martes, 29 de septiembre de 2009

El crepusculo de los dioses

El film dirigido por Billy Wilder en 1960, estuvo a punto de no estrenarse por problemas con el reparto y carcajadas en su pase previo. El guionista Charles Brackett surgió la idea de una película en torno a una estrella del cine mudo en desgracia y olvidada por el cine sonoro, propuesta que Billy Wilder completó añadiendo el romance del protagonista con un guionista mucho más joven y dispuesto a todo con tal de progresar en la profesión. Ella sería Norma Desmond, él Joe Gillis. Además la productora de la película, Paramount Pictures, consiguió que Brackett y Wilder aceptaran incluir en el guión un giro argumental tomando como de la obra de Balzac, “Papa Goriot”, según el cual, Norma acababa disparando contra su amante. El problema surgió a la hora de seleccionar a la estrella encargada de interpretar a Norma. Ninguna de las grandes divas de la etapa silente del cine querían hacerse cargo del papel por miedo a ser vistas como el propio personaje, acabadas, abandonadas, locas y olvidadas por la industria a la que ayudaron a ganar tanto dinero. Wilder llamó primero a la puerta de Mae West, que era su primera elección como protagonista. La sarcástica dama se negó, lo que pasó el relevo de la espinosa oferta a Pola Negri, quien tampoco quiso arriesgarse a romper su imagen de vampiresa seductora del cine mudo. La tercera puerta a la que llamó Wilder fue la de Mary Pickford, que fue la primera en interesarse realmente por el trabajo. El problema es que estaba tan interesada en el papel que exigía mayor protagonismo que el que Brackett y Wilder le habían dado en el guión. La actriz se empeñaba en tener mayor presencia en la historia y aparecer más en la pantalla, algo a lo que se negó el director. Eliminada también Pickford de la ecuación, le llegó el turno a Gloria Swanson. Al parecer Wilder le confesó a su compañero George Cukor que no era posible encontrar una actriz que quisiera interpretar la película. Cukor le dijo que nadie, salvo Gloria Swanson, podría interpretar ese personaje. No obstante, los problemas de Wilder para completar el reparto no habían acabado. Localizada su Norma Desmond, empezó a tener serios problemas para encontrar a Joe Gillis. El primer seleccionado fue Montgomery Clift era que parecía estar de acuerdo en interpretar al ambiciosa guionista dispuesto a servirse de sus relaciones con la enajenada Norma para abrirse hueco profesional en Hollywood. Sin embargo, el actor no tardó en echarse atrás y llamó a la Paramount para justificar su deserción del proyecto señalando que experimentaba serias dificultades para interpretar escenas de amor con mujeres más viejas que él. Al parecer el verdadero problema de Clift era otro. Por un lado acababa de interpretar “La heredera” dirigida por William Wyler en 1949, en la que interpretaba a un joven cazafortunas empeñado en la idea de conquistar a una solterona rica pero no precisamente atractiva interpretada por Olivia de Havilland. Por otro lado en la vida privada del actor existía una relación con una cantante Libby Holman, bastante mayor que él, que le recordaba la situación que iba a verse sometido su personaje en el Crepúsculo de los dioses. En opinión de Clift, la situación de Gillis y la suya propia eran demasiado similares como para que su imagen como estrella no quedara seriamente afectada. Wilder por tanto se vio obligado a buscar otro Joe Gillis para su película. Lo buscó en Fred MacMurray, al que ya le había proporcionado posiblemente la mejor oportunidad de su carrera como actor con el papel del vendedor de seguros Walter Neff, corrompido hasta convertirse en asesino por la vampiresa que encarnó Barbara Stanwyck en Double Indemnity (Perdición), auténtica joya del cine negro rodada en 1944. A pesar de ello MacMurray se negó a hacerse cargo del personaje de Gillis pretextando que no podía interpretar a un mantenido. El actor acabó siendo fetiche de la compañía Disney en sus insulsas comedias familiares. El siguiente convocado fue Marlon Brando, pero Paramount le rechazó porque consideraba que todavía no tenía entidad como estrella para entrar en el proyecto. Gene Kelly tampoco podía hacer la película porque continuaba bajo el contrato con la MGM, que no estaba dispuesta a cederle a la competencia. De ese modo, el papel llegó a manos de William Holden, que no era el favorito de Wilder para el papel. Bastó que ambos compartieran una copa para que Holden se convirtiera en Gillis. Dicho sea de paso, la primera versión de la película presentaba a Holden como un muerto entre otros muertos reunidos en el deposito de cadáveres y conversando. La secuencia llegó a filmarse, pero al ser proyectada en un pase de prueba con público, provocó tales carcajadas que el estreno se retrasó durante seis meses e incluso se llegó a rumorear que no iba a estrenarse nunca. Billy Wilder volvió a rodar el principio con Gillis/Holden flotando, cadáver, en la piscina de Norma Desmond.

2 comentarios:

  1. Campaña de octubre: "Ninguna entrada sin comentarios: se lo merecen"....
    Bromas aparte, vaya peliculón!!!
    Afortunadamente, después de tantas vicisitudes quedó un elenco muy bueno.
    Gloria Swanson está soberbia.
    William Holden también estupendo. Además repitió con Wilder en Stalag 17 (Traidor en el Infierno), una de mis películas preferidas de Wilder, y en Sabrina.
    Y aparte, mención especial para Erich von Stroheim, con un gran papel como mayordomo de Norma Desmond.
    Y además película con un montón de momentazos: la aparición de Cecil B. DeMille, la proyección de La Reina Kelly (película protagonizada por Swanson y dirigida por von Stroheim en la vida real), la partida de cartas entre actores de cine mudo (donde sale entre otros Buster Keaton)...
    Vamos, una película imprescindible.
    Saludos

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  2. Me parece una película "agria" y humana (quizás, en algún momento, por eso agria), muy buena película pero con un poso agrio que sobrevuela todos los personajes. Es una de las películas que más me ha gustado, aunque no sabría decir porqué, el ritmo, la definición de los personajes, la ¿hermosa? historia en la que se envuelve, melancolía por un tiempo pasado, sueños rotos, desengaños, engaños, pasión, ilusión, fé en un futuro posible o imposible ...cada personaje tiene su mundo.
    Me parece una película, sobre todo, muy humana.
    (al final/principio alcanzó "su sueño" el guionista/narrador)

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