miércoles, 22 de junio de 2011

Una carta abierta a los magnates del cine.

Ignorantes y desgraciada gente:

¿Podéis hacer algo todavía? No sé, y me es indiferente vuestro futuro, porque hay un futuro para la imagen en movimiento en el que no tendréis nada que hacer. No sé si la película del futuro será popular, y para mí esa es la esencia de una película, que sea popular. Tal vez haya un período de semi- popularidad -será en ese tiempo en el que vosotros desertaréis- y luego el nuevo filme llegará sin vuestra ayuda. Porque cuando vosotros y vuestras capitalizaciones y vuestra publicidad caigan juntos, el campo quedará libre para otros. La primera película barata os asustará; pero hacer películas será cada vez menos costoso. Ahora está fuera del alcance de los artistas. Con artistas en lugar de actores y actrices y con ideas nuevas (entre las cuales la idea de ganar dinero podría estar ausente), volvería a la pantalla lo que vosotros habéis corrompido, la imaginación. Crearán con la cámara y no archivarán, y seguirán sus pulsaciones en lugar de intentar captar el ritmo de la actualidad... Hay pintores que trabajarían gustosamente con la cámara, lo mismo que arquitectos y fotógrafos. Creo que también los novelistas hallarían interés en el guión, como un nuevo modo de expresión. Las cosas que podrían hacerse no tienen fin.
...Porque la película es la imaginación de la humanidad en acción.

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No, no, este texto no es nuestro...

Adivina adivinanza, ¿En qué mes se escribió esto?... Una pregunta con un poco de trampa, sí. Reformulemos: ¿En qué año se escribió esto?...

No, no fue a principios de este siglo. Estos párrafos están extractados del artículo de igual título al de esta entrada, y que forma parte del libro "The Seven Lively Arts (Las siete artes vivas)", escrito en 1924 por el crítico de arte norteamericano Gilbert Seldes. Eran los tiempos de la llegada del cine sonoro y con él, de la teatralidad, algo que a Seldes no le gustaba nada. Parece evidente que sus predicciones no se cumplieron y sin embargo, leído hoy, tiene una sorprendente modernidad, o al menos a mí me lo parece. Yo lo retocaría un poco para actualizarlo, sobre todo en su parte final, añadiendo junto a pintores, arquitectos y otros oficios de reconocida valía artística, otros igualmente válidos y claramente emergentes, como fontaneros, teleoperadoras o camareros.

Probablemente tampoco ahora, o en los tiempos que vienen, se cumpla la profecía, que el dinero sabe como nadie sacar partido de todo, al máximo y en cualquier circunstancia. Pero soñar con que por fin el cine pueda ser nuestro es gratis, así que soñemos.

El debate está servido: ¿vosotros confiáis?

14 comentarios:

  1. No sé. Recuerdo que Winsor McCay también dio una charla a sus compañeros sobre el cine de animación y comentó algo como que lo que él había concebido como un arte se había transformado en un negocio.
    Como suele decirse, la "industria" del cine. Si luego de esa industria pues sale arte, es otra historia.
    Lo que tengo claro es que una película barata y con ideas nuevas o que no busque llegar a un público masivo no tiene por qué ser mejor una que cara que busque lo contrario.
    El texto no deja de ser moderno. Y más ahora que todo el mundo puede acceder a una cámara digital, hacer "cine" (otra cosa es si bien o mal) y colgarlo en internet.
    Y ya de paso os hago una pregunta. Cuando alguna vez me bajo algunas pelis del emule... suele aparecer Grupo Cine para Gourmets. ¿Sois vosotros?
    Si es así, gracias por unas cuantas.

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  2. Si no fuera por la aclaración creeria que el párrafo es de ahora mismo..
    Pero tambien digo que quisiera ser "un creyente", de esas personas que imaginan un mundo mejor y que la gente trabaja en lo que le gusta para realizar sus sueños y enriquecer nuestras vidas en el sentido más espiritual e intelectual de la palabra..que la cultura o simplemente el entretenimiento es un derecho al que todos tengamos acceso..simplificando los costes, que no vamos a creer que todo puede ser gratis..
    De todas formas todo está cambiando asi que esperaremos a ver que pasa. :-)

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  3. Saludos, David. Gracias por tu comentario. Ah, te dejé un mensaje más que nada para saber cuántas birritas nos debes, jeje

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  4. Abril, creo que muchos querríamos ser creyentes, o somos creyentes. Qué poco humanos si dejáramos de creer en este derecho a la cultura, si nos conformáramos con el "precio" que el magnate pone al producto que ha hecho "otro".

