Que síiii, ya lo sabemos, 'True Grit (Valor de ley)', la última de los Coen. Pero hoy no vamos a hablar de esa, sino de la primera versión, aquella que realizara en 1969 ese más que notable asalariado de la industria cinematográfica llamado Henry Hathaway.
Cuando se puso a ello los vientos del género estaban cambiando. El western crepuscular ya había dado sus primeros pasos con 'The Last Sunset, (El último atardecer, Robert Aldrich, 1961)' y 'The Man who Shot Liberty Valance (El hombre que mató a Liberty Valance, John Ford, 1962)'. Coincidió en la cartelera con 'The Wild Bunch (Grupo salvaje, Sam Peckinpah, 1969)', estrenada tan solo una semana después. Al otro lado del charco Sergio Leone ya andaba cocinando "spaghettis" con 'C'era una volta il west (Hasta que llegó su hora, 1968)'. Pero estas novedosas derivas no afectaron al viejo Hathaway, que a sus 71 años planteó una del Oeste de las de toda la vida, si bien con cierto mestizaje con el policíaco o la comedia.
Pero empecemos por el principio. La película es una adaptación del bestseller de 1968 escrito por Charles Portis. Tan claro tenía Portis cuál debía ser el destino de la novela, que una vez escrita y antes de publicarla su agente distribuyó varias copias por diversos estudios cinematográficos con el fin de vender los derechos para hacer la película. Su idea era que si varios licitadores ofrecían 300.000 dólares, Portis decidiría a quién se la vendía basándose en criterios artísticos, no económicos.
A Hal Wallis, de la Paramount, le encantó el libro e inmediatamente ofreció la cantidad citada. Muchos otros estudios igualaron la oferta, por lo que Portis decidió irse unas semanitas de vacaciones por América Central para tomar la decisión, dejando a todos esperando ansiosos.
John Wayne también leyó una copia de la novela, pero cuando la oferta estaba ya cerrada. Viendo el potencial del texto, no quiso perder la oportunidad de hacerse con el film y habló con Portis para que incluyera una oferta de 400.000 dólares de su productora, Batjac Productions. Quería hacer esa película por todos los medios, pero Portis no se dejó seducir y decidió no saltarse las normas. Finalmente vendió los derechos a Hal Wallis.
Wayne se quedó muy disgustado y llamó a Wallis para decírselo. Al otro lado del teléfono, Wallis rió entre dientes. Solo un hombre sobre la faz de la tierra podía hacer de Rooster Cogburn, y ese hombre era John Wayne. Wallis le ofreció al Duque el papel y éste dio su visto bueno con un bramido, aceptando inmediatamente.
Pero Wallis estaba preocupado. Solo dos directores en Hollywood podían meter en vereda a Wayne durante el rodaje, y necesitaba a uno de ellos. La salud de John Ford estaba decayendo y no había rodado nada desde ‘Cheyenne Autumn (El gran combate)’, en 1964. Así que decidió que solo le quedaba Henry Hathaway, quien ya había trabajado con Wayne en varias ocasiones. Hathaway aceptó también de inmediato.
A Charles Portis no le gustó nada la elección de John Wayne y se opuso a ella, quizá porque el personaje de la novela tenía alrededor de cuarenta años y Wayne ya tenía 61 cuando rodó la película. Hathaway le dijo a Wallis: “No sé qué opinas, pero si nosotros tenemos una película, él tiene un libro. Me gusta el camino que está tomando la película, así que tendrás que arreglarlo con él”. El argumento fue convincente, porque Wallis regresó más tarde con la aprobación de Portis.
La encargada de la adaptación fue la veterana guionista Marguerite Roberts, quien había estado en las famosas listas negras de Hollywood. John Wayne, conocido por no ser un tipo demasiado progresista, estaba al tanto de esta circunstancia, pero leyó el guión y le gustó mucho, tanto que llegó a decir que era el mejor que había leído nunca. Le entusiasmó especialmente la escena con Darby en la que Rooster le habla a Mattie de su esposa en Illinois, hasta el punto que después consideró que era la mejor que había rodado en toda su carrera. Así que a pesar de las recomendaciones de sus conocidos de que no debía trabajar en una producción escrita por alguien como Marguerite Roberts, se mantuvo en el proyecto.
