lunes, 21 de noviembre de 2011

CINEFÓRUM DE SOBREMESA (porque el cine nos alimenta...)
Hoy: La Torre de los Siete Jorobados, (Edgar Neville, 1944)

'La Torre de los Siete Jorobados' tiene su origen en una novela de Emilio Carrère. La historia de la concepción y publicación de la novela se cuenta de varias maneras. Según algunas fuentes, ésta empezó a publicarse en forma de folletín, por entregas, en el periódico La Nación, pero quedó inconclusa. Apareció como libro en 1920 (ó 1924 según otros), tomando como base aquellas entregas folletinescas y fragmentos de otros trabajos del propio autor. Carrère, a pesar de elaborar la base, la dejó mal rematada cuando se la entregó al editor. Éste encargó a Jesús de Aragón que la completara y le diera la forma definitiva. 


También hay quien dice que fue en 1925 cuando Carrère, acuciado por deudas de juego y amores mercenarios, vendió al editor Manuel Palomeque el manuscrito de 'La torre de los siete jorobados' y que cuando éste lo iba a llevar a la imprenta vio que las tres cuartas partes de los folios estaban en blanco. El editor encuentra al escritor jugando al billar. Palomeque pide explicaciones, obteniendo como respuesta que qué esperaba a cambio de la miseria que había pagado. Es entonces cuando el editor recurre a Jesús de Aragón, a quien ofrece publicar una novela si comlpleta el relato de Neville. Carrère se encargaría de las correcciones para su reedición tras el gran éxito de público obtenido. 

Cuando Emilio Carrère fue entrevistado por José Santu- gini en Cinegramas en 1935, el escritor confesó que la novela suya que le parecía más adaptable al cine era, precisamente, 'La Torre de los siete jorobados': “[…]Por su emoción, su enredo y sus complicaciones folletinescas, es precisamente por lo que la creo cinematografiable. Sería la primera película de terror, de misterio, de trucos pinto- rescos que se realizase en España. Entre policiaca y sobrenatural, con algo de humorismo y castizos escenarios madrileños de arriba y del subsuelo, porque la mitad transcurre en los subterráneos que existen en la Morería y en el viejo solar de la Casa del Pecado Mortal.[…]”

El guionista estuvo de acuerdo y desde ese mismo momento le empezó a rondar por la cabeza la idea de llevar a la gran pantalla la novela. Santugini convenció en 1944 a los productores para llevar a cabo la adaptación cinematográfica del libro. Carrère y el productor Germán López firmaron el contrato de cesión de derechos de adaptación el 9 de marzo de 1944.

Santugini se encargó de elaborar el guión en su mayor parte. De hecho, la publicidad del rodaje atribuye el guión a Santugini en solitario. Edgar Neville apareció en escena más tarde, poco antes de empezar a rodar. Solamente después del rodaje empiezan a aparecer los dos nombres asociados al guión. El crédito final reza: “Adaptada y dialogada por José Santugini y Edgar Neville, según la novela de Emilio Carrère”.

El guión se presentó a la censura previa en mayo de 1944. Obtuvo el visto bueno, pero Antonio Fraguas recomendó suavizar la naturaleza sobrenatural de algunos pasajes. Dada la inminencia del inicio de la producción, Neville se encargó de redactar las modificaciones necesarias. 

El 23 de mayo, seis días antes de comenzar el rodaje, Neville hace llegar a la Censura el texto de una nueva escena a modo de prólogo en la que se hace ver que el protagonista duerme inquieto para dar a entender que todo es una pesadilla. A la Censura le parece poco y se añade también un epílogo en que se vuelve a ver a Basilio en la habitación intentando volver a dormir para seguir con su sueño, la fecha de la nota que acompaña a esta secuencia es el 29 de mayo, el mismo día que empezó el rodaje (se extendió hasta el 22 de julio). También se añadió la escena de Napoleón. Escribió Neville a la Censura: “Con el principio, este final y la escena de Napoleón, no creo que a nadie le quepa duda de que es un sueño. Sin embargo, como esto, sobre todo al principio, quita fuerza a la acción, ya que nadie toma en serio un sueño, os lo pasaré en censura sin estos aditamentos y sólo en el caso que lo juzgaran imprescindible, se añadiría”. Finalmente, en la versión final, de estas modificaciones de guión sólo quedó la escena de Napoleón y una conversación entre los camareros del restaurante.

La producción fue desde mayo a noviembre de 1944, época harto complicada para el cine. Había serias dificul- tades materiales debido a las penurias económicas de la época y a la situación de los países del Eje, que eran quienes suministraban a España negativo de cámara. Además, el suministro eléctri- co sufría cortes continuos durante el día, lo que obligó a planificar gran parte del rodaje por la noche.

