Después de una semana de descanso retomamos el cinefórum y como habíamos anunciado lo hacemos con 'Juan Nadie (Meet John Doe)', una de las habituales películas navideñas de Frank Capra junto a la también magistral 'Qué bello es vivir'. Hemos elegido la primera porque nos permite intentar profundizar un poco en algunas de las controversias que más tinta han hecho correr respecto a la obra del director: ¿Era Capra un conservador conformista que defendía el individualismo a toda costa? ¿Era quizá un ingenuo sentimental? ¿O un populista? Veamos.
Es importante adelantar que para cuando Capra decidió realizar 'Juan Nadie' era ya un reputadísimo director, había obtenido grandes éxitos con 'Sucedió una noche (It Happened One Night, 1934)', primera película que ganó los cinco Óscar más importantes: película, director, actor, actriz y guión adaptado, 'El secreto de vivir (Mr. Deeds Goes to Town, 1936)', con la que ganó su segundo Óscar a la mejor dirección, 'Vive como quieras (You Can't Take It With You, 1938)', con la que consiguió su tercera estatuilla por la dirección además de la de mejor película, y 'Caballero sin espada (Mr. Smith Goes to Washington, 1939)', todas ellas con la Columbia, con la que llevaba trabajando desde finales de 1927.
El éxito le permitió embarcarse en una aventura que también era un pulso al sistema establecido y así, dejó el sistema de estudios y en 1939 fundó su propia productora junto a Robert Riskin, guionista con el que venía colaborando desde 'La jaula de oro (Platinum Blonde, 1931)'.
Y ahí empieza la historia de 'Juan Nadie'. Última colaboración de Capra con Robert Riskin, el guión se basó en un tratamiento de guión de 1939 para una película, titulado 'The Life and Death of John Doe', escrito por Richard Connell y Robert Presnell, que serían los destinatarios de la única nominación de la película a los premios Óscar en la categoría de Mejor Historia Original. El tratamiento se basaba a su vez en una historia de 1922 del Century Magazine escrita por Connell y titulada 'A reputation' (recogida en "Apes and Angels").
Para el papel protagonista Capra no quería a otro que no fuera Gary Cooper, que aceptó participar antes incluso de leer el guión por dos razones: había disfrutado trabajando con Capra en 'El secreto de vivir' y quería trabajar con Barbara Stanwyck.
La primera opción para el papel de Ann Mitchell fue Ann Sheridan, sin embargo fue vetada por Warner Bros en una disputa contractual. También contactaron con Olivia de Havilland, aunque igualmente sin éxito.
'Juan Nadie' fue la primera (y única) película producida por Frank Capra Productions y de su éxito dependía el futuro inmediato de la compañía. Pero no solo eso, según el propio Capra estaban también en juego las perspectivas a largo plazo de la independencia productor-director que llevaba defendiendo públicamente en una serie de artículos en revistas desde 1936 bajo el lema "un hombre-una película", adelantándose así a lo que se conocería más tarde como cine de autor.
Por otra parte, con 'Juan Nadie' Capra quería reivindicarse y responder a algunas de las acusaciones que exponíamos antes y a otras más puramente estilísticas, como que hacía un cine ñoño, proveedor de ingenuos cuentos de hadas y "comedias de palomitas". Capra escribió sobre sus esperanzas para la película en 'El nombre delante del título': "Riskin y yo asombraríamos a los críticos con la realidad contemporánea: el feo rostro del odio, el poder de los fanáticos uniformados de rojo, blanco y azul, la agonía de la desilusión y las pasiones salvajes y oscuras de las multitudes".
Aunque escrita treinta años después, su autobiografía confirma la película como profundamente comprometida con el momento histórico e institucional, un momento caracterizado por un salto decisivo de la Depresión a una economía de guerra, desplazando el fascismo al desempleo como preocupación principal de los americanos.
La película estaba destinada a luchar contra las fuerzas fascistas pro nazis presentes en América. Los peligros de una nación complaciente (con hambre en medio de una tierra de abundancia) siendo manipulada y tomada por las fuerzas neofascistas y el Tercer Reich de Hitler (una realidad en los primeros años de la década de los 40) se contrarrestan en la película con las acciones del “hombrecillo” corriente.
Pero como hemos visto en sus propias palabras, el compromiso social y político de Capra se encontraba estrechamente ligado con una de sus mayores preocupaciones en ese momento, el intento muy explícito y consciente de "re- configurar" su situación institucional propia. No es extraño por tanto que la institución puesta en cuestión en la película sea la que le generaba la más profundas ansiedades: la prensa, y en especial su brazo "crítico". La "independencia" obtenida con la marcha de la Columbia sólo podía existir dentro de unos límites, necesitaba y buscaba la aprobación de los "críticos intelectuales", quería confirmar, reescribiéndolo, su propio estatus y a la vez reivindicar el cine como una forma de arte.
