sábado, 5 de septiembre de 2009

Easy Rider, de Dennis Hopper, o de quien sea ...


- El problema de la cocaína en Estados Unidos en realidad lo provoqué yo -

Esta perla, la dejaba caer Dennis Hopper, tras el éxito obtenido por Easy Rider, ejemplo de película con no muy alto presupuesto, innovación, riesgo, drogas y alta calidad.

Realmente, fue levadura lo que emplearon en la película para simular cocaína y eso después de un ¿riguroso? estudio sobre cual era la droga más económica y socialmente recomendable para atravesar los Estados Unidos en un viaje distinto al que se ofrecen en cualquier agencia. Optaron por la cocaína, pero no era excesivamente fácil de conseguir y en esa época el círculo era demasiado cerrado, luego ese círculo se abrió, después de la película.

El carácter violento de Dennis Hopper era su seña de identidad, broncas de todo tipo, hierba, ácido… cuchillos, puñetazos, patadas… no distinguía a nadie, no discriminaba por sexo, raza ni nada de nada , simplemente era violento.

Dice Fonda, aludiendo a un suceso previo con Hopper de protagonista:

mi mujer también despreciaba la película pero no por eso le rompí la nariz.

La película, desde los comienzos hasta su estreno viene marcada por el carácter de Dennis Hopper, era su película, o así lo creía él. La gestación de la película fue peculiar, una noche, pasadas las cuatro Peter Fonda llama a Dennis Hopper, .... se me ha ocurrido una idea para una película. Tiempo después de darle vueltas a la idea y de dar unos cuantos tumbos de puerta en puerta y de porro en porro fueron a visitar a Bert Schneider:
Schneider entró cojeando, con la pierna enyesada, y se sentó en un escritorio del fondo. Fonda y Hopper estaban a punto de entrar en el despacho de Nicholson a liarse un porro, pero Rafelson se los presentó a Schneider y dijo, refiriéndose a Hopper: este tipo está como una regadera, pero creo ciegamente en él, y creo que hará una película estupenda para nosotros.
Schneider los miró desde arriba –Hopper, bajito y moreno, con sus tejanos mugrientos, chaqueta tejana, barba, coleta, una cinta en el pelo, un brillo paranoico en los ojos y una arruga atravesándole el ceño como una cicatriz; Fonda, alto y con aspecto de cigüeña, increíblemente parecido a su padre, quitando la larga melena rubia, chaqueta india con flecos y mocasines de cuero crudo- y escuchó su cantinela… Salid del despacho ahora mismo y hablad con Robert. Así lo hicieron, y Bert aceptó financiar The loners, como todavía se llamaba la película, con trescientos sesenta mil dólares. No tenía un estudio dispuesto a distribuir la película y respaldaba el proyecto de Dennis y Peter con dinero propio cuando ninguno de los dos tenía todavía un curriculum en dirección o producción, aunque sí una buena reputación como creadores de líos. En otras palabras, basándose en poco más que una corazonada, Bert se atrevió a arriesgar demasiado.

El primer paso estaba dado, el primer paso pero nadie sabía hacia donde dar el segundo ni cuando:

Fonda confundió las fechas, no era un mes, sólo una semana, Hopper se volvió loco y como siempre buscó rodearse de parientes y amigos…. La noche antes de partir celebraron una reunión de producción en la oficina de Hayward. Todos sentados en el suelo, una reunión muy relajada, muy informal, muy al estilo de los años que corrían. En un momento dado, hacia el final de la reunión, Hopper dijo: una cosa, tío; nos falta un electricista. ¿Quién quiere ser el electricista? dijo, como si necesitara una pizarra, un objeto cualquiera, no una persona cualificada. Recuerda Hayward: y una tía dijo: -yo quiero ser la electricista-. Era una chica que había enviado de Nueva York para que hiciera foto fija. Dennis dijo: -Perfecto. Serás la iluminadora de la película-.
En ese momento supe que iba a haber problemas… prosigue Hayward.
No se equivocaba:
Todos los días había un pase -recuerda Rafelson. Una humareda impresionante –de hierba naturalmente- lo invadía todo y no se progresaba mucho. Que si voy a quitar esto, que si voy a volver a montar lo otro. Bueno, si le gustaba era porque todos los que asistían iban colocados. El montaje que más le gustó fue una versión de cuatro horas y media sin contar las secuencias filmadas en 16 mm….
Pasaron meses enredados, sin avanzar un solo paso, Hopper a lo suyo, fuera lo que fuera lo suyo. Nadie quería cargar con la responsabilidad de decirle a Hopper que se fuera. Dice Peter Fonda:
Yo no pensaba hacerlo porque estaba seguro de que intentaría asesinarme. Y como me negaba a llevar encima una pistola sólo por Dennis Hopper, me sentía indefenso frente a él. Se me podía lanzar encima en cualquier parte, atacarme con una botella o un cuchillo.
La situación se prolongaba, la situación ya insostenible se encontraba en un callejón sin salida aparente, encontraron una solución de compromiso: después de un año le invitaron a pasar unas vacaciones de Navidad en la isla de Tao… para terminar con el montaje y al final dejar la película en noventa y cuatro minutos. A la vuelta nadie quería decírselo, miedo, se lo tomó a la tremenda pero terminó aceptándolo, no había otra solución ni remedio.

Easy Rider, no fue sólo una película problemática, problemática en todos los sentidos que pueda contemplar la palabra “problemática”, también fue pionera entre otras cosas, en la banda sonora:
En la mayor parte de la banda sonora, Hopper y Fonda sólo usaron la música grabada en directo. Fue una de las primeras veces en que una película se unció al poder arrollador del rock de los años sesenta.

En cualquier caso, una definición que creo que es muy acertada de la película , es la siguiente:

Easy Rider no tiene autor, es la escritura automática de la contracultura. Dice Henry: Nadie sabe quién la escribió, nadie sabe quién la dirigió, nadie supo nunca quién la montó; se suponía que Rip iba a trabajar en la película, pero en su lugar entró Jack; parece un montaje de cientos de tomas eliminadas, puestas todas una detrás de otra y con la banda sonora de las mejores canciones de los sesenta. Pero abrió un camino. De pronto fueron los hijos de Dylan los que pasaron a tener el control.
Además de ser un paso decisivo en la carrera de Jack Nicholson, Dennis Hopper y Peter Fonda, se vieron desbordados por el éxito de la película, por la historia de la película y también por su propia historia personal. Y lo que es incuestionable es que marcó un punto de inflexión en la historia del cine:

Recuerda Peter Guber, que en esos días ascendía a pasos agigantados en Columbia:
Todo parecía distinto después de Easy Rider. Los ejecutivos estaban ansiosos y asustados porque ya no tenían las respuestas.
(basado principalmente en algunos de los capítulos del libro Moteros tranquilos, toros salvajes)

1 comentario:

  1. Vi Easy Rider por primera vez con 15 años más o menos, es decir, en una época en la que tenía las hormonas a mil por hora y en la que todo lo que significara transgresión estaba por encima de lo demás. Reconozco que me encantó.
    Cuando la volví a ver unos años después fue distinto... Incluso me pareció bastante mediocre.
    Eso sí, lo que nunca me defrauda de esta película es la banda sonora... Impresionante.
    De todas maneras creo que es una película que hay que ver. Puede gustar más o menos, pero no deja de ser una película que creó (o remarcó) un estilo y, como decís en el artículo, marcó un punto de inflexión en la historia del cine.
    Saludos

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