domingo, 14 de marzo de 2010

Peter Greenaway ¿Cuál es el problema?


BIOGRAFÍA

Los aspectos biográficos del cineasta británico Peter Greenaway (Newport, 1942) no son ajenos a la obra del director, sino que forman parte intrínseca del vasto material del que se ha ido sirviendo para la elaboración de sus películas. El mismo Greenaway no ha mostrado ningún pudor en revelar algunos de estos detalles en sus películas.

Aunque de origen galés, su familia se trasladó a Londres cuando Peter tenía tres años. De sus inicios, destacaremos sus estudios en el Walthamstow College of Art (que ya marcan los intereses plásticos que veremos en sus películas) y la labor realizada en el COI (Central Office of Information), donde aprendió el “oficio”. Fruto de aquellos años es la realización de significativos cortometrajes, cuyo visionado muestran ya su preferencia por distanciarse del naturalismo del cine británico del momento y acercarse a las fórmulas fílmicas de un cine más “europeo”, vanguardista e independiente. Sus influencias, según ha confesado el propio autor, hay que buscarlas en otros sitios:

  • El cine de Bergman le imprimió la pasión por el cine. Cierto día de 1958, la lluvia impidió que asistiera a un partido de cricket y un amigo lo condujo a ver El séptimo sello.
  • La nouvelle vague, que supone la búsqueda de nuevas formas cinematográficas a partir de los fundamentos. Esa ruptura evolutiva la encontró en Resnais (su director preferido), en Antonioni, en Godard.
  • Ha mostrado también admiración por directores como Pasolini o Buñuel, e incluso por Lynch, el “único director [estadounidense] metafórico decente”.
  • Del cine de su país, sólo ha destacado a dos, Derek Jarman y Terence Davis. Otros directores han hecho cosas prometedoras, como Neil Jordan, pero han sucumbido a la comercialidad que la industria americana les prometió.

EL CINE DE PETER GREENAWAY

La primera pregunta es: ¿Te gusta el cine de Greenaway? Porque una cosa parece clara, y es que al hablar de Greenaway debemos posicionarnos, no admitimos al parecer términos medios: ¿Lo admiras o lo odias?

Reformulando la pregunta, entonces: ¿Admiras el cine de Greenaway o, por el contrario, lo detestas? Partiendo de mi particular admiración por el cineasta inglés, mi propósito no es, desde luego, contradecir a aquellos que se han posicionado en contra. Entiendo ese odio: ¿dónde está el guión, dónde los actores, dónde la película? Y es que ésta, en definitiva, podría ser la gran cuestión: ¿Es cine lo que hace Greenaway? En su libro sobre Greenaway, Jorge Gorostiza se muestra escéptico, admitiendo en su propia persona muchas de las fobias que se tienen hacia el director inglés, y que sólo tras comprender la totalidad de su obra pudieron desaparecer o más bien diluirse. No comparto esta opinión: ¿por qué no abordarlo desde la admiración? La neutralidad no es siempre la mejor posición para comprender la totalidad, sino la mejor manera de mirar hacia otro lado. Admiro el cine de Greenaway, a pesar o gracias a todos aquellos adjetivos con que suelen tildar su obra aquellos que lo detestan: pedante, grandilocuente, frío, hermético… ¿Es conveniente admirar o detestar a Greenaway? ¿Será mejor mantener una actitud neutra?

Muchas preguntas y todavía ninguna respuesta. En nuestro posicionamiento vamos a empezar a responder a algunas: creo que todas las críticas, positivas o negativas, fundamentadas o pasionales, ayudan a construir la obra de un autor. Quienes apodan de pedante a Greenaway refuerzan una opinión que se tiene de él, y que es compartida por muchos; opinión que debe ser colocada junto a quienes opinan que estamos ante un cine intelectual. Concluyamos pues que el intelectualismo puede ser el primer centro del debate.