Curiosamente, cuando por fin era su propio productor, su propio jefe, cuando parece que había superado las famosas peleas con Harry Cohn de la Columbia y con el sistema de estudios en general que ya formaban parte de la leyenda del papel cuché, cuando finalmente iba a conseguir que por primera vez el nombre del director apareciese antes que el título de la película, Capra se vio a la vez requerido e inclinado a defender la capacidad de "el estilo clásico de Hollywood" para dar cabida a la voz individual. Un pragmatismo tal vez forzado por la propia vanguardia de sus postulados, pero que casaba mal con las repetidas acusaciones que era propenso a hacer al sistema de estudios como línea de montaje de "productos repetitivos".
Teniendo en cuenta la condición pública de Capra a finales de los años 30 -como presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas y del Sindicato de Directores- era inevitable que la gente ligara el dilema de Capra como portavoz de Hollywood con Long John Willoughby como portavoz de "todos los Juan Nadie de de todas partes". De hecho, la ecuación Capra/Juan Nadie es referida con frecuencia para explicar la incapacidad de Capra para concluir 'Juan Nadie' con un final "de su estilo". De hecho, probó la película en diversos lugares de Estados Unidos con cuatro finales distintos para determinar cuál mantener. En uno, el que parecía más inevitable, John Willoughby se suicida en la víspera de la Navidad, pero ese final fue rechazado por la audiencia en los pases previos. En otro, Ann Mitchell le persuade para que no salte desde el Ayuntamiento. Inspirado por una carta firmada "John Doe", Capra filmó un quinto y último final en el cual Mitchell infunde algo de cordura en Willoughby y se desmaya en sus brazos.
Película para muchos mal acabada, incluso para Capra, que también hace un paralelismo con su propia historia en aquellos años y explica, en 'El nombre delante del título', que Robert Riskin y él se habían situado a sí mimos "en un rincón", como si su historia tampoco pudiese estar nunca completa.
De hecho, algunos críticos han visto "un perverso sentido de la auto-parodia" que vincula la renuncia de Juan Nadie de "predicar a las masas" con las crecientes dudas de Capra sobre la "creación de mitos sociales" en un momento en que Hollywood parecía estar sin discursos y sin mitos de la talla de Goebbels y Hitler. Un buen número de detalles biográficos pueden aducirse para confirmar la idea de "auto-parodia": La accidental transformación de Long John de vagabundo a figura nacional puede verse como paralela a la propia experiencia temprana de un Capra a la deriva y la participación posterior en la creación de películas. O el descubrimiento de Willoughby de su poder sobre la audiencia en el estudio durante la escena clave de su primer discurso en la radio se vincula a la enfermedad emocional y física de Capra tras el éxito de 'Sucedió una noche', y su decisión final de crear el mito social en 'El Secreto de Vivir'. De igual manera, Juan Nadie aparece en la portada de Time, al igual que Capra lo hizo en 1938. Ambos recibieron el reconocimiento, y ambos se preguntaron si se lo merecían.
La mayoría de los críticos que hacen la conexión Capra/Juan Nadie la leen de forma negativa, Doe es un fake, así que Capra también lo es. Sin embargo Leland Poague, autor de 'Another Frank Capra', libro del que hemos extraído una buena parte de la información de este artículo, señala que si se recuerda la historia que acompaña la portada de Capra en Time, podría entenderse "como presagio de una eventual (si también profundamente problemática) declaración de independencia de John respecto a Norton y sus planes. En efecto, la sustancia básica de "Columbia's Gem" (como se titulaba la historia original de Time) implicaba de alguna manera la inevitable lucha por el poder de Hollywood que se prolongó entre los productores y directores, entre "cineastas industriales" y "artesanos", con Capra elegido como una de las diversas excepciones que confirman la regla, y concluía con la predicción de que Capra finalmente seguiría a Riskin y dejaría Columbia para unirse a Sam Goldwyn. Cómo podía ser uno de "independiente" en el contexto de Hollywood era un asunto constante en Hollywood, del cual Capra parecía mucho más dolorosamente consciente que la mayoría".
Muchas son las interpretaciones y muchas las lecturas, como ocurre casi siempre con la obra de los grandes, pero de lo que no hay duda es de que Capra nos regaló un buen puñado de obras maestras y que en concreto 'Juan Nadie', si bien no es su mejor película, es una apuesta valiente y un maravilloso melodrama sobre el hombre común.
