el segundo es el fárrago explicativo que sobrecarga la composición de las escenas y retrasa el ritmo. Día a día, los problemas relativos al tema y al argumento se van complicando. Los intentos realizados para resolverlos mediante unos subterfugios escénicos de tipo visual no tienen otro resultado que dejar los problemas sin resolver, o llevar al realizador a unos efectos escénicos excesivamente fantásticos. El sonido, tratado como elemento nuevo del montaje (y como elemento independiente de la imagen visual) introducirá inevitablemente un medio nuevo y extremadamente eficaz de expresar y resolver los complejos problemas con que nos hemos tropezado hasta ahora, y que nunca hemos llegado a resolver por la imposibilidad en que nos hallábamos de encontrar una solución con la ayuda únicamente de los elementos visuales.
5.- El «método del contrapunto» aplicado a la construcción del film sonoro y hablado, no solamente no alterará el carácter internacional del cine, sino que realzará su significado y su fuerza cultural hasta un punto desconocido por el momento. Al aplicar este método de construcción, el film no permanecerá confinado en los límites de un mercado nacional, como sucede en el caso de los dramas teatrales y como sucedería con los dramas teatrales filmados. Al contrario, existirá una posibilidad todavía mayor que en el pasado de hacer circular por el mundo unas ideas susceptibles de ser expresadas mediante el cine.
Hacía mucho que no había repasado este manifiesto. Gracias por recordárnoslo.
ResponderEliminarComo bien sabes, no fueron únicamente los soviéticos los que desconfiaron, en sus inicios, del sonoro. También lo hicieron Hitchcock, Chaplin y todos los grandes de la época.
Y es que el cine mudo había llegado a tal perfección, que las últimas películas de los buenos directores no requerían intertítulos para ser comprendidas...
Saludos.
Apunto unas lineas que creo son complementarias al estupendo artículo:
ResponderEliminar"En realidad, la pugna no se centraba tanto en admitir el hecho musical como el de la palabra. Ello quedaba claro para todos, pero especialmente en la Unión Soviética, donde la pluralidad linguística habia sido en cierto modo superada por el lenguaje fílmico específico. Ello explica que fuese la URSS donde apareciera la primera respuesta teorética al hecho del sonoro, el llamado "Manifiesto del Contrapunto Orquestal".
Extraido del fenomenal libro "Música y Cine" (Manuel Valls y Joan Padrol)
Un ejemplo de aplicación lo podemos encontrar en la película de Pudovkin "La vida es bella".
ResponderEliminar..."una madre llora la pérdida de su hijo, ya hombre maduro; Pudovkin, en vez de hacernos oir los sollozos, quiso que escuchásemos la voz de un niño para sugerir directamente que un hijo para su madre es siempre un niño".
Texto extraído del libro "La estética de la expresión cinematográfica" (Marcel Martin)
(El ejemplo lo presentan Bardéche y Brasillac)
Saludos
M.A.
Interesante ese manifiesto aunque no estoy muy de acuerdo con el mismo. La historia creo que ha demostrado con claridad que el sonoro no malbarató el arte visual del cine en absoluto ya que quienes supieron manejar el lenguaje visual hallaron siempre a su disposición medios y oportunidades para expresarse sin necesidad de la palabra y, en muchísimas ocasiones, superando la expresión de los sentimientos sin literatura pronunciada y por descontado que en clara deuda del montaje final.
ResponderEliminarCierto que como decía Chaplin (lo leí aquí mismo) al pronunciarse la palabra el cine dejaba de ser "tan" universal (el entrecomillado es mío) pero la pretensión de establecer una comunicación con el espectador únicamente a través del concepto de la imagen en cierto modo resulta elitista.
Lo dejo ahí, como apunte, porque el tema, como suele suceder en esta buena casa, es de considerable enjundia, y falta espacio y tiempo, mucho tiempo... ;-)
Un abrazo.
Este tipo de música funcionando en un contrapunto con la imagen me recuerda, en la práctica, a las películas de Greenaway.
ResponderEliminarEn general, el desarrollo inicial de la música de cine ha consistido en subrayar las emociones del guión, a menudo "tapando" sus errores (como una capa de pintura, vamos). El propio guión, en sus inicios, importó la literatura del siglo anterior y en obras de teatro, "impurezas" (ojo, no digo que el guión cinematográfico deba ser puro) que iría limando en años posteriores. Pero poco a poco se fue acoplando todo, incluso a pesar de su índole comercial. Obra de arte y espectáculo de la mano, cosa rara de encontrar hoy en día. Sin riesgos de elitismo, hasta que la cosa se empezó a torcer.