¿Grandilocuente? Su fundamento tiene: sus escenarios son cuidados con meticuloso esmero; la interpretación de sus actores están más cercanas al teatro clásico que al cine actual y se mueven como títeres de sus propios personajes; su apuesta fotográfica es más que vanguardista; el simbolismo barroco oscurece una trama apenas discernible. Pero digamos que, ante la grandilocuencia de que se le acusa yo lo defiendo con la exigencia. La obra de Greenaway es exigente con su público: le exige compartir unos intereses, unos gustos, una cultura que está al alcance de pocos. Sirva a modo de ejemplo que, para abordar la dimensión total de El vientre del arquitecto, el público debe conocer a Piero de la Francesca y el Renacimiento italiano (Veronés, Rafael); debe conocer a los arquitectos Etienne Louis Boullée y Giovanni Battista Piranesi, francés e italiano respectivamente, en su contraposición de ideas, y participar del debate sobre la arquitectura que se desarrollaba en el Reino Unido en aquella década; debe conocer el espacio arquitectónico romano; debe conocer los principios alquimistas de la numerología y las discusiones filosóficas de la esfera frente al laberinto; debe conocer Historia romana; debe conocer algunos aspectos biográficos de Greenaway; debe conocer Mitología; debe atender a la simbología de los colores; debe escuchar la doble intencionalidad de la música; etc. En definitiva, el nivel de exigencia es alto.

Pero nada de esto tendría sentido sin que la obra, lejos de todo lo que acabamos de decir, no fuera a la vez intuitiva. Está destinada al intelecto, pero debe entrar por los sentidos. Y para los sentidos es una auténtica delicia. Música e imagen texturizan una composición soberbia, de factura implacable.

Vamos a intentar abordar la otra cuestión: ¿Es cine lo que hace Greenaway? O dicho de otro modo: ¿Qué es lo que Greenaway entiende por cine? Lo que parece obvio es que nos encontramos a algo muy distinto de lo que Scorsese, por poner un ejemplo, entiende por cine. No es, desde luego, el arte de contar historias. Pero antes de continuar, vamos a escuchar al propio Greenaway.

RELACIÓN DEL CINE CON OTRAS ARTES

Provocador, extravagante, directo. Las citas que recojo aquí del cineasta inglés darán una idea aproximada de lo que el propio Greenaway piensa de lo que es el cine y de la obra que él realiza sirviéndose de los medios fílmicos y su relación con otras artes.

La pintura
“Empecé mi vida sintiendo, y todavía siento, que pintar es el proceso supremo de crear imágenes”
“Me gustaría hacer mis películas como los pintores holandeses, en niveles literales y metafóricos”
“Pienso que mi cine es mejor entendido en términos críticos normalmente aplicados a las tradiciones pictóricas y la historia del arte”

La música
“En el cine, es raro encontrarse una equivalencia exactamente satisfactoria entre la imagen y la música”

La literatura
“Cuando estaba en la escuela de arte, a menudo reprochaban a mi pintura de ser demasiado literaria”
“Casi todo el cine americano e inglés pasa por la literatura: primero se escribe un libro, después se hace una película a partir del libro. Yo no quiero tener que hacerlo, un film es un film”
“Pienso que nuestra cultura es tradicionalmente más literaria que pictórica, y nuestro cine en su conjunto más narrativo que visual. […] Tengo a veces la impresión de no ser un cineasta, sino un pintor o un escritor que trabaja en el cine”.
“Los métodos de Hollywood de hacer películas encuentro que son, básicamente, ilustraciones de la novela del siglo diecinueve […] representa sólo un pequeñísimo espacio en doscientos años de cultura europea”

La arquitectura
“El lugar antes que las personas. Me siento atraído más fuertemente por mi sentimiento del lugar que por mi sentimiento de las personas”
“¿Por qué no aplaudir las pasiones, el drama y los cambios de luz del sentimiento del lugar?”
“Se ha dicho de la gran mezquita de Córdoba –un lugar arquitectónico verdaderamente asombroso–: “No hay nada más cruel que estar ciego en Córdoba”. Qué bello epitafio para un film”
"Si alguna vez reencarno quisiera que fuera en un arquitecto porque puedes evitar el cine, dejar de oír música, ignorar la pintura...pero nunca la arquitectura"

