Sólo los ángeles tienen alas

Se trata de una película dirigida en 1939 por Howard Hawks, con Cary Grant y Jean Arthur a la cabeza, acompañados de una guapísima Rita Hayworth. Por si lo anterior no fuera suficientemente atractivo, que lo es, la trama de la película se desarrolla alrededor de una pequeña línea aérea encargada de trasportar el correo entre el puerto de Barranca y Tres Cruces, es decir, es una película sobre la aviación comercial en sus primeros años. A los aficionados a la aviación, el cine siempre nos ha ofrecido grandes películas, pero la mayoría trataban sobre aviación militar, sin duda mucho más apasionante a la hora de relatar grandes hazañas y mostrar valores heroicos, pero no hay demasiadas sobre la aviación civil, y ésta es precisamente una de ellas.

Tengo que decir que he buscado infructuosamente el puerto de Barranca y la ciudad de Tres Cruces, con el objeto de realizar ese mismo vuelo con mi vídeo-juego favorito, el Microsoft Flight Simulator, pero hasta ahora, no he encontrado nada. Por la ruta del barco que "pierde" Bonnie Lee (Jean Arthur), que se dirige Nueva York, el puerto de Barranca debería estar situado en la Costa Atlántica de Sudamérica. Sin embargo la ambientación del puerto, corresponde mas a Centroamérica (Honduras o Panamá). Sin embargo estos países no tienen la cordillera andina cerca de la costa. Otra posible localización es Colombia, concretamente, Barranquilla, cuya similitud con el nombre de Barranca es más que evidente, y más teniendo en cuenta que la siguiente escala del barco es Santa María (¿tal vez Santa Marta?). El clima es tropical, lo que afianza la hipótesis Barranquilla=Barranca. Teniendo en cuenta que la velocidad de crucero de aquellos cacharros debía de ser de unos 100 - 130 knots (1 knot = 1 Milla nautica por hora, todo parece indicar que se trataba de transportar el correo entre Barranquilla y la capital Bogotá, para lo cual hay que volar entre la Cordillera Central y la Oriental, sin embargo, la misión de rescate a las minas, parece situarse en la zona de Chile, Perú o Bolivia.

Y... ¿A que viene todo este rollo de aviación? Os preguntaréis. Pues viene a cuento de que el guión está basado en anécdotas reales de pilotos que volaban por aquella zona, que desgraciadamente para Hawks, es demasiado grande, por lo que debió "crear" una zona más manejable mezclando todos los elementos anteriormente descritos. La película se rodó íntegramente en los Estudios de la Columbia en Hollywood, lo que demuestra una vez más lo grande que puede ser el cine a la hora de crear magia e ilusiones. El guión lo escribió Jules Furthman basándose en la historia "Plane from Barranca" del propio Howard Hawks, aunque esto último no esta acreditado.
La película es una de las grandes obras maestras de Howard Hawks. Al puerto bananero de Barranca llega Bonnie Lee (Jean Arthur). Allí, un grupo de pilotos aventureros, al mando de Geoff Carter (Cary Grant), se dedica a transportar el correo por vía aérea a través de una arriesgada ruta entre las montañas. Entre tanto, surge una historia de amor entre Geoff y Bonnie.

Geoff Carter (Cary Grant) es un tipo duro. Dirige un linea aérea y está acostumbrado a perder pilotos (y amigos) con frecuencia. Sin embargo, no es un explotador, él sólo vuela cuando piensa que el vuelo puede resultar peligroso. Su personaje refleja el cinismo y dureza de aquél que ha perdido su vida y trata de recomponerla a base de arriesgarla y de despreciar el peligro. Claro que en los albores de la aviación comercial, la profesión de piloto era una profesión muy arriesgada. Era arriesgado incluso ser pasajero, ya que hasta los años cincuenta, las compañías aseguradoras no cubrían los viajes en avión en sus pólizas de vida. En mi opinión, se trata de un papel muy acertado, pues si bien su forma de ser y su personaje encajaría más con otro tipo de actores más duros, como Humphrey Bogart o Gary Cooper, Cary Grant dota al personaje de esa cierta simpatía y humanidad que sólo él sabe darle y logra hacer un personaje agradable de alguien que aparentemente no se siente afectado por la muerte de un amigo y además es capaz de comerse su filete.

Jean Arthur representa a la perfección el papel de chica joven y aventurera capaz de quedarse una semana en un sitio y porque ha conocido a alguien interesante allí.

Al comienzo de la película, nada sabemos de los personajes, pero a medida que pasa el tiempo, se van definiendo todos a la perfección, a base de trazos muy gruesos y pequeños comentarios sobre su pasado. Nada de detalles explícitos. Con la sutiliza y suavidad con que sólo los grandes maestros saben hacerlo, al final de la película, los retratos de cada uno de los protagonistas y de los secundarios se ha dibujado a la perfección, sin estridencias y de una manera sutil. Nada más ver a Mac Pherson (Richard Barthelmess) entrar en el bar, su expresión nos cuenta que algo pasa con él. No hay más que comparar su expresión con la de su esposa Judy (Rita Hayworth), alegre y orgullosa, para ver que MacPherson tiene algo que esconder y que en este caso, se descubrirá pronto; en otros, no tan pronto. Sin embargo, estas pequeñas pinceladas de trazo grueso, son las que están continuamente dibujando las personalidades de cada uno de ellos.

Como no podía ser de otra forma, la película también ensalza los valores humanos de la amistad, el valor, la fidelidad y el amor.
En resumen, se trata de una gran película, muy entretenida, cuyo metraje pasa en un abrir y cerra de ojos. Es de esas películas que lamentas que salga el fatídico "The End", pues te gustaría seguir disfrutando un buen rato más, y esto es algo que solo está reservado a las grandes películas.

Valoracion: 9,5