Terminaremos por hoy con algo más ligero, el anecdotario:
Contrariamente a la creencia popular, no existe una versión "más larga" de esta película. Siempre ha durado 123 minutos. Sin embargo, la publicidad original establecía erróneamente que duraba 132 minutes; el publicista accidentalmente cambió los dos últimos números. Durante años, los historiadores asumieron que todas las reediciones tenían 9 minutos cortados, hasta que se encontró un máster original, y duraba 123 minutos. Esta es la auténtica duración de la película.
"The Screen Guild Theater" emitió una adaptación radiofónica de la película de 30 minutos el 28 de septiembre de 1941 con Gary Cooper, Barbara Stanwyck y Edward Arnold representando los mismos papeles.
Un musical basado el el filme, escrito por Edward Sugarman y compuesto por Andrew Gerle, se representó en el Ford's Theatre de Washington DC, del 16 de marzo al 20 de mayo de 2007 con Heidi Blickenstaff como Ann Mitchell y James Moye en el papel de John Willoughby/John Doe. Donna Lynne Champlin había aparecido anteriormente como Ann Mitchell en versiones de ensayo del espectáculo.
Bollywood hizo un remake de 'Juan Nadie' llamado 'Main Azaad Hoon' (1989) con Amitabh Bachchan como protagonista.
La película es ya de dominio público, es decir, ha expirado su copyright. Si bien puede ocurrir lo mismo que con 'Qué bello es vivir', también de dominio público y que durante años fue emitida por cadenas de televisión sin pagar derechos de autor. Pero resulta que la Corte Suprema de Estados Unidos consideró que se basaba en otro material que seguía estando protegido, como el guión, la música etc., así que el dominio público a hacer puñetas. En fin: ¡Viva la cultura!
Ahora es vuestro turno, si os place.
Y la semana que viene hablaremos de... "Los Siete Samuráis"
El próximo Cinefórum lo vamos a dedicar a una de las muchas joyas de la filmografía del maestro Akira Kurosawa: 'Los Siete Samuráis'. Gran película realizada por el cineasta japonés en 1954 con Toshiro Mifune, uno de sus actores fetiche, como protagonista.
No me enrollo más. Os dejo algunos enlaces para que vayáis preparando el tema:
- En decine21.com tenéis una breve reseña.
- En alohacriticón encontramos también una crítica interesante.
- Como otras veces, nos parece curioso repasar la visión que aportan otros espectadores sobre la película en Filmaffinity.
- También recomendamos leer la entrada dedicada a la película en la Wikipedia en inglés.
- Desde la página del DVD de The Criterion Collection accedéis a varios Film Essays sobre película y director, eso sí, todos en inglés.
La película solamente la hemos encontrado online en versión doblada, pero menos da una piedra...
¿Ni un sólo comentario para esta entrada tan interesante?
ResponderEliminarFíjate que con todo lo que había dicho yo de ella en el blog de Crowley ( aquí y pensando que ya sabía todo lo que había que saber de la peli, todavía le has sacado nuevas cosas, como lo de el error del minutaje por parte del publicista o la interpretación (curiosa, me ha parecido) del paralelismo de Doe con Capra (eso de la portada del Time es significativo) o que era la "señal" de Capra como cineasta "independiente" frente a las productoras.
No he leído Another Frank Capra... pero bueno, el post me ha gustado... claro que la película me encanta.
Un saludo.
Ufff... Ayer no tuve tiempo para nada.
ResponderEliminarLo primero, gracias por la estupenda entrada.
Lo segundo, gracias, David, por el enlace que pones. También estupendo.
Sobre la película, me gusta mucho cómo trata ciertos temas: lo borregos que somos a veces, cómo nos utilizan y mienten ciertos personajillos para sus fines, cómo la desesperación nos lleva a hacer cualquier cosa...
Lo que me rechina un poco es el final. Creo que quedaría mejor un final más trágico, pero para gustos los colores.
Me parece una película muy recomendable, aunque no es mi favorita de Capra.
Luego si se tercia más. Saludos a todos.
Gracias, Supercinexín.
ResponderEliminarA mí sí me gusta el final. Las otras posibilidades que se apuntaban para finalizar la peli me chirrían más, por ejemplo. Me parece un final estupendo, y en aquel post ya trato de "rebatir" ese mito de que la peli falla por el final que tiene.. Creo también que hasta cierto punto el final es "abierto"... ¿no había uno en el que acababa con John dirigiéndose a cámara con el nuevo club diciendo que ahora iba a ir en serio?
Este final me parece mejor... En mi caso, sí es de mis favoritas de Capra.