El cine
“Siempre he admirado, aunque no pueda emularla, a esa gente que se las ingenia para engendrar su cine desde los fundamentos, algunos como Godard, por ejemplo, cuyas ideas aparecen en su imaginación ya como trozos de cine y entonces simplemente tienen que ser realizadas”
“Admiro desde hace mucho tiempo los filmes europeos que llegan a encontrar una forma cinematográfica donde se experimentan ideas”
"Creo que el mejor cine, la mejor música y a mejor literatura vienen de Europa. Pero es muy difícil posicionarlo porque el mercado está lleno de basura de mierda, lo cual indica que las expectativas de la audiencia son bajas."
“Mi elección particular es, sobre todo, una reacción contra la corriente habitual del cine británico: el realismo, el naturalismo. […] Los ingleses tienen tendencia a tratar el cine como una extensión de la prosa. Yo me siento más europeo, más cerca de los franceses y los italianos”
“Mi cine es completamente diferente al de Tarkovsky, por ejemplo, quien tiene esta peculiar, confusa, absoluta creencia en la intuición”
“No puedo hacer cine fácil, no soy así; lo dejo para otros como Scorsese”
"Harry Potter y El señor de los anillos no son películas, son libros ilustrados"
“Se me acusa de ser intelectual y esnob. Y eso no me molesta. Es verdad que las actividades intelectuales son un placer para mí. Amo reflexionar y discutir cuestiones abstractas. Amo afrontar un problema lingüístico o literario”
“La mayoría del cine corriente tiende a glamourizar, deodorizar, romantizar y sentimentalizar. Estoy muy entusiasmado por no hacer esas cosas”
“El cine ha llegado a ser, con dificultades, un lenguaje muy rico y diversificado, y tengo la impresión de que la mayor parte de los cineastas de hoy no utilizan más que una pequeña parte. Yo quisiera poder continuar explorando esta parte que se ha dejado de lado”
“El cine está muriendo como medio de expresión. Siempre habrá algún otro método en el que expresar una filosofía del mundo a través de significados visuales”
"Creo que el cine de esta época está muerto, acabado. La idea de que el cine es un cuento de hadas para niños no es buena ni suficiente. Necesitamos algo mejor. La mayoría de filmes que se ven hoy son basura".

CONCLUSIONES

Está claro, a partir de estas declaraciones, que para Greenaway el cine es el arte, entendido de una forma plástica, de concebir su obra. Una película, por tanto, es el desarrollo de los aspectos de una obra que preexiste a la película, se articula con ella, y se verá modificada por sucesivas reflexiones. Como curiosidad, baste advertir que ninguna película de Greenaway termina con el clásico “the end”. Porque aunque la película haya agotado su tiempo, la obra no ha terminado. Una película no es más que resultado de una serie de concepciones previas, y al mismo tiempo es germen del próximo proyecto. Y estos proyectos no están hechos únicamente de material fílmico: dibujos, fotografías y escritos teóricos, entre otros, son también manifestaciones de esa obra en progreso. Obra de enorme estructura que deja mucho espacio a la interpretación y la reflexión. Concentrada en la forma hasta atrofiar el contenido.

FILMOGRAFÍA ESENCIAL

La filmografía de Peter Greenaway arranca en 1959, en el que empieza a realizar cortometrajes en 8 y 16 milímetros. Este periodo, digamos de formación, culmina en 1980 con la realización de su primer largometraje. Destacamos, no obstante, y por razones obvias de espacio, su filmografía esencial:

El contrato del dibujante (The Draughtman’s Contract, 1982)
ZOO (A Zed and Two Noughts, 1986)
El vientre de un arquitecto (The Belly of an Architect, 1987)
Conspiración de mujeres (Drowning by Numbers, 1988)
El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante (The Cook, the Thief, his Wife and her Lover, 1989)
Los libros de Próspero (Prospero’s Books, 1991)
The Baby of Mâcon (Id., 1993)
The Pillow Book (Id., 1995)
8½ Mujeres (8½ Women, 1999)
Las maletas de Tulse Luper (The Tulse Luper Suitcases: The Moab Story, 2003)
Las maletas de Tulse Luper (The Tulse Luper suitcases: Vaux to the sea, 2004)
Las maletas de Tulse Luper (The Tulse Luper suitcases: From Sark to the Finish, 2004)
La ronda de noche (Nightwatching, 2007)
...

Para ver una relación completa de toda su producción, pueden visitar su ficha en IMDB. Como hemos ya apuntado, su producción "completa" incluye libros, exposiciones, dibujos, fotografías, planos, mapas y demás manifestaciones artísticas difíciles de seguir en su conjunto. Pero para empezar, bien está que abordemos las siguientes películas:

En el verano de 1694, Mr. Neville, un dibujante prometedor y ambicioso, visita la casa y las propiedades del hacendado Mr. Herbert de Compton Anstey, en Wiltshire. Venciendo los reparos iniciales, ya que su capacidad para el halago sólo la supera su jactanciosa pretensión de dibujar la verdad, el señor Neville recibe un encargo, pero no del hacendado sino de su mujer. Se firma un contrato y, a cambio de doce dibujos de la casa con el foso y los cuidados jardines, Mr. Neville convence a Mrs. Herbert para que le dé vía libre para disfrutar de su hospitalidad más íntima.