En los estudios CEA de la Ciudad Lineal de Madrid, se construyeron los interiores y la ciudad subterránea. Neville no era muy dado a rodar en exteriores, pero para 'La Torre de los Siete Jorobados' rodó más de ocho días en las calles y plazas del Madrid de los Austrias.

'La Torre de los Siete Jorobados'  fue el último trabajo en el campo de la producción cinematográfica de Germán López, Fernando Roldán y Luis Júdez, encargados de la financiación y explotación de la película. El presupuesto declarado fue de 1.200.000 pesetas (el coste medio de una película española en aquella época era de millón y medio).

Obtuvo una calificación oficial 2ªA, la cual es bastante pobre, que comprometió la recuperación de la inversión por parte de los productores, basada en aquel momento en la rentabilidad de las licencias de importación y doblaje. Neville decía que no recibió ni un céntimo por su trabajo, a pesar de que según el presupuesto le correspondían 75.000 como director y 75.000 como guionista.

De la fotografía se encargó Enrique Barreyre. Los deco- rados y efectos visuales son obra de Pierre Schild, Fran- cisco Escriñá y Antonio Simont. Por un lado se re- crearon interiores de casas, casinos y cafés art decó de finales del XIX, mientras que en la ciudad subterránea destacaban elementos mudé- jares y un espíritu cercano al cine de terror de la Universal. La imagen más famosa de la película es la escalera de caracol que lleva a los abismos de Madrid. Pierre Schild, el encargado de maquetas y trucajes, fue el responsable, experto en la materia que introdujo en España las técnicas de glass-shot y matte-shot.

El papel de Basilio Beltrán, el héroe de la película que nos ocupa, recayó en Antonio Casal, que en el momento del rodaje era considerado el mejor galán cómico del cine español. Como principal villano, el Doctor Sabatino, tenemos a Guillermo Marín, que llevaba 25 años pisando las tablas de escenarios teatrales, con gran reconocimiento. Aunque tuvo más éxito en teatro que en cine, su solvencia fue requerida por diversos directores, entre ellos Neville, Rafael Gil o José Luis Sáenz de Heredia. El polivalente Félix de Pomés (ejerció el periodista, fue pintor, licenciado en derecho, comenzó las carreras de medicina y farmacia, boxeador, futbolista, tirador de esgrima, doblador de cine, director  y actor) es el encargado de interpretar al difunto Robinsón de Mantua, al que transmite su imponente porte y su elegancia. Su sobrina en la película, Inés de Mantua, la interpreta la que en la vida real era su hija: Isabel de Pomés.

En los papeles secundarios cabe destacar a Julia Lajos como Doña Magdalena, la voraz madre de “La Bella Medusa” (interpretada por Manolita Morán). También en una breve pero entrañable aparición, tenemos a Antonio Riquelme, como el cantarín y algo “pasado de rosca” ar- queólogo Don Zacarías.

La música corrió a cargo de José María Ruiz de Azagra, forjado en la revista y la zarzuela. Cosa rara, ya que Neville prefería trabajar con José Muñoz Molleda. Azagra comenzó a realizar música para películas en 1935, participando en más de 50 obras hasta 1956. Azagra tuvo un claro referente cinematográfico: el cine fantástico que Hollywood estaba produciendo en aquellos mismos momentos. Aunque también introdujo en el filme piezas más “castizas”. En las escenas desarrolladas en el mundo exterior solo escuchamos la música que escuchan los protagonistas, es decir, solo hay música diegética. En la ciudad subterránea, por el contrario, la banda sonora se basa en música extradiegética. Esto ayuda a separar un mundo del otro.

En 'La Torre de los Siete Jorobados'  podemos encon- trar multitud de referencias: Nosferatu, El gabinete del doctor Caligari, el Doctor Mabuse, El Fantasma de la Ópera, La Bella y la Bestia, Metrópolis, Blancanieves y los Siete Enanitos... 

'La Torre de los Siete Joro- bados' se estrenó el 23 de noviembre de 1944 en Madrid en una única sala: el Capitol. Solo estuvo siete días en cartel en el momento de su estreno. El 13 de diciembre llegó a los cines Alcázar de Barcelona y Pathé de Sevilla. Por lo que parece, no convenció a los exhibidores.

