martes, 2 de noviembre de 2010

CINEFÓRUM DE SOBREMESA (porque el cine nos alimenta...)
Hoy: Oro en barras, (Charles Crichton, 1951)

Por favor, un té con leche.

Diantres, pasan dos minutos de las cinco, ya me he vuelto a retrasar...

Buenas tardes, damas y caballeros. Estos chicos... los gourmets creo que se llaman, me han pedido que les escriba unas líneas de presentación de esta película, pues parece que hoy, y en días venideros, piensan charlar sobre ella.

Me han insistido en que cuente el por qué me negué con tal obstinación (lo de la obstinación es suyo, por supuesto) a desprenderme de mi Torre Eiffel, por más que yo a su vez les he dicho una y otra vez que la respuesta es obvia y está en la propia película, porque esa era mi Torre. Así que mejor les comentaré algunas cosas sobre la producción y la maravillosa época Ealing que creo de mayor interés.

Sir Michael Balcon, Mick, productor de la película y buen amigo mío, me contó en una de nuestras agradables veladas de bridge cómo, como en tantas otras ocasiones, la idea de la película había surgido de una pura casualidad. Parece ser que le encargó a Tibby Clarke, guionista, que se fuera al Támesis con un director y que paseara por allí hasta que tuviera una idea para hacer una película sobre el río. Tibby, excelente muchacho pero algo alocado, volvió con una idea, sí, pero no sobre el Támesis. En su deriva por la ciudad se había quedado fascinado al ver un transporte de oro en barras a cargo de un hombrecillo insignificante. Se las arregló para entrar en una empresa que fundía el oro y se asombró del poco respeto con el que lo manejaban (populacho) y de ahí surgió la idea, que dio lugar al guión que finalmente ganó un Oscar, el León de Venecia y sobre todo, el premio más importante, la Orden del Imperio Británico que se le concedió a Tibby. Me alegré mucho.

- Una anécdota que...
- Perdón Señora Boyce, pero T.E.B. Clarke contaba otra versión, según la cual le encargaron convertir en ficción un guión documental de John Eldridge sobre las actividades que se realizaban en el Támesis, 'Pool of London' se llamaba. Eldridge ya tenía esbozado un "malo" que era empleado del Banco de Inglaterra y que planeaba secretamente un robo de lingotes, pero no sabía cómo sacarlo del país. A Clarke le pareció que la situación y el personaje eran más propios de una comedia que de un drama, así que le cambió el sentido y...
- Perdón joven, ¿y usted le otorga más credibilidad a lo que contaba Tibby, por más que tuviera la Orden del Imperio, que a Sir Michel? Allá usted. Y ahora si me deja continuar sin interrupciones... Gracias.

Pues decía que la anécdota aquella resulta incomprensible para alguien como yo, amante de que cada cosa esté en su sitio, pero que me dio la oportunidad de conocer a algunos prestigiosos actores y futuras estrellas. Por cierto, que tengo que decir que Audrey Hepburn al natural era muy poquita cosa, la verdad. No llego a comprender esta manía de ponerla por todos lados que existe ahora. Nada que ver con el guapísimo Robert Shaw con su traje de policía.

Y siguiendo con los actores de la película, qué decir de Sir Alec Guinness... Pues nada ciertamente, porque era un tipo extremadamente reservado, creo que nadie en los estudios llegó a conocerle bien. En cierta ocasión le invité a la velada de bridge y se disculpó. Me supo mal, la verdad. El caso es que por lo que parecía era muy inseguro, a pesar de que cuando se hizo 'The Lavender Hill Mob' ya gozaba de un enorme prestigio.

Desde luego la construcción que hizo de su personaje fue soberbia, y suyos son algunos de los matices que le dan esa personalidad tan peculiar, como el frotarse las manos o ser un tipo regordete, porque decía que los que gesticulaban con las manos solían serlo, así que se puso algo de relleno por aquí y por allá. También hizo que tuviera dificultad para pronunciar las erres, para remarcar la incongruencia de que alguien como Holland se viese a sí mismo como jefe de una banda. Me reía mucho con Alec, tenía mucha gracia.

