Sergio Leone. Algo que ver con la muerte.

SERGIO LEONE
Algo que ver con la muerte
T&B Editores
Christopher Frayling
550 páginas, 17 x 24 cms.
Encuadernado en Rústica.
1 pliego central en papel couché 150 grs. con 37 fotografías en Blanco y Negro.
P.V.P: 23.50 €

Mientras tanto, Sergio Leone anunció al mundo que su sueño era hacer un remake de lo que el Viento se llevó.

Desde mi punto de vista es un libro indispensable para los seguidores y admiradores del cine y la persona de Sergio Leone. Una delicia, quizás un poco largo, pero al final no quería que terminara. Es una análisis exhaustivo y contrastado de Sergio Leone como persona y sobre las películas en las que participó.

550 páginas que nos aproximan a la vida y obra de Sergio Leone. Completa biofilmografía sobre uno de los directores europeos más relevantes de la segunda mitad del siglo veinte. El libro nos presenta un Sergio Leone por encima de todo apasionado por el cine. Christopher Frayling hace un repaso en profundidad de la evolución personal del personaje y de su entorno, desde sus primeros pasos a la sombra de sus padres, sus primeros pasos como ayudante primero y director después. Fue definido como meticuloso, espectacularizador, independiente, soberbio, muchas veces con carácter dificil pero sobre todo amante del cine.


Innumerables curiosidades, anécdotas, opiniones, personajes se deslizan por las páginas. Sus esfuerzos por mantener su independencia. Igualmente interesantes son los retratos que aparecen sobre las relaciones de Sergio Leone con Ennio Morricone (fueron juntos al colegio, a la misma clase, simpática la fotografía), con Henry Fonda, Clint Eastwood, Eli Wallach, Jason Robards, Lee Van Cleef, Vicenzoni, Donatti, Claudia Cardinale, Tarantino ….. las tumultuosas con Rod Steiger, Bogdanovich …. Su pasión por Ford.

Por cierto, Leone cuenta orgulloso que el primer western cinematográfico italiano de la historia fue La vampira indiana (1913), lo dirigió su padre (Roberto Roberti) y su madre hacía el papel de una india piel roja.. El primer western italiano se considera a la ópera de Puccini La Fanciulla del West que fué estrenada en el Metropolitan de Nueva York en 1910.

Punto de inflexión importante es Por un puñado de dólares, cualquiera de las versiones que ofrece el libro sobre el despegue de la película es llamativo, sin una lira de publicidad y prácticamente sin críticas ni en un sentido ni en otras, y es que como dijo Clint Eastwood sobre la posibilidad de hacer la película:

... y si por alguna razón no funcionaba [...], bueno, al menos pasaría unas vacaciones en España.

Todo, después de salvar a la Oficina Hays, era la primera vez que en un mismo cuadro se veía la bala ser disparada y caer la víctima, antes se debía hacer dos cuadros distintos, también aportó un extraordinario uso de los primeros planos. Son demasiados detalles para resumir, mejor leer el libro.

Los capítulos que llevan el nombre de sus películas más importantes no tienen desperdicio alguno, aporta un punto de vista y opiniones realmente interesantes y sin caer en el exceso de datos, muy amenos.

Los primeros capítulos Érase una vez en Roma, Bob, hijo de Robert, Hollywood sobre el Tíber y Milagros económicos nos muestran su época más desconocida, una época en el cine europeo y romano con un toque intimista o humano y también con cierto poso de melancolía. El resto de capítulos, muestra su cara más conocida, lleva el nombre de cada película, excepto uno, Entreacto más centrado en la producción y que abarca el periodo previo al rodaje de Erase una vez en América, y el último Un cierto cine, más apagado, centrado en últimos proyectos inacabados como Leningrado y final fallecimiento mientras veía ¡Quiero vivir!, deja un poco de amargor por un lado pero también nos muestra su influencia en el cine actual. .Las últimas páginas del libro, además de recopilar notas, se completa con bibliografía y filmografía completísima y se remata con índice onomástico y películas.

Me parece importante que numerosas veces en diversas situaciones el autor nos presenta las opiniones de distintos protagonistas, también su mujer, que suponen distintos puntos de vista y a veces contradictorios sobre determinados sucesos y que ayudan a enriquecer el punto de vista y opinión de quien lee. Es así como al final consigues hacerte una idea, tu idea, de quién y cómo era Sergio Leone.

Nos habla de influencias, de como la pintura Magritte y sobre todo el museo del Prado, tuvieron una influencia alta, como así reconoció, sus favoritos “Las meninas” y “Los fusilamientos del 3 de mayo”:

Con aquel fusilamiento creó una imagen en Cinemascope. Sólo tienes que mirar la forma en que colocaba los rifles y las bayonetas, y la forma en que usaba la luz. Le mostré esos cuadros a mi director de fotografía Tonino Delli Colli. Saltaba de emoción cuando me dijo: Pero este hijo de puta colocó una luz de 5.000 watios detrás de las figuras. Para retroproyección. Así es como consiguió ese extraordinario efecto de claridad.