La crítica, en cambio, en su gran mayoría, dedicó muy buenas palabas a la cinta de Neville. Os dejamos un fragmento de una reseña que Alfredo Marqueríe escribió para la revista “La Codorniz”:

“¡Hombre…! A esto no hay derecho. De modo que nos pasamos la vida diciendo que nuestro cine es malo, que vivimos de la imitación del extranjero, que nuestros argu- mentistas, nuestros guionis- tas, nuestros directores no tienen imaginación para ele- var los temas a categoría fantástica. Y, de pronto, José Santugini y Edgar Neville se ponen de acuerdo para dejarnos mal. Y cogen una novela de Emilio Carrère, que es ese señor de capa y sombrero ancho, con la barba cerrada y una gran cachimba en la boca, que escribe unos versos muy bonitos y que inventa historias estupendas. Y después de coger la novela, con el permiso del autor, claro, la transforman en un guión de cine emocionante, interesante y divertido al mismo tiempo. Y después contratan a Guillermo Marín, que interpreta un papel de médico jorobado, que es algo serio, y a seis jorobados más, que aunque no son médicos son monederos falsos, y a Isabel de Pomés y a Antonio Casal y a otros artistas excelentes. Y hacen construir unos decorados que para sí los quisiera Rambal, con trampas, cuevas, galerías subterráneas, minas, pasadizos y todo eso. Y hacen surgir a otro personaje que se filtra por las paredes y por los espejos como si tal cosa, y le dice a Casal el número de la ruleta donde va a caer la bolita y acierta siempre. (¡Vaya un fenómeno! Más imponente que Fassman). Y con un ritmo rápido y una cámara manejada por Barreyre soberbiamente y una música de fondo de Azagra que pone los pelos de punta, hacen ‘La Torre de los Siete Jorobados’, que es un peliculón de los buenos, buenos.[…]” 
(El Espectador Marqueríe: “El cine desde la butaca”, publicado en “La Codorniz” el 10 de diciembre de 1944).

Como remate, una curiosidad: pocos meses después de estrenarse la película se hizo una adaptación a cómic protagonizada por el famosísimo Roberto Alcázar (ese intrépido aventurero español que siempre llevaba una bandera patria encima) y su inseparable compañero Pedrín. Esta aventura se tituló “El Torreón de los Jorobados”. Impresionante.


Nota: Este Cinefórum está elaborado a partir de algunos textos del libreto que acompaña a la estupenda edición en DVD que ha lanzado Versus Entertainment, así como de los extras de dicha edición.

En el próximo Cinefórum hablaremos de... 

Anatomía de un asesinato

El 5 de diciembre os esperamos a todos para hablar de 'Anatomy of a murder (Anatomía de un asesinato), tremendo drama judicial dirigido en 1959 por Otto Preminger. Una de esas películas con las que merece la pena reencontrarse cada cierto tiempo; o descubrirla si no se conoce, claro.

Esta vez no os vamos a poner muchos deberes. Os dejamos aquí cuatro enlaces contados: Filmaffinity, Wikipedia en su versión en inglés, una reseña de Claqueta y otra de Blog de Cine.

Si no tenéis una opción mejor, la podéis ver en el vídeo de abajo doblada. Pero como siempre, os recomendamos buscar una copia de mejor calidad y a ser posible en V.O.S. para disfrutar plenamente de las enormes actuaciones que nos ofrecen los actores en esta película.

10 comentarios:

  1. Suena distinta comparándola con otras de la época. Neville es uno de los directores más reconocidos por mucha de la gente de cine de nuestro país. Las referencias de esta película son bastante expresionistas, menos en lo que concierne a ese toque disneysiano que comentas (Blancanieves es una maravillosa pelíucula de animación).

    Me la apunto para ver; tengo déficit de este cine español de esa época en la que tanto Neville como los otros que mencionas, Gil y Sáenz de Heredia, eran los más destacados.

    Un saludo, Gourmet. Gran entrada.

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  2. Por cierto, Gourmet, me enteré que Neville tiene la película Nada, basada en la novela de Carmen Laforet. A mí el libro me gustó, o sea que procuraré conseguir la peli ahora que ando detrás de ésta que nos traes con ese toque a lo Lynch castizo, por lo que intuyo ;-D

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  3. El cine español de los años 40 está condicionado por al penuria económica, la dura censura, la necesidad de hacer de todo un film de propaganda. La Torre es de los pocos filmes que pueden escapar y ofrcer un espectáculo escapista muy digno, con esas referencias al cine de la Universal que comentas. A mi me encanta su casticismo (junto con El crimen de la calle Bordadores, también de Neville), su toque ingenuo y delicioso (como La vida en un hilo, quizá la mejor película de Neville).

    Y me gusta su reparto. Está Antonio Casal, que es uno de mis favoritos del cine clásico español, Julia Lajos (ambos repetirían con Neville en la mencionada La vida en un hilo). Y no recordaba que saliera Riquelme, que siempre me hace sonreir.