    Saludos

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  5. Bueno, el cine es industria también; pero a mí me gusta más el aspecto que tiene que ver con el arte que con lo comercial. Desde luego ahora se pueden hacer pelis con poquísimo dinero porque existen los medios digitales; se grabaron capítulos ya de series con aparatos poco más complejos que un teléfono móvil.
    De eso ya habló también Coppola cuando dijo que en el futuro saldría un niño genio director que haría cualquier maravilla para ser vista... sencillez, imaginación, pocos medios económicos y ganas de hacer cosas. Un saludo y buena entrada, Gourmet

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  6. Coincido bastante con David. Las premisas muy cerradas tienden a equivocarse, y la historia del cine ha dado muestras sobradas de productos comerciales de mucha calidad. Pero también es cierto que esa calidad ha venido de una ingente producción de películas. Si se hacen 10.000 películas al año es seguro que habrá un buen puñado buenas, si se hacen 1.000 la cosa empieza a flaquear.

    Sin tener datos, a mí me da que justo en eso estamos ahora, poca producción y por tanto poca calidad.

    Y ahí es donde el texto puede cobrar todo su sentido. Poca producción de la industria (la posible deserción de la que habla Seldes) y parece que una ascendente producción fuera de los límites, hecha con pocos medios. Ésta, por su condición "off", no tiene por qué ser mejor que la del sistema. Pero si se dispara su número, por la misma cuestión estadística, es más que probable que consiga un buen número de obras muy apreciables.

    Y luego está el "quién" puede hacer cine (o vídeo). Es posible que hoy la mayoría no tengamos ni repajolera idea de pintura o música, pero es indudable que la cultura audiovisual es mamada por todos en todo momento. Los saberes están muy extendidos, rompiendo el esquema de "expertos" y "profesionales". La autoría se generaliza casi al mismo ritmo que se diluye en las plataformas de internet. No sé que será de todo esto, pero es muy esperanzador.

    Yo confío...

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  7. El objetivo de cualquier creador artístico es la difusión de su obra, algo que implicaba hasta hace unos años entrar en la rueda de la industria cinematográfica. Los cines son un negocio.
    Internet permite una difusión mundial y gratuita de ese "cine enteramente popular" que proponía Seldes. También la tecnología necesaria para filmar y editar esta casi al alcance de cualquiera. Por tanto parece que cual Nostradamus Seldes predijo el signo de los tiempos que se nos vienen encima.
    Sólo hay una pequeña pega y es que "poderoso caballero es don dinero". Suponiendo que un grupo de esos talentosos teleoperadores y camareras (con algún arquitecto o pintor acuciado por la crisis) tengan el talento necesario para dar la campanada y hacer una de estas películas "libres" que se convierta en fenómeno de masas... va a ser muy dificil que los autores no sientan la llamada de don dinero y no procedan a vender los derechos de su producto para su comercialización y de que además pasen a ostentar automáticamente el título de expertos o profesionales del medio y así ganarse los buenos dólares de hollywood o en su defecto las ricas subvenciones en euritos del Ministerio de Cultura...
    Esta jodido esto de romper la comercialización del arte y pasar al arte por el arte.
    Por la propia condición humana de los artistas.

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  8. Efectivamente, Javi: una industria que desde el principio ha sido más un peso que una liberación para el séptimo arte, pero sin la cual al cine le cuesta vivir. Ahora parece que tiene algo de oxígeno, aunque, como dice David (Ciclos), veamos cuánto tiempo tardan en enrarecerlo.

    eduardo... ¡confiemos!

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  9. ¿He oído algo de birritas? Por fin palabras sabias...

    Ese inicio, Gourmet, lo firmaría cualquier cinéfilo con algún matiz, pero desde luego nadie diría que es tan añejo.

    Utópico y optimista, pero representativo de un ideal irrenunciable.

    Hay quien piensa que el cine digital será como soltar lastre o cortar amarras con la poderosa industria del cine, pero yo prefiero pensar que habrá una reconversión y los tiburoncitos esaderos (de esade, para entendernos) dejarán paso a productores con visión económica pero alma de artista, porque sin ese aliento mágico el invento se va al garete: cuestión de ciclos, como en todo.

    Interesantísimo tema: lástima que lo de las birritas se quede en virtual, porque la charlita sería reconfortante...

    Un abrazo.