Sus problemas de postproducción, especialmente duros con Erase una vez en América, una hora de recortes por el montador de Loca academia de policía ...

Cuando recortas un film que estaba destinado a ser largo, el film siempre parecerá más largo porque es más aburrido […], principalmente porque es más incomprensible.

Y un detalle de la minuciosidad famosa de Sergio Leone queda reflejada en la construcción de un específico camión de la basura, para Erase una vez en América, después de haber estado y rebuscando por todos lados, y no sólo eso, …

Y el camión tenía que llevar el número 35 pintado en él, el número de años que Noodles había estado fuera.

Una muestra de la relación finiquitada con Bogdanovich, primero contratado por Sergio Leone para dirigir Agáchate maldito y luego despedido.

No soy un gran fan de Leone, aunque creo que es un director muy bueno. Pienso […] que es un gran masturbador como Spielberg o Lucas o cualquiera de ellos […], todos los cuales no hacen más que rehacer las películas que vieron en su infancia.

Nos habla también de su experiencia como actor (dirigía actuando)

Cuando me vi a mi mismo en el film –dijo-, decidí que no repetiría la experiencia: los caballos actúan mejor que yo.

Llamativo es la cantidad de referencias a otras películas, que muestra Hasta que llegó su hora

Hasta que llegó su hora empieza con Solo ante el peligro y El caballo de hierro, y avanza hasta Raices profundas, Pursued y Centauros del desierto ….La muerte de Mr Morton es de Espiritu de conquista, la conversación de Cheyenne acerca de las palmadas en las posaderas de Jill es de Jubal. Armónica tallando con un cuchillo un trozo de madera es de los siete magníficos y el duelo final está montado justo como el último rollo de El último atardecer. El final procede de el final de la vía en El caballo de hierro de John Ford. En total, hay como unas treinta referencias a otros westerns de Hollywood , confirmadas por al menos uno de los participantes en las reuniones de preproducción.

Llega incluso a considerar un pequeño autohomenaje a en el duelo final con La muerte tenía un precio y El bueno el feo y el malo…. No es la única película en la que acumula referencias, también Erase una vez en América hay unas cuantas.

Maniático sobre la selección de actores

Y para interpretar el papel de un hombre tan malvado necesitaba a alguien que siempre hubiera representado al bueno, necesitaba a Henry Fonda… “los vicepresidentes de las compañías con las que he tenido que tratar tenían todos ojos azules y rostro honestos, ¡y eran unos auténticos hijos de puta!. Además Fonda tampoco es un santo.

Sobre Jason Robards:

Me ganó por completo. Es un actor sorprendente. Posee una recia fuerza de carácter dentro de él, combinada con un aspecto romántico. Es cierto que se parece a Humphrey Bogart, pero también puede interpretar papeles a lo Leslie Howard, cosa que Bogart no podía.

Y una apreciación curiosa:

El norte de España, en los alrededores de Burgos, es como Virginia –dijo Leone- . El sur de España es como Arizona.

Sobre Ennio Morricone, la devoción era alta y el sistema de trabajo cercano y productivo. La cantidad de anécdotas muy alta. Gustoso de disponer de la banda sonora con suficiente antelación, y sirviendo de música de fondo en escenas durante el rodaje, llegó a lo que quizás sea uno de los récords más diferentes, la banda sonora de Erase una vez en América estuvo terminada siete años antesde empezar a rodar el primer metro de película.

Y al fondo Cinecittá... el eructante estómago de Italia según Passolini

En la contraportada podemos leer:

Sergio Leone es una figura singular entre los cineastas de la posguerra iitaliana. Westerns revolucionarios como la trilogía de "Por un puñado de dólares" (protagonizada por Clint Eastwood en el papel de "El hombre sin nombre") y la magistral "Hasta que llegó su hora" han convertido a Leone en uno de los directores más populares e influyentes del cine mundial. Esta biografía de Christopher Frayling (la primera publicada sobre Leone) examina con afecto su obra y se adentra en los poco conocidos pormenores de su vida. Leone nación en el seno de la industria del cine: su padre era un popular director de cine mudo y su madre actriz de cine.

Obsesionado con los mundos ilusorios del cine y el teatro, y cautivado especialmente por los mitos del Oeste americano, el joven Sergio se labró una carrera igualmente fabulosa.

De paso convirtió en leyenda al inicialmente reticente Clint Eastwood y coqueteó con los estudios de Hollywood, aunque siempre defendió su independencia. Ello explica que la concepción y realización de la saga gangsteril Érase una vez en América consumiera quince años de su vida.