Era muy agradable trabajar en los Estudios Ealing. Yo era una niña, claro, pero aquello me dada la impresión de que era como un club, con todos colaborando. De hecho el club social al que pertenezco ahora me recuerda mucho a aquellos años, entre todos preparamos las fiestas, el roast beef del sábado, las celebraciones de la coronación... A ver si vienen ustedes a verme.

Sí, muy divertido aquello, les daré un ejemplo. Cuando Tibby y Charlie Crichton empezaron a trabajar juntos en el desarrollo de la historia se encontraron con un problema: ¿Cómo demonios se podía robar el oro del Banco de Inglaterra? Así que a Tibby no se le ocurrió otra cosa que presentarse en el mismísimo banco a preguntar. Lógicamente, allí le pidieron que rellenara un formulario haciendo constar la naturaleza de su propósito, y escribió: "se requiere información sobre la manera de robar lingotes de oro". ¿Se imaginan? Tras la sorpresa de la gente del banco y las oportunas aclaraciones de Tibby, la maquinaría se puso a funcionar como un reloj, y tras varias llamadas internas y aclaraciones sobre quiénes eran las personas más competentes para resolver el caso, allí se encontraban reunidos, entre otros directivos, el Director del Departamento del Oro y el del Departamento de Transportes, planeando el robo del Banco de Inglaterra, que se llevó a la pantalla casi exactamente como ellos lo concibieron.

¡Qué locos!, pero nos hicieron pasar muy buenos ratos. Espero que tan buenos como los que hayan tenido ustedes viendo la película.

Y ahora disculpen, pero tengo que acercarme a Harrods a comprar un pisapapeles para un amigo.

¿Qué? ¡Ah, sí!. Me recuerdan estos chicos que les diga que ahora ustedes son los protagonistas. Que lo pasen bien con sus cosas.


Y la semana que viene hablaremos de... "El Verdugo"


Gracias, Señora Boyce. ¡Qué mujer!

Cambiando de tema, para el martes que se avecina os proponemos disfrutar de una de las obras cumbre del cine español, "El Verdugo", comedia negra dirigida en 1963 por el gran Luis García Berlanga, uno de los mejores en lo que a burlar la censura se refiere.

Utilizando el humor, que muchas veces es el mejor método para contar las cosas más serias, mete caña todo lo que puede en una película que va más allá de la mera crítica a la pena de muerte y hace un eficiente retrato de la situación de la España de los años 60.

Por si alguien quiere informarse sobre esta película, aquí os dejamos algunas sugerencias:

- En "El Bloc de Josep" nuestro amigo dedica un par de entradas a esta película, las cuales podéis leer aquí y aquí.
- En "Puerta de Babel" podéis encontrar una interesante crítica.
- Merece la pena la puesta en contexto de la película en Reefviews.
- En "Películas Españolas" disponéis de otro artículo curioso.
- Otra reseña de interés la tenemos en "mi+d".
-Y como siempre, siempre puede resultar provechoso echar un vistazo a Filmaffinity.

Para el que no tenga la película a mano, aquí os la dejamos:


Lo dicho, la semana esperamos vuestras opiniones sobre "El Verdugo".

17 comentarios:

  1. Genial presentación para genial película.
    Me encanta el humor inglés tan elegante. De hecho lo que más recuerdo de esta película es cuando en plena persecución se cambian los lugares los dos protagonistas porque el que conducía no lleva encima el carnet de conducir.
    Porque nos puede perseguir toda Scottland Yard, pero ante todo somos caballeros británicos.

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  2. Qué razón tienes karaguevo, genial escena. Ese es el tipo de detalles sutiles que definen a la comedia inglesa, y muy especialmente a la comedia de los Estudios Ealing. Se pueden plantear el robo del tesoro del Banco de Inglaterra ¡pero conducir sin el permiso... INADMISIBLE! ja ja ja.

    También llama la atención en la mayoría de las comedias Ealing la ausencia de gags y el tratamiento realista de las situaciones... Que conste que esto lo he leído, porque a mí me cuesta trabajo saber el por qué hay comedias que funcionan, como esta, que lo hace a las mil maravillas, y otras que no.

