domingo, 6 de junio de 2010

King Vidor

Este mes queremos dedicar nuestro ciclo a un director clásico. Un pionero del cine que empezó con lo más básico, que fue evolucionando con los avances técnicos de este arte, y que contribuyó de manera fundamental a la creación del lenguaje cinematográfico del que tanto disfrutamos. Su obra radiografió la sociedad estadounidense de su tiempo, defendió el individualismo y demostró su gusto por los elementos épicos y líricos de la narrativa. Este mes queremos dedicarle nuestro ciclo a King Vidor.


King Vidor

King Vidor (n. Galveston, Texas; 8 de febrero de 1894 - f. Paso Robles, California; 1 de noviembre de 1982).

King Vidor tenía orígenes húngaros por parte paterna, que procedía de una familia adinerada. De hecho, los negocios de su padre le hicieron amasar a éste un capital notable.

King Vidor entró en la academia Militar de San Antonio, para luego ingresar en el colegio de Fort Deposit. Un influjo importante en sus ideas fue el de su madre, pues le introdujo en la Christian Science, para la cual trabajaría con un grupo de médicos; más tarde, en el ocaso de su vida, quiso hacer una película sobre Mary Baker Eddy, fundadora de esta secta.


King Vidor empezó como aficionado; hizo documentales publicitarios y noticiarios, que logró vender en ocasiones. Publicista y autor de cortometrajes, debutó como realizador en 1913, filmando Hurricane in Galveston con una cámara de fabricación casera que construyó su amigo Roy Clough y 100 pies de negativo. Durante un huracán, filmó una gran ola que arrancaba unas casetas de la playa y las lanzaba por encima del muro de contención.

Su siguiente documental The Grand Military Parade lo filmó ese mismo año, como representante del semanario Mutual Weekly con una cámara prestada y dos bobinas de 100 pies de película. Con ella filmó "La mayor concentración de tropas de la historia del ejército de Estados Unidos". Situaron la cámara encima de una almacén de algodón y filmaron a las tropas en una carretera larga y recta que se hundía en el valle. Esta misma composición la usó posteriormente en The big parade en 1925.


En el año 1916, se casó con Florence Arto, futura actriz y colaboradora suya. Se trasladó a Hollywood con su mujer y su socio Clifford Vick en un Ford T cargado hasta los topes con la cámara, un trípode topográfico de segunda mano y su equipaje. Para ahorrar gastos, siempre que podían dormían sobre unas lonas colocadas sobre el coche. Durante el viaje, y para costear la gasolina, el alojamiento y los neumáticos, King decidió rodar una serie de tomas durante el viaje con el objeto de vendérselas a la Ford para que las utilizara en un magacine publicitario. La idea funcionó, salvo por el pequeño detalle de que la Ford, por aquel entonces, ya pagaba a 60 días. Para el resto del viaje, tuvieron que economizar gastos al máximo.

Su primer trabajo en Hollywood fue en 1915, para desarrollar actividades relacionadas con el cine (contable, regidor, guionista). A los pocos años tuvo su oportunidad artística, y dirigió The Turn of the Road (La vuelta del camino) en 1919, con verdadero éxito, lo cual le permitió realizar de inmediato otros tres filmes. En 1920, fundó Vidor Village, estudio cinematográfico propio, en el cual dirigirá siete películas, casi todas protagonizadas por su mujer, Florence Vidor.

En 1923, debido a problemas económicos, se vio obligado a dejar su estudio. Su primer trabajo fuera de sus estudios fue para la Metro, que le encargó rodar Tin Tin de mi corazón (Peg o' my heart,1923). Posteriormente rodaría Tres solterones discretos (Three wise fools, 1923). Durante este rodaje ideó el concepto de música muda, que posteriormente aplicaría a El pan nuestro de cada día (Our daily bread, 1934). Según cuenta en su libro autobiográfico "Un árbol es un árbol", debía rodar un motín carcelario y una huida de presos en un coche: "Me impresionaban mucho algunas de las persecuciones de D.W. Griffith y había planeado esta como un medido crescendo musical en el que cada corte incrementase la tensión de la escena. Seleccioné fragmentos y movimientos de música sinfónica cuyo tempo parecía cuadrar con la acción concreta que yo tenía en mente. Entonces, sentado junto a un fonógrafo, y metrónomo en mano, me dediqué a establecer el ritmo exacto y a anotarlo al margen del guión, junto a la escena correspondiente. Incrementé gradualmente las indicaciones metronómicas para que la acción fuera haciéndose más veloz y se encaminase hacia el clímax. Dado que aún estábamos en la época del cine mudo y no podía escucharse ningún ritmo, sólo verse, llamé a aquello música muda". Podéis leer el libro aquí.


Luego, logró éxito con El gran desfile (The great parade,1925) o con Y el mundo marcha (The crowd,1928). Se había divorciado ya; viajó, en 1928, a París con su segunda esposa, Eleanor Boardman, para promocionar esa última película. En Hollywood rodó al año siguiente la famosa Aleluya (Hallelujah!, 1929), interpretada sólo por afroamericanos, en la que el sonido toma por primera vez relevancia artística dentro del cine, inventando innumerables usos además de escuchar lo que se ve, cosa que no era así antes de esa película ya que la mayor parte de estrenos eran "talkies" o películas habladas. Como suele suceder, cada nueva tecnología suele acarrear nuevos retos y una de las consecuencias inmediatas del cine sonoro es que la cámara debía volver a permanecer inmóvil, que los desplazamientos de cámara eran ruidosos y quedaban reflejados como un traqueteo en el sonido de la película.