Para encarnar a Mattie Ross se barajaron muchos nombres y hubo diversas candidaturas. John Wayne había prometido al principio el papel a su hija Aissa Wayne, pero Henry Hathaway se negó. Después quedó impresionado con Karen Carpenter, la de The Carpenters, en un espectáculo de talentos que presenció antes del rodaje, y quiso que fuese ella quien encarnase el personaje, pero en esta ocasión fueron los productores los que se negaron. También fueron propuestas Sally Field, Tuesday Weld, quien lo rechazó, al igual que Sondra Locke, que leyó el guión pero que quiso evitar ser encasillada.
Pero la candidatura más firme fue la de Mia Farrow, quien recientemente había tenido un gran éxito con 'Rosemary's Baby (La semilla del diablo)'. Ella estaba interesada en el papel, pero antes del rodaje coincidió con Robert Mitchum en Inglaterra en la película 'Secret Ceremony (Ceremonia secreta)', y éste le aconsejó no trabajar con Hathaway porque era un "cascarrabias". Farrow pidió a Wallis que cambiara a Hathaway por Roman Polanski, con el que había quedado encantada en 'La semilla del diablo', pero al productor le pareció una idea estúpida. No sólo porque Hathaway tenía sobrada experiencia en el Western y era el tipo idóneo para manejar a John Wayne, también porque éste detestaba ‘La semilla del diablo’ y no le iba a hacer mucha gracia ser dirigido por Polanski, pudiendo montarse una gorda. Así que Farrow renunció al trabajo, reconociendo más tarde que ese había sido uno de los errores profesionales más grandes de su carrera.
Entonces Wallis vio a Kim Darby en un episodio de la serie de televisión 'Run for Your Life (Alma de acero)' en la que interpretaba a una madre soltera y pensó que tenía el coraje y la vulnerabilidad para el personaje de Mattie. Le ofreció el papel a pesar de que como ocurría con Wayne, tampoco ella se ajustaba en su edad con el personaje de la novela, Mattie tenía 14 años y Darby casi 22. Dudó mucho antes de aceptar, ya que acababa de ser madre y había decidido retirarse para ocuparse de su bebé a tiempo completo, mientras su marido, el también actor James Stacy, seguía trabajando. Pero pasados unos días finalmente se decidió a cambio de una enorme suma de dinero. Wallis comentó alguna vez que Stacy había solicitado una comisión para él por “permitir” a Kim participar en el proyecto. No nos extraña que el matrimonio con un tipo así durara poco, y que ya durante el rodaje se iniciaran los trámites del divorcio.
A John Wayne no le gustó nada la elección de Darby, a la que consideraba poco profesional. Apenas hablaban fuera de cámara y más tarde dijo: "¡Cristo, hablamos de no tener nada de química con la actriz protagonista! Era la maldita actriz más horrible con la que jamás he trabajado." Sin embargo ella, pasados los años, recuerda con cariño el trabajo con Wayne, y recientemente alababa su profesionalidad: "Él estaba allí en el set antes que nadie y sabía perfectamente cada línea."
Pero la pobre sufrió en sus carnes los temores de la Farrow, y a pesar de que había congeniado con Hathaway cuando se conocieron en el estudio, el primer día de rodaje conoció sus gritos. "Me puso tan fuera de mí", dijo, "que solo me levanté y volví a mi camerino." Finalmente, los dos tuvieron una conversación, "Le dije: 'Henry, voy a hacer lo que quieras, simplemente no me grites más.' Después de ese día, la cosa fue de maravilla."
También Glen Campbell, que interpreta a La Boeuf, el Ranger de Texas, tuvo sus problemas con Hathaway y sufrió sus iras y gritos. Campbell fue elegido después de ofrecer el papel nada menos que a Elvis Presley, pero el representante de éste, "Coronel" Tom Parker, insistió en que Presley debía aparecer como cabeza de cartel. Es fácil imaginar la cara que pondría Wayne ante tal exigencia.
