jueves, 21 de enero de 2010

El pañuelo amarillo de la felicidad

Dirigida por en 1977 por Yoji Yamada sobre la novela de Pete Hamill es una road movie protagonizada por Ken Takakura, Chieko Baisho, Tetsuya Takeda y Kaori Momoi.

Después de romper con su novia, Kinya Hanada (Tetsuya Takeda), un joven bastante fantasma y macarrilla, incluso en le época de los 70 en que se desarrolla la película, decide comprarse un coche de segunda mano y marcharse a recorrer la isla de Hokkaido, situada al norte de Japón. Allí conoce a Mitsue (Chieko Baisho), una chica bastante tímida que también acaba de terminar una relación sentimental. Durante el camino recogen a Yusaku (Ken Takakura), un hombre de mediana edad, bastante reservado y misterioso. A lo largo del viaje, a medida que los personajes se conocen con más profundidad, van aflorando sus sentimientos y sus inseguridades y vemos como evoluciona cada uno de ellos gracias a la influencia de los otros.

Lamentablemente, la ficha de filmaffinity, al igual que otras reseñas publicadas sobre esta película, son, a mi juicio, bastante desafortunadas, ya que en su afán de explicar el título, en sus sipnosis incluyen información sobre el argumento que no se muestra al espectador hasta bien avanzada la película, desvelando desde un principio el halo de misterio que rodea al personaje de Ken Takakura. Si alguien tiene la intención de ver esta película, debe evitar a toda costa leer alguna de estas reseñas, pues corre el riesgo de saber de antemano las respuestas, incluso antes de que se planteen las preguntas.

Siguiendo el esquema clásico de "el prota" y "la chica", Kinya (Tetsuya Takeda), debería haber sido el protagonista de la historia, pero una soberbia interpretación de Ken Takakura hace que la película gire entorno suyo. Como toda road movie que se precie, tiene los suficientes momentos cómicos y dramáticos para conseguir que el desarrollo de la trama sea fluido y ligero, sin que por ello pierda ni por un solo momento la fuerza y la delicadeza con que son retratados los personajes.
Como la mayoría de las películas japonesas, pierde bastante con el doblaje, pero, para tranquilidad de los enemigos de la "lectura", en este caso, el doblaje no suena tan falso como en otras película japonesas más antiguas y se puede disfrutar perfectamente, aunque no tanto, en versión doblada. tanto.
En el año 2008, Udayan Prasad hizo un remake de esta misma película, y según consta en IMDB no se ha estrenado en España.

7 comentarios:

  1. Madre mía, lo que lloré yo con esta película... qué bonita...

    Me gusta especialmente porque me reafirma en un planteamiento vital propio: no se debe juzgar a las personas a primera vista. Como dices, al principio el chico parece imbecil y la chica que le faltan un hervor, pero luego resulta que ni una cosa ni la otra, sus personajes van cogiendo fuerza según avanza la cinta, adquiriendo solidez. Puede que lo que viven les ayude en esa transformación, o puede que ya fuesen así, y que simplemente las circunstancias en las que les pone la vida les haga desprenderse de las capas más superficiales de estupidez para dejar aflorar su parte más madura, quién sabe.

    Y el tormento de Takakura... Definitivamente sí, una road movie muy estimable, con viaje interior de los protagonistas, como corresponde.

    Un tipo interesante el Yamada, no os perdáis tampoco El ocaso del Samurai y Love and Honor (El catador de venenos)

    ResponderEliminar
  2. Una película magnifica. Takakura está genial, parece inexpresivo, pero precisamente esa inexpresividad es la que denota que quiere esconder algo.

    ResponderEliminar
  3. No la he visto, pero tiene muy buena pinta.
    Me la pondré de deberes para verla en cuanto pueda. Eso sí, con un montón de pañuelos a mano por si me da por llorar como a Eduardo, jajaja

    ResponderEliminar
  4. No creo que sea una película tan lacrimógena como dice Eduardo. Es más, pienso que mezcla perfectamente el drama y la comedia. El hilo dramático lo lleva Takakura, mientras que de la parte cómica se encargan "los dos pipiolos". En ese sentido, me pareció muchísimo más lacrimógena "La tumba de las luciérnagas", y eso que era de animación.
    Por otra parte, tampoco creo que reafirme la teoría de Eduardo sobre los juicios a primera vista, de los que por otra parte, yo tampoco soy partidario. Simplemente, al principio de la película, a ambos les "falta un hervor" y ese "hervor" es el que reciben a lo largo de la película.

    ResponderEliminar
  5. Es cierto que no es tan lacrimógena, tan solo en su parte final, pero desde luego yo necesité varios pañuelos.
    No estoy seguro de que tengas razón, Alberto, en que reciban el hervor a lo largo de la película, yo creo que es difícil que la gente cambie en unos pocos días. Lo que sí puede ocurrir, y creo que ocurre, es que en esos pocos días descubras, o muestres, partes más escondidas de tu personalidad.

    En cualquier caso en lo que estamos muy de acuerdo es en que la peli merece la pena, un minidebate como este, sobre la personalidad de los protas, etc. no hace más que dar muestras de que en los personajes hay chicha.

    ResponderEliminar
  6. Hola.Es la primera vez que entro en este blog.Y no la última.Volveré para difrutar de tus reseñas y poder saber así más sore peliculas que por desgracia no ví.
    Me he tomado la libertad de enlazarte en mis páginas de interés.Espero que no te moleste.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. No he visto la película original solo el remake americano de El Pañuelo Amarillo. Leí sus críticas y volví a ver esta gran película en HBO online y creo que es una reinterpretación muy buena de la original, lo más resaltable es como cuentan la historia con hermosos paisajes de fondo.

    ResponderEliminar