    Algo que me encanta de estas comedias es el planteamiento social que llevan dentro, en algunos casos de forma claramente crítica, en otras quizás no, no sé. Aquí se pone encima de la mesa la anodina vida de un empleado de banca, que puede representar muy bien las anodinas vidas de miles de empleados y oficinistas de clase media, poco valorados y poco satisfechos. ¿Cómo convertir su vida, por llamarlo de alguina manera, en una vida que merezca la pena? Pues haciéndose jefe de una banda y burlando a la sociedad que le ha colocado ahí para el resto de sus días. El resultado del golpe es también la posibilidad del escape, pero según mi parecer es más importante el proceso que el resultado, el demostrarse a uno mismo que sí se puede. Eso justifica la sonrisa satisfecha de Alec Guines al final de la película, y eso hace también que no nos parezca que termina mal.

    Aunque debo decir que a mí me sienta fatal que el azar, en forma de niña regordeta, de al traste con un plan tan bien elaborado, y con una audacia tal que lleva a los protagonistas a meterse en la mismísima boca del lobo, y que provoca una de las persecuciones más delirantes que he visto. Lo del uso de la radio es la leche.

    En cuanto a la presentadora de la peli, la Sra. Boyce, me genera sentimientos encontrados. Por un lado me parece mucho más admirable que sus compañeras, que no dudan ni un momento en desprenderse de su recuerdo por unos chelines (¡hay que ver cómo está la juventud!), pero leñe, al final es la cuasante del indeseable desenlace... ¡Y para colmo se lo regala a un policía!

    El que no la haya visto que no se la pierda, ni esta ni el resto de películas de los estudios Ealing.

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  3. La termino de ver, gracias a que la colgaste la semana pasada. Está bien tu presentación, pero mira que decir que Audrey era poca cosa al natural. Me he quedado sorprendidísimo al verla (uno de sus primeros papeles) como Chiquita.
    Y de la peli... es entretenida y bueno, tiene momentos estupendos, es cierto. Me quedo con la cita que usan en la peli:
    "De todas las palabras tristes de la lengua o la pluma, las más tristes son estas: Podría haber sido".
    A mí, el momento más gracioso me ha parecido en el que cambia a los otros dos porque uno es ciego al color y dice algo como "Si un policía apareciera y viera un mar verde y un cielo turquesa..." Ja,ja...
    De todas formas, ya sé que esta es un pequeño clásico, pero me reí muchísimo más con Un pez llamado Wanda...en su día leí que las partes flojas de la peli correspondían los ex-Monty y las buenas eran del autor de Oro en barras. No estoy de acuerdo, claro...Pero bueno, eso es otro tema y me aparto.
    Me ha entretenido (que no es poco)...pero no entra a formar parte de mis comedias favoritas.
    Un saludo y gracias por haberme posibilitado ver la peli.
    PD: Lo de ir al banco a preguntar cómo podía robarse. Ja,ja... No sé si es verdad, pero si es idea tuya... es buena.
    La de la semana que viene por suerte ya la he visto unas cuantas veces.

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  4. Bueno David, lo de que Audrey Hepburn es poca cosa es una apreciación absolutamente personal de la Sra. Boyce, no sé si no habrá algo de envidia. Por aquí creo que más de dos estamos en total desacuerdo con ella. A mí personalmente me parece la colección de huesos más atractiva y elegante de la historia del cine.

    En cuanto a la anécdota del banco, como las otras que se comentan en la presentación, las hemos comprobado y son rigurosamente ciertas. Bueno, lo que es cierto es que así lo contaban sus protagonistas, pero vete tú a saber cuánta imaginación le pusieron.

