La película del reto de esta semana, 'La eternidad y un día' ('Mia aioniotita kai mia mera'), es una película de fronteras: fronteras físicas y mentales; fronteras que separan la vida de la muerte; fronteras de las que depende la supervivencia; fronteras que ponemos a nuestros sentimientos; fronteras difusas entre el pasado, el presente y el futuro; fronteras que levanta la Palabra y Palabras que derriban fronteras.
Una película sobre el tiempo perdido y sobre las oportunidades encontradas. Sobre la vida y la muerte; sobre la amistad y el amor.
Una cinta cargada de sentimiento que, a pesar de los temas que toca, no llega a caer en la sensiblería, lo cual es muy de agradecer.
En definitiva, una película preciosa la que nos regaló el director griego Theo Angelopoulos allá por 1998. El papel de Alexander, el protagonista, lo interpreta Bruno Ganz, absolutamente metido en el personaje. Lo acompañan, entre otros, Isabelle Renauld, Fabrizio Bentivoglio y Achilleas Skevis (estupendo en el rol del niño albanés).
Es digna de mención la Fotografía realizada por Yorgos Arvanitis y Andreas Sinanos, logrando la atmósfera especial que requiere la historia. El guión se lo debemos a la colaboración de Theo Angelopoulos, Tonino Guerra, Petros Markaris y Giorgio Silvagni.
También me gustaría destacar la maravillosa música compuesta por Eleni Karaindrou, que casi nos lleva en volandas a través de las secuencias.
'La eternidad y un día' ganó la Palma de oro del Festival de Cannes.
Si queréis leer algo más sobre la película, os sugiero que visitéis Letras Libres y Canal OK.
Os dejo un vídeo con unas imágenes de la películas acompañadas de uno de los temas musicales.
Y recordad que podéis consultar el ranking actualizado aquí.
Pues gracias por reivindicar a este director que no goza de la simpatía de muchos críticos, y cuya dimensión metafísica lo aleja completamente de los círculos comerciales.
ResponderEliminarEs la mayor referencia del cine griego actual, con una visión muy particular sobre su país. Alejado del sol y el carácter mediterráneo de Grecia, nos muestra la "otra" Grecia, la de las fronteras (qué grande es su discurso sobre lo fronterizo), la Grecia balcánica, fría y nebulosa. Una Grecia no identificable, desdibujada, confundida con la misma niebla que suele apoderarse en sus películas. El poder de la imagen al servicio de guiones inteligentes, deudora del cine metafísico de Tarkovski o Bergman, pero con un sello propio, de indiscutible personalidad.
En fin, director muy recomendable con una filmografía fiel a sus principios y que merece ser vista con toda la atención y tiempo posibles.
Saludos
Yo pidiendo pistas y va usted y da la solución... no era para tanto hombre, no hacia falta tanto...
ResponderEliminarA mi este señor me aburre a ratos, aunque tiene momentos magníficos.
Saludos y espero acertar alguna algún día (acerté una, pero ya ni me acuerdo).
Saludos
Nada, ni idea. Ni la he visto ni de he hecho me sonaba. Angelopoulos es una de mis (muchas) lagunas.
ResponderEliminarYa me parecía que no había visto el fotograma en parte alguna. Me apunto en mi lista de pendientes la película ya que, por lo que comentas, será bueno darle un vistazo.
ResponderEliminarSaludos.
Enrique, gracias a ti por comentar y añadir datos siempre interesantes.
ResponderEliminarYa ves Crowley, es que somos un poco cagaprisas...
Ricar2, nos apuntamos tus lagunas, que vas destacado jajajaja (Es broma, no te preocupes)
Josep, apúntatela que el vistazo merecerá la pena.