Campbell era un exitoso cantante, muy popular por aquella época, con temas como "By the Time I Get to Phoenix" y era la estrella de su propio programa de variedades en la CBS, "The Glen Campbell Goodtime Hour", pero nunca había actuado en una película. Para él fue increíble trabajar con el Duque, al que admiraba desde crío, y manifestó que "Era como mi padre. Era un tipo muy agradable." Más tarde bromeaba sobre sus dotes de actor, diciendo que al final había hecho una "buena acción" en 'Valor de ley': “Hice que John Wayne pareciera tan bueno en una película, que ganó su único Oscar”.
Henry Hathaway odiaba la actuación de Glen Campbell, la cual describió como "de madera", y afirmó que el cantante solo fue elegido para que pudiera tener un éxito con la canción que ayudaría a promocionar la película.
Por si no eran suficientes las desavenencias entre los miem- bros del rodaje, John Wayne tampoco hizo buenas migas con Robert Duvall, quien interpreta a Ned Pepper, y llegó a amenazar con golpear al joven actor del Método si volvía a discutir con el director.
Afortunadamente no todo fueron enfrentamientos en la película, también hubo enamoramiento, en concreto entre Wayne y su caballo castaño Dollor ('Ole Dollor), de dos años, con el que trabajaría en varios westerns más y que fue su favorito durante sus últimos diez años. En su última película, 'El último pistolero (The Shootist, 1976)', puso como condición para entrar en el proyecto la presencia de su caballo Dollor. Wayne no dejaba a nadie montar a su caballo, pero tras la muerte del Duque, Robert Wagner lo hizo en un segmento de la serie de televisión 'Hart to Hart (Hart y Hart)'.
Tampoco en esto Wayne y Darby coincidían, ya que ésta tenía mucho miedo de los caballos. Según dijo, en el rodaje no pasó más de cinco minutos montada, siendo sustituida por una doble que tenía aproximadamente 65 años, a la que le ponían una máscara que habían sacado de la cara de Darby.
Muchas veces se ha dicho que fue el especialista Jim Burk quien se hizo cargo, en sustitución de John Wayne, de toda la escena donde Rooster Cogburn cargaba contra el grupo a caballo de Ned Pepper, y también del salto acrobático de valla del final. Pero contrariamente a estos comentarios, Kim Darby verificó en alguna ocasión que realmente fue Wayne quien rodó estos planos. No nos atrevemos a asegurar ni lo uno ni lo otro.
Pero hagamos un poco de turismo para los lectores viajeros aficionados a visitar las localizaciones. El rodaje tuvo lugar principalmente en el Condado de Ouray, Colorado, en las proximidades de Ridgway (donde ahora se encuentra el "True Grit Cafe"), y la ciudad de Ouray. Esto no le gustó nada a Charles Portis, ya que la novela se desarrolla en Arkansas y Oklahoma, y aunque el guión mantiene las referencias a estos lugares, las diferencias entre el paisaje de los escenarios de la novela y los que aparecen en el film son muy importantes. Ante su queja, Hathaway le espetó a Portis: “Mira, en Arkansas nadie ha salido a más de diez millas de sus casas en toda su jodida vida. Y cuando vean la película se pondrán muy contentos al ver que algún lugar en Arkansas tiene esas características.”
Las escenas de sala de tribunal fueron filmadas en el Juzgado del condado de Ouray. Las que tienen lugar en la barcaza y a lo largo del riachuelo y en el refugio donde Pierce y Moon mueren, así como la escena donde Rooster lleva a Mattie en su caballo Little Blackie tras la mordedura de la serpiente, se rodaron en Hot Creek en el lado este de Sierra Nevada cerca de la ciudad de Mammoth Lakes, California. El Monte Morrison y la montaña Laurel forman el telón de fondo sobre el riachuelo. Esta localización también se utilizó en 'North to Alaska (Alaska, tierra de oro, 1960)'. La escena cerca del final donde Rooster y el grupo de Ned Pepper se encuentran y Pepper es disparado, se rodó en un claro cerca de la parte superior de Owl Creek Pass, en las afueras de Ridgway, Colorado. Ese lugar está fuera del camino hacia la izquierda y es muy fácil de encontrar. El Chimney Peak se puede ver en la famosa escena del tiroteo del final. Es parte de la cordillera Cimarron fuera de Ridgway.
Hablemos ahora un poco de los complementos. Rooster Cogburn maneja un rifle Winchester 1892 de palanca y un revolver Colt 1873 SAA. Le Bouef lleva un rifle Sharps. Mattie usa un revolver Colt-Walker 1847 "Dragoon". Chaney un rifle Henry.