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  5. Si la anécdota del banco no es verdad, merecería serlo. Yo creo que pasó realmente: ningún guionista inventaría una mentira como esa porque la consideraría poco creíble.
    No había visto Oro en Barras y me he alegrado de descubrirla gracias al cineforum. No he podido evitar pensar en dos películas que se basan en la misma premisa: La italiana "Rufufú" y la española "Atraco a las Tres". Creo que las tres son muy buenas comedias.
    De Oro En Barras, que es la que nos ocupa, me ha gustado mucho la secuencia de la persecución por el mismo motivo que a mis compañeros ¡es taaan British! La secuencia en la aduana, cuando intentan a subir al ferry y, una y otra vez, se lo impiden mediante la burocracia me ha parecido de lo mejorcito en comedia...
    Sólo un "pero" pequeñito: Comprendo que era mejor para el guión quedarse con sólo dos de los ladrones y que el guionista tenía que buscar una excusa para deshacerse de los otros cómplices. Al principio dí por bueno el motivo que alegan: No les apetece ir a Francia y confían en la horadez de sus compinches. Pero el hecho de que, cuando la acción vuelve a Inglaterra, estos dos personajes hayan quedado completamente fuera de la película me "chirría" un poco...

    Excelente la elección de la peli de la semana que viene. Soy una fan absoluta de Berlanga y del guionista Rafael Azcona (el mejor guionista español a muucha, muucha distancia del que pueda ser el segundo).

    Un saludo a todos.

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  6. A mí me pareció (la tengo reciente de pocos meses) una comedia estupenda. No es una comedia de grandes risotadas, más bien de una sonrisa continuada.

    Sin saber que salía la Hepburn en esta película, me sorprendió muchísimo: ¡cuánto se le parece esta actriz! -pensé. Pero al rato no había duda. ¡Es ella! Un papel breve, casi un cameo -si no fuera porque aún era bastante desconocida-. Pero esa perfecta estructura ósea no podía pasar desapercibida.

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  7. Yo paso sólo para decir que esta no la he visto, pero la apunto, pero que la tertulia de la próxima semana no me la pierdo.
    Saludos

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  8. Estupendo, Maite. Creo que es la primera vez que te veo en el blog. Bienvenida. Contamos contigo para la semana que viene... :D

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  9. Bueno Maite, con el avatar que tienes algo deberías decir, je je je

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  10. Por fin he sacado un rato para volver a ver la película. Tan estupenda como la recordaba.

    Coincido con La Guionista Reflexiva en que el momento del ferry es de lo mejorcito no sólo dentro de la película, sino de la comedia en general.

    Pero lo que más me gusta es el planteamiento base del personaje de Alec Guinness. Pasar casi 20 años haciéndose el "tonto" esperando el momento de dar su golpe... Brutal.

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  11. La verdad es que es una película llena de momentos geniales algunos ya destacados en los comentarios anteriores.
    Coincido que lo que menos me gusta es la desaparición de los 2 personajes cómplices del robo.

    También se habló antes de "Un pez llamado Wanda", para mí una gran comedia también, pero que funciona gracias a comedias como Oro en Barras, me explico:

    La comedia Ealing o la comedia inglesa de esa época juega mucho con los personajes estirados y estereotipados "ingleses" y su forma de ser.
    Un pez llamado Wanda y el humor "Python" lleva un punto más arriba ese estereotipo y es efectivo porque ya tenemos el fondo y el poso del humor Ealing.

    John Cleese, para mí el mejor guionista y quizás el mas listo de los Python, construyó un guión a su estilo propio pero tuvo el acierto de buscar a Charles Crichton para dirigirla, combinado el humor "Python" mas exagerado y paródico con el humor Ealing más llamémosle "elegante" de tal forma que el conjunto funcionó también a la perfección.

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  12. Muy interesante tu reflexión karaguebo. Efectivamente en muchas ocasiones se nos olvida que el cine y nuestra percepción de él, no solo se basa en lo que vemos, sino también, casi sobre todo, en lo que hemos visto y aprendido. Por eso cuando vemos películas antiguas, si no hacemos un jercicio de situarlas en su contexto, en muchas ocasiones nos desilusionan un poco. ¡¡Hemos visto tanto!!

    A mi también me gusta mucho "Un pez llamado Wanda", es una comedia estupenda y me parto de risa, pero me parece que es una comedia "clásica", en el sentido de que usa recursos ya usados previamente, algunos como dices de las comedias Ealing, otros del humor de los Python, gag, etc.