    No he visto Nada, que menciona Javier Simpson, pero también recomendaría, de lo que he visto de Neville, Mi calle, El Baile, y sobre todo, El último caballo, con F. F. Gómez.

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  4. Es esta una película que yo no pondría como obra maestra, pero desde luego es una cinta muy interesante y muy digna de ver. Hay que tener en cuenta que el cine español de los 40 es casi un desierto en calidad, solo Neville y poco mas se salva en un mar de peliculas propagandísticas y españoladas al uso. Aún no había llegado Berlanga ni Bardem y Buñuel (por citar las 3 B) se había exiliado y buscaba un plato de sopa que llevarse a la boca en los EEUU antes de ir a México.

    A esto debemos unir que ha sido una película difícil de ver(con algo de calidad)en tiempos actuales, algún pase televisivo que algunos guardabamos como oro en paño en nuestras VHStecas, pero hasta ahora (por finnnn) ninguna edición en Dvd.

    Me gusta Neville y su humor castizo, pero tambien su calidad como cineasta.

    Si alguien no ha visto esta pequeña joya le recomiendo sin duda que no se la pierda, que además esta nueva edición restaurada se ve de maravilla.

    Saludos

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  5. El que no la haya visto se va a sorprender de esa mezcla de casticismo español que, de repente, se convierte en una película alemana expresionista. Atentos al protagonista (parece una de sus comedias, y es que en el fondo lo es ¿o no?) y a su antagonista (Gulliermo Marín, una especie de conde drácula a la española).
    Una pedazo de Obra Maestra.
    Ingenioso Neville, adelantado a su época y, ante todo, cinéfilo.

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  6. Tiene razón Ethan, como siempre, en las referencias cinéfilas, no expresas, que hay en la película: Alemania y yo creo también que el cine de terror de la universal, que también a su vez recibe influencia de Alemania. Esta película, y el cine de Neville, es de esas que contagian o muestran la pasión del director por el cine, su deseo de fabular, de narrar, de arrastrar al espectador. Es una película que hubiera sido del gusto de Lang, por ejemplo.

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  7. Te felicito, Gourmet, por esta espléndida iniciativa que recupera la memoria del cine español de los años 40 (también podría decirse de los 50). En particular la obra de Edgar Neville, y, más en concreto aún, este excelente trabajo.

    La verdad es que la mayor parte de blogs y revistas de cine editados en España desatendemos esta página notable de la historia del cine mundial. Habrá que poner remedio a semejante olvido y déficit. Cine para gourmets ya lo está haciendo.

    Salucines

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  8. A mí me ha gustado la peli, es bastante entretenida. Creo que tiene las características adecuadas para que alguno de los grandes estudios hiciera un buen "remake" comercial; el guión es bueno, la trama es envolvente y el género tiene muchos adeptos y, con todos los efectos especiales que se logran en la actualidad, podría convertirse en un "thriller" que generara mucha audiencia y mucha plata (bueno, yo no lo sé de cierto, sólo lo supongo).
    Saludos

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  9. Lo cierto es que este film inaguró un tipo de cine fantástico nacional, que sin embargo careció de continuidad.
    No sé si se trata de una obra maestra, pero sí es la obra maestra de Neville.

    Un saludo.

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  10. "La torre de los 7 jorobados" es una película muy recomendable, de factura técnica impecable y con una trama que oscila entre el fanta-terror, el folletín y el thriller la mar de entretenida.
    Como ya comentáis en ella hay mucho cine, Melville como comentan ethan y Ricar2 debió ser todo un cinéfilo y en su peli podemos disfrutar de esas influencias: Mabuse, papeles de Lon Chaney, Caligari, Metrópolis y el cine de James Whale están ahí y saltan a la vista.

    Pero además de todas estas bondades plásticas que se traducen en una película con un gran poderío visual (sólo hay que ver los famosos planos de la escalera que, como no podía ser de otra forma, acompañan esta magnífica entrada) a mi juicio la peli del Melville tiene un carácter que la hace única(al menos yo no recuerdo otra) que no es, ni más ni menos, que en ella se ataca un género el fanta-terror, muy poco tocado en la filmografía patria durante la dictadura hasta los 70´s , decada en la que se produjo tanto la explosión como la exploitation de este género en suelo patrio.

    Es algo raro porque creo que el cine de terror se ha usado muchas veces como vehículo de crítica encubierta o como instrumento de evasión y eso sin duda fue algo muy necesario durante el franquismo.
    Los cineastas patrios eligieron la comedia y la sátira para darnos esa crítica y esa evasión.
    Curioso ¿no?

    Un cordial saludo y felicitaciones por esta a completísima entrada.

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