Todo esta indumentaria fue bien asumida por los actores, pero no ocurrió lo mismo con el famoso parche. John Wayne era difícil de domar y quería hacer las cosas a su manera. Cuando Wallis le dijo que Rooster Cogburn llevaría bigote y parche, Wayne puso el grito en el cielo: “¡Diablos! Los fans pagan para verme a mí, no a un hijoputa que parece un pirata salido de una película de Errol Flynn”. Wallis le permitió que no llevara bigote si no quería, pero no cedió con el parche. Pero Wayne insitió y volvió a intentar quitarse el parche. Hathaway le dijo: “Mira, Duke, yo estoy al cargo de la película y tú vas a hacer lo que yo diga. Cogburn puede darte el Oscar si lo representas con veracidad. Así que deja de quejarte. De todas formas, no tienes que ponerte a dieta. Te quiero con una gran barriga de 120 kilos”.
Las palabras de Hathaway fueron premonitorias, porque efectivamente John Wayne ganó el Globo de Oro y el Oscar de la Academia como mejor actor, el único que conseguiría en su carrera. Tras recibir la estatuílla, Wayne exclamó: "¡Guau! Si lo hubiera sabido, me habría puesto ese parche 35 años antes". Lo cierto es que el premio fue visto por mucha gente como un reconocimiento a sus cuarenta años de carrera. Su actuación en esta película fue rechazada por muchos críticos por excesiva y sobreactuada.
También la canción principal, del compositor Elmer Bernstein, con letra de Don Black y cantada por Glen Campbell, fue nominada como mejor canción tanto para los premios de la Academia como en los Globos de Oro, pero no obtuvo ninguna de los dos galardones.
A pesar del éxito comercial del film, John Wayne parece que tampoco quedó muy satisfecho con el resultado final y manifestó que él había actuado en películas mucho mejores como 'Stagecoach (La diligencia, 1939)'. En la ceremonia de entrega de los Oscar le dijo personalmente a Richard Burton que creía que era él quien tenía que haber ganado por su retrato del rey Enrique VIII en 'Anne of the Thousand Days (Ana de los mil días, 1969)'.
En 1975 se rodó una secuela, 'Rooster Cogburn (El rifle y la biblia)', dirigida por Stuart Millar, en la que Wayne volvió a interpretar el personaje. Compartió protagonismo con Katharine Hepburn quien dio vida a Eula Goodnight, una solterona que se une a él. La trama se ha descrito como un refrito de 'Valor de ley' con elementos de 'The African Queen (La reina de África)', protagonizada por Bogart y Hepburn.
En 1978 se rodó para televisión 'True Grit: A Further Adventure', protagonizado por Warren Oates y Lisa Pelikan.
Y sí, en 2010 Joel y Ethan Coen dirigieron otra adaptación de la novela. Ésta se centra más en el punto de vista de Mattie, como en la novela, y es más fiel a la ubicación (Oklahoma y Arkansas). Hailee Steinfeld interpreta a Mattie Ross y Jeff Bridges da vida a Rooster Cogburn. Matt Damon hace de LeBeouf y Josh Brolin aparece como Tom Chaney.
John Wayne murió el 11 de junio de 1979, justo diez años después de la fecha de estreno en EE.UU. de 'Valor de ley' (11 de junio de 1969). Casualidades de la vida.
En el próximo Cinefórum hablaremos de...
"Planeta prohibido"
En el próximo Cinefórum, que tendrá lugar el lunes 16 de mayo, vamos a acercarnos a la ciencia ficción, género al que todavía no hemos dedicado ninguno de nuestros encuentros. Hemos seleccionado un clásico de 1956, 'Forbidden Planet (Planeta prohibido)', película inspirada en "La tempestad" (William Shakespeare) y dirigida por Fred M. Wilcox.
Aquí os dejamos algunos enlaces interesantes que hemos encontrado en los que se habla de 'Planeta prohibido' :
- Encontramos una crítica en Muchocine.net
- Puede ser útil esta ficha en pdf de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
- Podemos leer otra crítica en Cine y Letras.
- Y otro comentario en Aloha Criticón.