Dos mujeres mueren en un accidente de tráfico y la conductora que iba con ellas pierde una pierna. Los maridos de las víctimas, dos zoólogos gemelos se sienten fascinados por el proceso de descomposición de los cuerpos. Después inician un idilio con la conductora amputada y comienzan a liberar animales del zoológico en el que trabajan.









Un arquitecto norteamericano llega a Roma, acompañado de su esposa, con motivo de una exposición dedicada al artista francés del sigo XVIII Étienne-Louise Boullée. El arquitecto, a lo largo del tiempo, se obsesiona con unos tremendos dolores de estómago, convencido de que está relacionado con que su mujer está teniendo una aventura con otro colega italiano.







Tres generaciones de mujeres, abuela, madre e hija, comparten el mismo nombre. Todas ellas han descubierto el mismo modo de lidiar con sus problemas matrimoniales. La mayor es la primera que decide acabar con su adúltero marido ahogándolo en una bañera. El forense local la encubre certificando un suicidio a condición de que la mujer se case con él, pero ella no está dispuesta a acceder. Madre e hija, siguiendo los pasos de la abuela, matan a sus maridos, la primera en la playa y la otra en la piscina. Con la esperanza de obtener los favores sexuales de las jóvenes, el forense las ayuda. Muy pronto, familiares y amigos de las víctimas se alían para averiguar la verdad de estas sospechosas muertes.

Albert es el sádico dueño de un restaurante. Su fuerte carácter y las tiránicas formas que aplica en el trabajo hacen que todos los empleados estén sometidos a un continuo régimen de esclavitud, incluida su esposa, Giorgina, a quien ridiculiza.











Desde 1599 a 1611, Próspero, el ex duque de Milano, ha estado ampliando sus estudios en una isla en medio de un gran océano, lejos de Europa. Ha sido exiliado allí con su hija Miranda, que ahora cuenta con 15 años, por su hermano Antonio y el aliado de éste, Alonso, actual Rey de Nápoles. Pero Próspero encuentra la oportunidad de vengarse de sus enemigos cuando su hija y el hijo de su principal adversario se enamoran.







A partir de la representación de una pieza religiosa en un teatro de la ciudad de Macon, donde hay una especie de epidemia de esterilidad, durante 1650, una joven explota a su hermano pequeño a través de las donaciones que recibe.











En Kyoto, en los años 70, un anciano calígrafo escribe con gran delicadeza una felicitación en la cara de su hija el día de su cumpleaños. Cuando se hace mayor, Nagiko recuerda emocionada aquel regalo, y busca al amante-calígrafo ideal que utilice todo su cuerpo como una hoja en blanco.










Fascinado por Japón, Storey Emmenthal acepta la dirección de varios salones de juego que su padre, Philip, un rico hombre de negocios de Ginebra, acaba de recibir en herencia. La muerte súbita de su madre provoca la vuelta de Storey a Suiza. Para distraer a su padre de su inmensa pena, Storey decide transformar el castillo familiar en un prostíbulo privado. Padre e hijo satisfarán todas sus fantasías sexuales con ocho mujeres... y medio.






El film cubre unos 60 años de historia reciente, desde 1928 hasta el 1989. Tulse Luper, escritor y artista, está atrapado en una vida de cárceles. Hay un total de 16 cárceles en la historia. Empezando en el sur de Gales, pasando por Moab, Utah, Luper es arrestado por su contacto con una familia germano-americana que está a punto de viajar a Europa para hacer negocios sucios durante la Segunda Guerra Mundial.








Las aventuras de Tulse Luper continúan desde Amberes. Comienza la Segunda Guerra Mundial y Tulse Luper es un prisionero que recorre el norte de Europa. Se convierte en espía en la mansión en Vaux, Francia que se ha convertido en una clínica Aria. En Estrasburgo, es obligado a ser acomodador en el cine Arc-en-Ciel y le obligarán a vestirse de mujer para hacerse pasar por una costurera en la residencia burguesa de una anatomista obsesiva y fanática de Ingres en la localidad de Dinard, en la costa Francesa.






Con esta película se cierra la trilogía de The Tulse Luper Suitcases. En total, 92 maletas (número atómico del uranio), como 92 fue el número emblema de The Falls (1980). No obstante, cabe decir que esta trilogía no es en sí un proyecto de cine, pues incluye performances, exposiciones, un libro y una recuperación de los personajes mitológicos de sus primeros proyectos en los que brilla la figura de Tulse Luper como alter ego del propio Greenaway.