    Con "Oro en barras", como con el resto de películas de la Ealing, seguramente me río menos, pero sin embargo no se me ocurren obras anteriores a ellas en las que el gag no sea el recurso humorístico por excelencia, o en las que la "forma de ser" de los británicos sea parodiada...

    La Ealing yo creo que también fue la precursora de los que podríamos llamar "comedia social" Es verdad que en la comedia americana, ya desde Keaton o Chaplin los personajes pobres, las calses medias o bajas, estaban presentes, pero fueron los ingleses los que realmente contruyeron sus guiones a partir justamente de la situación social. En algunas como "Pasaporte para Pimplico" o "Whisky Galore" resulta más evidente que en otras.

    Y la comedia negra, de la que tantos buenos ejemplos se hicieron por aquí y de la que "El verdugo" es una muestra inmejorable, creo que también dio por allí sus primeros pasos.

    ¿Quién recuerda una denuncia de la burocracia anterior a la aduana de "Oro en barras"?

    ¿Quién recuerda comedias en las que se hiciese parodia de instituciones hasta ese momento intocables, como el Tesoro del Imperio aquí, o la unidad de la Patria en Pimplico...?

    Hay que ver, vaya rollos que me marco, ja ja ja.

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  13. La burocracia fue ampliamente denunciada por Capra, aunque sus tiros eran más políticos que administrativos. Y también puedo recordar ciertos gags realmente graciosos de los Marx... peeero, nada que ver con el espíritu british comentado. No sé si alguna vez este personaje británico resultante de la parodia había aparecido antes en el cine. A lo mejor había aparecido sin intención de ser parodia. Aquí se parodia a las claras. En películas como La batalla de los sexos (1959), del propio Crichton, incluso se permiten hacerlo en contraposición al espíritu americano. Otra sensacional comedia, por cierto...

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  14. Hola, aun no he sacado tiempo de volver a ver esta película, así que hablo de algo vi hace 20 años. Coincido en que es muy atractivo el ambiente British, la sutileza del humor, que encarna lo que hoy conocemos como "humor inglés", y en el espíritu "social" de estas comedias. Se ha citado antes "Pasaporte para Pimlico" o "Whisky galore" como ejemplos, junto a "El hombre del traje blanco". Pero hay otro humor de la época más lejos de esta vertiente social, como "El quinteto de la muerte", "Ocho sentencias de muerte", y la película más delirante de robos que yo recuerde, "La extraña prisión de Huntleigh", con Peter Sellers, más cercanas a la comedia pura, aunque totalmente British, como hay mucha comedia española de época, dentro y fuera de Berlanga o Forqué, que podríamos llamar "humor español", que no tiene nada que ver afortunadamente con la españolada.

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  15. A estas alturas ya está casi todo dicho, no me parece que sea una de las comedias mas divertidas que haya visto, pero si es una de las mas originales, yo destacaria una escena que nadie a comentado todavia que es la de la confusión en la Torre Eiffel y como se precipitan escaleras abajo mientras persiguen a las estudiantes. Coincido plenamente que la escena de la persecución como lo mejor de la cinta y como con tan pocos recursos y con muuucha imaginación se consiguen grandes resultados cómicos, a ver si algunos aprenden.

    La toma final de espaldas de los protagonistas mientras nos enseña a los espectadores las esposas tambien me resulto muy original.

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  16. ¡Buf! Ando un poco (demasiado) de cráneo y llego siempre tarde; pero además esta película hace la tira de años que no la veo y no la tengo, aunque esto no es excusa, claro. Casualmente sí tengo en lista otra del mismo director y protagonista, pero ahí está esperando desde hace ya semanas.

    Ha sido no obstante un placer leer la entrada, muy bien planteada, francamente, y por descontado los comentarios de esos expertos que se dejan caer por aquí.

    Coincido mucho con el aprecio manifestado por la labor de Cleese recuperando a un nonagenario Crichton en Un pez llamado Wanda, una demostración que la comedia inglesa bien hecha sique manteniendo el gancho que siempre tuvo.

    Saludos..

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  17. Muy divertida la paelícula al mismo tiempo que es una lección de interpretación, hasta por parte de la niña con su toore. Saludos

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