Un saludo.
Pues sí, un estupendo artículo éste, un estupendo artículo el de David, y estupendos también los enlaces que referencia. No sabía que Capra tenía pensado hacer una segunda parte, y la verdad es que me hubiese encantado saber cómo pensaba continuar la historia.
ResponderEliminarMe gusta mucho Capra, lo confieso, y quizás por ello me he construido mi propia justificación para esos finales buenistas. Para mí la mayoría de sus películas se dividen en dos partes diferenciadas. En la primera nos cuenta cómo son las cosas, es la parte realista, humorística, porque el humor nunca falta, pero cruda en su exposición. Luego está el desenlace feliz, o cómo "deberían" ser las cosas, pero no son, es donde incluso los más malos se hacen buenos. Son finales de cuento, sí, ¿y qué?, ¿es que no nos gustan los cuentos?. Para mí no justifican nada, precisamente por que son finales de cuento refuerzan la primera parte, la de denuncia. Cuanto me gustaría que existiesen Clarence, pero sé que los ángeles no existen.
No es el caso de "Juan Nadie". En ésta no existe el cuento, ni los malos se hacen buenos, hasta el final todo es pura realidad. No sé si será por esto, pero no es de las que considero mejor de Capra, aunque me parezca una película extraordinaria. Pero es que hay un detalle para mí fundamental, y es que después de haberla visto un montón de veces, al final no lloro. Con "Que bello es vivir" sí, siempre.
No comparto en absoluto las críticas que se le hacen de ñoño mensaje cristiano y demás. No sé por qué hay gente que asume como de Capra el discurso que ponen en boca de Juan Nadie. Quizá sí era ese su discurso, pero ¿por qué no pensar que el suyo era el más radical del Coronel? ¿O ambos?
Mi lectura esquemática de la película: El mensaje que transmite Juan Nadie tiene una parte buena y una que detesto. La parte buena es el llamamiento a la creación de comunidad y a la potencia que esto genera y que efectivamente hace que la gente viva mejor. La parte que detesto es ese mensaje de la mansedumbre, de poner la otra mejilla, de no exigir nada...
La lógica me parece evidente. Ann busca qué puede decir que atraiga la atención del público, y la respuesta la encuentra en un mensaje sencillo y esperanzador, algo que la gente entienda en un país que incluso hoy tiene profundas raíces cristianas, así que no digamos nada en aquella época ¿Qué puede ser entonces esto? La palabra de Dios, claro.
Pero después está Norton, un fascista con pedigrí y listo el tipo, que enseguida se da cuenta de que ese mensaje puede ser muy conveniente para sus intereses, siempre lo ha sido a lo largo de la historia, así que lo potencia, lo alimenta y lo financia. Gente organizada en torno a la mansedumbre, perfecto.
Pero resulta que "El Largo" le sale respondón, así que lo lapidan, o mejor, lo crucifican, siguiendo el paralelismo cristiano de la película. Después ya se ocuparán de capitalizar con propaganda lo ocurrido hasta ese momento, de echo ya empiezan a hacerlo en la convención.
Y llegamos al final. ¿Debería cerrarse la historia con el suicidio de Juan Nadie? Insistentemente se dice que era lo más lógico, y que el cambio se debió a la búsqueda de un final "feliz". No estoy de acuerdo para nada, y creo que la explicación de por qué la da la propia película: "ya existió un Juan Nadie hace 2000 años". Creamos que así fué, ¿y para qué sirvió?, para que se pusiese en marcha uno de los instrumentos más perfectos de dominación al servicio de los Norton del mundo. Muerto el autor del discurso apoderarse de este parece que no resulta nada complicado.
Sigo ahora, que el cacharro este me dice:
"Su HTML no es aceptable: Must be at most 4,096 characters"
Pues sigo...
ResponderEliminarLa alternativa que se plantea, como dice David, me parece más abierta y por tanto más interesante, por eso me hubiese encantado que Capra hubiese podido hacer esa segunda parte.
Desde mi punto de vista existen tres líneas posibles de desarrollo de la historia:
La primera sería quizá la más realista. Los clubes no se reorganizan y la cosa se queda en nada, o peor, el evento queda al servicio de Norton, sus medios de comunicación y sus secuaces. Pero esto es muy poco cinematográfico y escasamente interesante.
La segunda sería seguir en la misma línea realista de la película. Los clubes se reorganizan, el discurso de la otra mejilla cuaja, John se convierte en una figura pública de calado, se casa con la pragmática Ann, y bajo la influencia de ésta se convierte en candidato majete, pero que cuando toca el poder se da cuenta de que no se puede hacer la revolución, así que pacta con los Norton y con la prima de los Norton.