Retrata un periodo trágico de la vida del pintor Rembrandt van Rijn, cuando el artista pierde a su mujer y a sus tres hijos. En esa época, hacia 1642, es cuando -por encargo- pinta uno de sus cuadros más conocidos, 'The Night Watch' (La ronda de noche), el lienzo que refleja la conspiración de un vil asesinato.









ENLACES DE INTERÉS

Página oficial
Wikipedia
Petergreenaway
CineVisiones

6 comentarios:

  1. Por fin he sacado un rato para disfrutar de esta entrada. Muchísimas gracias, me ha encantado.

    Con Greenaway me pasa lo mismo que con Derek Jarman. Considero que los dos son, más que directores, pintores y que sus películas son, por encima de todo, auténticas "obras pictóricas". No son films convencionales y es cierto que exigen un esfuerzo por parte del espectador, pero creo que dicho esfuerzo se ve merecidamente recompensado.

    ¿A favor o en contra? Sin duda, me posiciono a favor.

    ResponderEliminar
  2. Me posiciono totalmente a favor. De Jarman apenas he visto nada (Wittgenstein, que me ha encantado), pero sus estilos se dan la mano, sin duda alguna. Cine arriesgado y al margen del comercio, recuerdo no obstante que cuando proyectaban las películas aquí en Málaga las salas de cine estaban a rebosar... Es cierto, no obstante, que los platos de Greenaway se han ido "endureciendo" con el tiempo; o mejor, recobrando los sabores vanguardistas de sus inicios, aunque con una genialidad técnica que pocos directores de hoy poseen.

    Cine para pocos, los muchos de mañana...

    ResponderEliminar
  3. Me ha encantado como lo expones. Y me gusta coincidir contigo. En muchas ocasiones he escrito cosas muy similares a lo que cuentas. Enhorabuena y gracias por este material tan bien armado.

    ResponderEliminar
  4. “Los métodos de Hollywood de hacer películas encuentro que son, básicamente, ilustraciones de la novela del siglo diecinueve […] representa sólo un pequeñísimo espacio en doscientos años de cultura europea”
    "Harry Potter y El señor de los anillos no son películas, son libros ilustrados"

    ¡¡Huy madre, pero cuánto se parece esto a lo dicho por Vertov!!! ja ja ja.


    Pues yo también me posiciono a favor de Greenaway. No estoy muy seguro de que lo que haga sea cine, no estoy en absoluto de acuerdo con que el lugar esté antes que las personas, y mucho menos que eso defina la arquitectura, pero siempre me parecen interesantes y admirables los exploradores, y él desde luego lo es.

    Muchas gracias por la excelente entrada.

    ResponderEliminar
  5. Bueno, hay una diferencia radical: para Greenaway, el cine adopta formas "anticuadas"; Para Vertov, no adopta "formas verdaderas". No es en rigor lo mismo. Greenaway, con cien años de historia cinematográficas a sus espaldas, reprocha al cine su "estrechez de miras" por recurrir a las clásicas fuentes de la literatura. En la época de Vertov, el cine aún estaba en pañales.

    Lo que está claro que el escrito de Vertov es fruto de su época. Y curiosamente, la literatura recurriría más que nunca al poder de las imágenes. Y digo curiosamente, porque al utilizar un lenguaje más fílmico, el cine abandonaría pronto el lenguaje que le es más propio para volverse más literario.

    Eso sí, los puntos coincidentes entre ambos realizadores son muchos, y entran en un buen debate que reclama, a gritos, cañas y bravas, como han dicho por ahí...

    ResponderEliminar
  6. El cine es un lenguaje, y como tal tiene mil posibilidades; lo importante es que existan. Qué bueno que existan los Columbus, los Jackson, los Newell que hagan libros ilustrados, pero qué bueno también que existan los Jarman, los Greenaway, los Vertiv, los Godard, los Resnais, los Raúl Ruiz, los Passolini. Gente que busca en el cine una expresión más allá de la historia. O más bien dicho, que les interesa el qué dicen en la misma medida del cómo lo dicen. Donde buscan en el cine una expresión or todas las posibilidades formales que éste ofrece.

    Salud por Greenaway, entonces. Y que vengan más, muchos más. Y que vengan también, los que hagan un cine que lo contradiga.

    ResponderEliminar