- Si ya habéis cogido carrerilla, hay un artículo más extenso en ciencia-ficcion.com.
- También en El Gabinete de Cinemagníficus hay un comentario sobre la peli.
- Y, como suele ser habitual, recomendamos echar un vistazo a la versión en inglés de Wikipedia y a los comentarios de Filmaffinity.
Por si no tenéis a mano o no localizáis otra copia con más calidad, aquí la podéis ver en su versión doblada.
Qué interesante todo lo que nos cuentas.
ResponderEliminarCuriosamente, ayer pusieron la película en la tele en una copia estupenda, que permitía apreciar en todo su esplendor esos paisajes que tan bien fotografió el gran Lucien Ballard. La había visto hace tiempo y la recordaba como muy superior a la versión de los Cohen. Pero ahora creo que esta última no le llega a la suela de los talones en ningún aspecto, hasta el punto de preguntarme si era necesaria una nueva versión de la novela que, aparte del cuidado en la ambientación, en mi opinión no aporta prácticamente nada nuevo. Ni siquiera la violencia propia de la época en la que está ambientada, pues, aunque es más explícita en la nueva versión, la anterior sigue siendo una película mucho más tensa y briosa.
No me acuerdo demasiado de la de Hathaway, pero seguro que no está nada mal, a pesar de lo que dijera John Wayne después, eso de que tenía hecho pelis mejores que la que le había dado el oscar... a mi eso me parece una "descortesía", aunque matizable, hacia la película de Hathaway después de haber conseguido el reconocimiento de la industria de la que formaba parte John Wayne, pero seguro que sus palabras salieron en un contexto en el que no había ningún tipo de mal rollo; por lo que sé Wayne era una persona que merecía la pena, y sin entrar en aspectos políticos de la persona. Los detalles que pones sobre la peli están muy bien, muy interesantes; estaría bien hacer un tipo de lectura similar antes de ver algunas pelis que merecen la pena, clásicas o más recientes.
ResponderEliminarLa próxima que vas a poner en el cinefórum, Planeta prohibido (interesante el guión y la idea) la vi hace una semana y supongo que diré algo de lo que pongas y de lo que me pareció a mí.
Muy buena entrada, Gourmet. Hasta pronto ;)
A raíz del estreno de la película de los Coen, que por cierto no he visto, decidí ponerme manos a la obra con la de Hathaway.
ResponderEliminarLa verdad es que este film, me ha dejado indiferente. Creo, a mi modesto entender, que ni la obra de Hathaway ni la interpretación de Wayne, están a la altura de las grandes obras del género, ni de las muchas y muy buenas interpretaciones que ha tenido "el Duque" a lo largo de su carrera.
Mencionas por ahí algún que otro western rodado por esos años, y no resiste la comparación con las obras de Ford (El gran combate o El hombre que mató a Liberty Valance), ni con la de Peckinpah (Grupo Salvaje). Incluso me atrevería a decir que la de Aldrich (El último atardecer) es muy superior.
Considero a Hathaway un director sin alma (esta película es un buen ejemplo), con un puñado de buenos films y que a mi entender, no resistiría un reflexión detallada de su obra.
Un saludo.
Pues hice mis deberes la semana pasada (no la había visto, y tampoco la de los Coen). Después de leeros, contrasto mis impresiones:
ResponderEliminar- Me gustó John Wayne. En ningún momento me pareció que la película hubiera ganado algo con otro actor de 40 años.
- La dirección de Hathaway, más que correcta. Además, era el domador de Wayne. Imprescindible, entonces.
- En cuanto a la actriz, Kim Darby, aunque está simpática en la película, me defraudó. El guión hubiera ganado con una actriz (como propone la novela) de 14 años. Se hubiera ganado el efecto de una adolescente con aires de adulta. En este caso, no existe tal contraste.
- No me gusta el papel de Campbell, aunque su comentario a propósito del Oscar del Duke me parece muy honesto.
Del resto poco puedo decir que no hayáis dicho ya. Espero al resto de comentarios.
Enhorabuena por tu post, muy interesante, la verdad, que gran gourmet eres. Yo hace tiempo que la ví y la verdad no me gusto demasiado, quizás porque Wayne no es de mis preferidos. Reconozco que algunas de sus películas están muy bien y no es precisamente esta de "valor de ley". La de los coem la ví y la comente en mi block y...si queréis saber lo que digo venir a verme, jajaja.