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  10. Pues yo lamento discrepar, pero creo que el cine siempre será una industria, al menos en esta sociedad. Cualquiera que sepa, puede coger un folio y hacer una poesía. Con un simple lienzo y pinturas, se puede pintar un cuadro. Con un pentagrama y una guitarra se puede componer una canción, pero para hacer una película, al menos tal y como la entendemos hoy en día, hace falta algo más que una buena idea. Para hacer una película hacen falta actores, decorados, atrezzo, iluminación, sonido, etc, etc. Es decir, hacen falta un buen montón de profesionales que tienen la fea costumbre de comer tres veces al día y que no creo que estén dispuestos a trabajar gratis. Además de los profesionales, hacen falta una serie de equipos que no son precisamente baratos. En este sentido me podéis decir que existen cámaras digitales Full-HD por menos de 300€, pero como bien sabe cualquier aficionado a la fotografía, los megapixeles no lo son todo, y los objetivos profesionales no son precisamente baratos. En resumen, que para hacer una película hace falta una inversión muy cuantiosa de dinero, y ese dinero lo tiene que poner alguien, en este caso, la industria del cine.
    El problema, a mi juicio, es que la industria del cine se fija cada vez mas en el dinero y menos en el arte, con lo cual, paradojicamente, es la propia industria la que está acabando con el cine como arte y por ende, con el cine tal cual lo entendemos muchos de los que estamos por aquí.
    Sinceramente, espero que la industria del cine recapacite y deje de emplear millones en producir bodrios clónicos y se fije más en el arte, aunque me temo que no va a ser así. La sociedad pide esos bodrios y el dinero es el que manda.

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  11. creo que lamentablemente el cine tiende a la división, gracias a su cualidad industrial. esa visión romántica de un cine libre seguirá siendo utópica mientras se permita que el dinero rija la vida.

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  12. Es verdad lo que dices Alberto, pero las cosas están cambiando (despacio, claro). Imagino que todos habéis visto este corto de Guillermo Zapata:

    http://youtu.be/12Z3J1uzd0Q

    Con un presupuesto muy bajo, sin financiación ajena, sin beneficio esperado (tiene licencia Creative Commons) y con más de 100 millones de descargas en youtube.

    Claro, Guillermo trabaja para vivir, es guionista de televisión, pero además le gusta hacer cine, y le gusta hacerlo así. Es seguro que este corto le ha reportado beneficios no directamente monetarios: le ha hecho famoso, le habrá abierto muchas puertas en su carrera profesional... Y eso es estupendo, porque es una prueba evidente de que la construcción de un oficio no tiene que estar ligada solo, o principalmente, a la carrera profesional, entendida esta como trabajo monetarizado. Hoy en día, y más en estos medios, las remuneraciones no son solo mercantiles.

    Siguiendo con el ejemplo de Emilio, tras su éxito, evidentemente, se pusieron en contacto con él productoras, con una de las cuales desarrolló su siguiente trabajo. Condiciones: libertad de creación, que el nuevo corto fuese igualmente copyleft y que se distribuyese igualmente en Youtube. Nuevamente estupendo, porque aquí ya entra la industria, pero de una determinada manera.

    Guillermo puede decidir mañana que quiere hacer un largo de los de toda la vida y entrar en la rueda de la industria tradicional, y a mí me parecerá fantástico, pero por ahí ya hay otros cientos de Guillermos trasteando. E incluso el propio Gullermo sabría mejor que nadie cuál es el camino de vuelta.

    El caso es que ahora se puede, lo que venga de esa posibilidad lo iremos descubriendo en el futuro.

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  13. Yo quiero confiar, pero lo hago con la boca pequeña. De todas formas, estas cosas no son nuevas, cada cierto tiempo hay un bajónpesimista que el tiempo se encarga de borrar y todo renace. Esperemos que la fluctuación continue y solo sean sombras de la época que nos ha tocado vivir...

    Saludos!

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  14. En cualquier caso, Alberto, tienes razón en distanciar el cine, como arte ligado a una industria -a menudo lastrante-, de la música o la pintura. Pero, si lo piensas bien, a cierto nivel el capital es quien manda. Porque sí, compongo un tema, lo cuelgo en youtube y triunfo, pero... luego viene el productor sin el cual parece que el éxito no llega. La pintura corre igual suerte, teniendo en cuenta en los circuitos multimillonarios en los que se manejan las obras importantes -muy supeditadas al capital de museos e importantes galerías-.

    Lo que sí parece claro es que el cine, en principio muy anclado a ese lastre monetario, ha encontrado al menos las primeras formas de desligarse de la industria.

    Es una visión algo romántica, como dice microliteraturas, o como dice babel, lo proclamamos con la boca pequeña.

    Saludos, y gracias por los comentarios :)

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