Se interesó pronto por el cine en color, y filmó Paso al noroeste (Nortwest Passage,1940). Con El sueño americano(An American Romance, 1944) realizó una segunda experiencia con ese tipo de película. Trataba uno de sus tres grandes temas junto con la guerra y el trigo, el acero, y seguía el proceso de elaboración de éste desde su extracción en las minas hasta su uso en las grandes cadenas de montaje, a través de la vida de un inmigrante checo.


Entre sus obras sucesivas hay que recordar, sin duda, Duelo al sol (Duel in the sun,1946), El manantial (The fountainhead,1949) y Pasión bajo la niebla (Ruby Gentry,1952).

Tras Salomón y la reina de Saba de 1959 se retiró. Pasó a dedicarse a la escritura (así, su bello libro de memorias, que está publicado en España por Paidós), a la pintura, la filosofía, la enseñanza universitaria. También llegará a hacer dos cortometrajes experimentales.


El cine de King Vidor siempre ha tenido un gran componente social. En contraposición a Frank Capra, que solía mostrar el lado amable y esperanzador de la vida, King Vidor nos muestra la realidad del americano medio, sus temores y sus dificultades para alcanzar sus sueños, anticipándose en ocasiones a los sucesos reales, como fue el caso de Y el mundo marcha rodada casi un año antes del "crack" del 29, en la que nos muestra cómo un joven, impulsado por su idealismo y ambición, se enfrenta a las duras condiciones de vida de la Nueva York de principios de siglo, desmitificando así el sueño americano. Esta historia tuvo su continuación en El pan nuestro de cada día, en la que la joven pareja, acosada por las deudas y el desempleo, decide volver al campo e intentar levantar una granja. Para realizar esta película tuvo grandes problemas de financiación, ya que ningún banco estaba dispuesto a financiar una película en la que un sheriff ejecuta una orden de embargo de un banco y tuvo que hipotecar todas sus posesiones para poder realizarla. Se ve que en aquel tiempo no había subvenciones.


El historiador Lewis Jacobs, autor del libro “La Azarosa Historia del Cine Americano”, publicado en 1939, comenta: “King Vidor es un eminente director no sólo por sus brillantes realizaciones y la profundidad de sus criterios estéticos, sino también por una cierta sinceridad y un peculiar punto de vista que han elevado muchas veces sus filmes por encima del nivel medio y le han situado entre los directores más importantes desde los últimos años del mudo, cuando las principales figuras de la pantalla americana eran Von Stroheim, Sjöström y Lubitsch. Su compromiso social, en una actitud dispuesta siempre a incorporar ideas avanzadas, y su fe en la honestidad y el realismo le han llevado muchas veces al éxito, en los últimos quince años, después de largos intervalos como director de películas comerciales. Cuando los esfuerzos de Vidor se han basado en sus convicciones, los resultados han sido particularmente buenos; en el caso contrario, sus películas se han caracterizado por un estilo cinematográfico de nivel notable. Su última obra La Ciudadela (The citadel) le ha confirmado una vez más como director que aún no ha realizado su obra maestra, pero que por la seriedad de su perspectiva social seguirá contándose entre los principales de su época”


Esta faceta social de sus películas siempre se ha basado en su concepción de la vida. Según sus propias palabras "Creo que cada uno de nosotros sabe que su mayor tarea en la tierra es realizar alguna contribución, por pequeña que sea, a la marcha inexorable del progreso humano. El camino del hombre, tal como yo lo veo, no va de la cuna a la tumba, sino de lo animal o lo físico a lo espiritual. El avión, la bomba atómica, la radio, el radar, la televisión son pruebas de la existencia de un impulso por superar las limitaciones de lo físico en favor de la libertad del espíritu. "

Fue cinco veces nominado al Premio Oscar, y recibió un premio honorífico en 1979, por el conjunto de su obra.

Fuentes:
Wikipedia en español
Cinemaforever.com
Senseofcinema.com
imdb
Un árbol es un árbol. Por King Vidor. Ed. Paidós



Filmografía:

5 comentarios:

  1. Desconozco casi en su totalidad la etapa muda de este director. Habrá que irle poniendo remedio.

    Sensacional entrada, gourmets.

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  2. Madre mía King Vidor, seguro que resulta interesantísimo. Solo por "El manantial" y "Duelo al sol" merece todos los olimpos.

    Pues inexplicablemente tampoco había venido a parar por aquí. Solucionado.

    Saludetes!

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  3. Pues he de confeasr que es un director muy desconocido para mi, pero entre tu texto y que el amigo David siempre me lo está mencionando, creo que voy a tener que ponerme a ello (cuando tenga un hueco, que esa es otra...). Y eso de que no muestre el lado amable como Capra, pues me llama aún más.
    Un saludo

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  4. Muy buena entrada dedicada a un director casi caído en el olvido, como algún otro, porque hace años que no se ve nada de su trabajo en la tele.

    Se merece, desde luego, una reseña como ésta. No conozco su etapa silente, pero creo que en su última etapa consiguió mantener muy alto el nivel y eso, en un tipo que estvo casi cincuenta años en el tajo, no es tan fácil.

    Seguro que la autobiografía debe ser interesantísima.

    Saludos.

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  5. Me ha gustado mucho la entrada. Muy completa.

    King Vidor fué uno de los grandes, con personalidad propia, que le costó arriesgar su dinero por proyectos en los que creia. No conocía las subvenciones.

    Josep, su autobiografía "un árbol es un árbol" es una pasada, tuve la oportunidad de leerla hace tiempo y personalmente creo que los comentarios sobre que es uno de los mejores libros de cine ciertamente no me extrañaría.

    Pues eso, que muchas gracias por la entrada.

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