ResponderEliminarUn besazo
Y porque he puesto block asi de mal escrito? quién sabe? las prisas. MI BLOG!! sorry
ResponderEliminarNo me sorprende el empeño de Charles Portis por "controlar" la producción de la película y sus criterios artísticos. Sólo hay que ver cómo gestó True Grit y su otra novela Noorwood.
ResponderEliminarEl tío dejó una corresponsalía del periódico neoyorquino Herald Tribune en Londres (cargo de gran prestigio) después de varias décadas dedicado al periodismo. De ahí volvió a Estados Unidos, se encerró alrededor de un año en una cabaña de pescadores en Arkansas (sí sí, una de esas cabañas de madera perdidas de la mano de Dios) y se puso a escribir.
De ahí salió todo. Como si fuera una especie de reproducción real de los sueños frustrados de cualquier escritor. Lo que le importaba a Portis era el dejar una impronta en el mundo con su obra, hacerse eterno, daba igual a qué precio.
Yo no he visto la película (tampoco la versión de los Coen) pero he leído el libro y aprovecho para recomendarlo. A los que tengáis curiosidad os digo que merece la pena.
Un saludo, enhorabuena por el post.
No siendo la mejor de Wayne a mi me gustó. El oscar se lo venia mereciendo ya mucho antes del "parche".:-P
ResponderEliminarMe ha encantado conocer todos esos detalles. Un post completisimo.. poco nos queda por decir.
La de los Coen bien, sobre todo Jeff Bridges pero tampoco era necesaria. Se deja ver.Eso sí la cria me gustó más en ésta última.
Un saludito :-)
Una gran-gran entrada.
ResponderEliminarLo tiene todo... hasta una referencia a una serie como Run for your life que es fundamental para que algún inútil robara la idea de un episodio y saliera un corto titulado El Gran Zambini.
Y ahora mis comentarios.
Un amigo me dice que le gustó la de los Coen porque la actriz tenía la edad. A mí me gusta Darby (me has dejado a cuadros con lo de que la doble fuera una señora tan mayor).
Creo que te has dejado a Hawks entre Ford y Hathaway como tíos que podían con Duke. Claro que entre Wayne y Hawks había más bien una relación de "camaradería"... con los otros dos, debía achantarse más.
Y bueno, no voy a comentar toda la entrada, pero me quito el sombrero, el parche y el bigote que no tengo. Plas, plas que escribiría Anro.
Gustándome esta peli (sin más)... me quedo mucho antes con Los cuatro hijos de Katie Elder, en la que creo que John está mucho mejor, y Hathaway también.
Siempre había leído que la novela de Portis era muy buena... Hace unos días vi que por fin la habían traducido gracias al remake de los Coen. Demasiadas lecturas acumuladas, de todas formas.
Bueno, lo dejo. Un saludo
Muy acertada y documentadísima reseña de un clásico del western. Además de un justo homenaje a un director, Henry Hathaway, fuera de lo corriente. Su carrera cinematográfica es de las más sólidas que pueden encontrarse en la historia del cine. Si no me equivoco, ya le dedicasteis un "especial" a este magnífico cineasta.
ResponderEliminarPara aquellos que estén iniciándose en la filmografía de Hathaway —y público, en general— me permito recomendar dos otros buenos westerns suyos: "El jardín del diablo" y los capítulos que firma en "La conquista del Oeste" (especialmente, el primero, el dedicado a los colonos).
Salucines
JAjajjjajaja “¡Diablos! Los fans pagan para verme a mí, no a un hijoputa que parece un pirata salido de una película de Errol Flynn”.
ResponderEliminarqué bueno. Estupendo post GCPG, me ha entretenido mucho. La verdad es que El Rifle y la Biblia es bastante más flojita que este Valor de Ley.
Pues amí me gusta True Grit. Tanto esta como la de los Coen. Puede que no sea el típico western pero disfruto un montón cada vez que vuelvo a ver esta película.
ResponderEliminarExcelente entrada, GCPG. ¡Hay que ver cómo te lo curras!
Por cierto, pásate cuando puedas por mi blog que he dejado algo para tí al principio de mi última entrada.