Yo optaría por un desarrollo más "Capra", es decir, por como deberían ser las cosas, aunque sabemos que no son así. Los clubes igualmente vuelven a crearse, el discurso de la creación de comunidad e incluso de poner la otra mejilla cuaja, pero ahí aparece la figura clarividente del Coronel, el tipo más preclaro de todos y que sabe que no se puede escapar al sistema permaneciendo dentro del sistema. Su visión revolucionaria se impone a la palabrería de Ann, miles de personas ahora están organizadas y deciden ser autónomas, libres. Siguen sin pedir nada al sistema porque se sitúan fuera del sistema, pero ya no ponen la otra mejilla y tampoco asumen las exigencias y esclavitudes de éste.
Norton se ha quedado sin clientes, así que Norton ya no existe.
Eduardo... Me ha encantado tu comentario. Queda mal decir que más que el post, pero bueno.. igual que el post.
ResponderEliminarMe alegra ver que coincidimos en lo "adecuado" del final. Lo de que ya existió un "Juan Nadie" hace 2000 años y ya sabemos para qué sirvió. Opino lo mismo... y es como acabaría la cosa.
Además, que está bien que el malo siga siendo malo (que lo es...no le dice: "No salte", sino: "Recogerán su cadáver y nadie sabrá nada"...es más realista esto último).
Me inclino por la primera posibilidad que apuntas en el desarrollo de la historia, aunque la ideal sería la tercera.
Para mí, la cosa se queda...en poco...sin clubs, Doe se queda con Anne y esos pocos que van al edificio siguen comportándose como buenos vecinos...esperemos (aunque de forma dudosa) que de algún modo haciendo que su ejemplo se propague esta vez sin la maquinaria de Norton. Así me lo imagino yo.
También pienso como tú que parte del discurso de Capra (o sus guionistas) está en el Coronel (el siempre genial Walter Brennan)... no sólo en la visión idealista que da la peli.
Buen comentario.
Un saludo.
Me alegro mucho de que te haya gustado David, creo que tenemos una forma muy similar de ver e interpretar esta película. De echo no sé de dónde lo habrás sacado o si es cosecha tuya, pero el final que apuntabas me parece el mejor de los posibles. Incluso sin necesidad de que se creen nuevos clubes, allí mismo en la azotea, con Ann en los brazos y una mirada demoledora de Doe a Norton mientras le dice: "ahora va a ir en serio". Primer plano de Norton acongojado. Primer plano del Coronel con una amplia sonrisa. The end.
ResponderEliminar¡Eso sí que hubiese sido un final del copón!
Interesantísima entrada y estupendos comentaristas. Stop. Nada que aportar. Stop. Un placer pasarse por aquí. Stop. Abrazos cinéfilos.
ResponderEliminarHe leído con interés la entrada y los comentarios ¡sabéis todos un montón de cine!
ResponderEliminarComo Josep, no tengo nada que aportar. Me reservo para la semana que viene: ¡Los Siete Samurais! ¡Me encanta!
Muy buen post y sus correspondientes comentarios. Esta peli me gustó, pero no es la mejor de Capra de las que he visto. Como casi todas las de él, es un cuento de esperanza en el hombre (y mujer) descrito con un tono inocente, bastante utópico, pero tremendamente ilusionante.
ResponderEliminarTienes un blog magnífico y ameno, en el sentido de entretenido. Me iré pasando para comentar, eduardo. Te sigo.
Gracias, Javi, por tu comentario.
ResponderEliminarSolo una cosita: el blog no es de eduardo, aunque sí es un comentarista habitual (y excepcional, todo hay que decirlo).
Encantados de tenerte por aquí, Javi:)
GC, lo siento. Creí que era de él. Entonces tengo que felicitarle a él y a ti...además de a David, al que ya conozco de su blog ciclos de cine, muy bueno, por cierto. Nos vemos. Ciao
ResponderEliminarNo lo sientas, hombre. Seguro que eduardo se reirá con la anécdota.
ResponderEliminarCierto lo del blog de David, el otro día eché un vistazo a su blog, realmente muy interesante.
Saludos
¡Huy, qué piropo GCPG, qué vergüenza más grande!
ResponderEliminarMi único mérito es que me gusta el cine y que lo disfruto con pasión, y eso quizá lo trasmita alguna vez en mis comentarios.
Javi, un honor que se ta haya pasado por la cabeza que el blog era mío, pero ya te lo han aclarado convenientemente.
Saludos y nos leemos por aquí y por allá
¡Si ya sabía yo que éste andaba con el oído pegado a la pared! Jajaja
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