Saludos.
La volví a ver hace poco y siendo estimable no le hace sombra a los Coen.
ResponderEliminarExcelente entrada amigo Gourmet y fantástico cinefórum a la vista.
ResponderEliminarRevisamos el clásico entre hoy y mañana y comentamos.
Un saludo.
Madre mía que pedazo de publireportaje de la peli jajaj, cuantos datos. Vengo de Polemicine donde aterrizaste el otro día.
ResponderEliminarMe acerqué a esta peli por haber visto la de los Coen. Me encanta conocer la fuente de las cosas. en este caso, como en muchos otros, me gustó más el original que la copia. Es un western muy distinto de los que había visto hasta ahora. No conocía al director y me han quedado ganas de ver más cosas de él. Gracias Fernando por las recomendaciones.
Completada la revisión del clásico de Hathaway y con la versión Coen reciente entraré en materia y sin ánimo de crear polémica (imposible por mi habitual retraso a la hora de seguir las sesiones de este muy querido cine fórum semanal) me decantaré por la adaptación más reciente de la novela de Portis.
ResponderEliminarTengo que decir previamente que la obra de los hermanos me cautiva y su facilidad para realizar relecturas de cualquier género clásico impregnándolas de su particular estilo es de lo mejor que ha ofrecido el cine USA contemporáneo.
Sobre la obra de Hathaway ya me pronuncié en su momento en esta misma casa, y creo que su mayor virtud como realizador es la solidez que es capaz de aportar a sus propuestas. Ver una peli de Hathaway es ir a lo seguro, seguramente no te haga flipar pero entretenerte seguro que lo consigue.
Volviendo a “True Grit” en la versión de Hathaway es digna de mención la actuación del Duque, que compone un Ruster Coburn entrañable, tosco y divertido sin dejar en ningún momento de ser John Wayne. Bien por él, luce a la vez que da al público lo que de él se espera. Personalmente le prefiero en registros más dramáticos, pero tengo que reconocer que sus papeles de corte cómico como éste o el de “La taberna del irlandes” siempre son bien recibidos.
El Ruster Coburn de Bridges es diferente, ya que Bridges camaleónico como nadie, y no tiene que ser fiel a ningún estereotipo. Compone un Coburn mucho más "tirado": Más borracho, más guarro, más lamentable, menos heroico y muchísimo menos paternalista. Bien por Jeff que (sin ánimo de tomar el nombre del duque en vano) iguala al menos a éste en el nivel de su caracterización, haciendo al personaje igual de creíble pero más sorprendente.
Y esta es la única característica en la cual, desde mi punto de vista, la versión de los Coen no supera a su precedente. En el resto de las interpretaciones no hay color: La chica que en la versión Coen tiene mucho más peso arrasa y el ranger la Boeuf (no recordaba que Hathaway lo mataba en su peli... será por lo malo que es Campbell :) que Matt Damon (un actor limitado) interpreta muy notablemente.
Destacaré la magia de las atmósferas que consiguen crear los hermanos (crepusculares, oníricas, misteriosas y expresivas) algo de lo que la versión de Hathaway adolece: Ese bosque con el cadaver colgado, la tensa secuencia de la cabaña, la ejecución pública y la desesperada cabalgada nocturna... magia Coen.
Y podría seguir hablando del True Grit de los Coen pero no creo que sea ese el fin de este fórum. Resumiré sensaciones con una frase:
"Valor de ley" de Henry Hathaway es una buena película que me entretuvo y "True Grit" de los hermanos Coen es una gran película que me encantó.
Un cordial saludo y mil disculpas por la tardanza, no puedo dejar de felicitarte de nuevo por la gran reseña. Continuamos en el siguiente hablando de Robbie el robot.
Bien tras volver a ver la version de Hathaway, me decanto sin duda por la de los hermanos Coen. Tanto la ambientación como los personajes son más intensos y carismáticos, Jeff Bridges consigue si no superar al mennos igualar a Wayne. La escena de la cabaña adquiere en la version Coen grados de excelencia, las tomas al atardecer y más tarde al caer la noche, la crudeza de la situación ....resaltan dejando la misma escena de Hathaway como un simple ejercicio cinematográfico.
ResponderEliminarExcelente post
Un saludo